Uno de los matrimonios más polémicos y mediáticos, marcado por los malos tratos, fue el de María Jiménez y Pepe Sancho. La cantante y el actor estuvieron juntos en dos ocasiones, en un periodo de tiempo que llegó a las dos décadas. De ellos nació Alejandro Jiménez, quien acudió como invitado a 'Sábado deluxe' en la noche del 14 de enero para contar el infierno que vivió durante la separación de sus padres.
Jiménez fue la clave para poner fin a este complicado matrimonio, dado que él le confesó a su madre que había pillado a su padre siéndole infiel en la casa de esta. "Estuvimos en una de esas conversaciones intensas y bonitas de madre e hijo y fue cuando me di cuenta de que a esta mujer no la podía mentir y la tenía que levantar la venda", explicó.
Pepe Sancho, María Jiménez y Alejandro Jiménez
Esto provocó que fuera víctima de las intenciones de ambos progenitores por ponerlo de su lado en el juicio por malos tratos. "Me frieron la cabeza, esa separación fue horrorosa. Todo el rato llamándome a mí", narraba. Incluso asegura que ambos trataron de coaccionarlo con sendas actas notariales, pero que él fue al juicio a contar su verdad: no había visto agresiones físicas, pero sí sangre. A partir de ese momento, Pepe Sancho cortó toda relación con él y con los amigos del matrimonio que se habían puesto de lado de Jiménez. "Yo me siento como que le he delatado, pero yo no soy quien se ha acostado con otra en la casa de su mujer", reflexionaba.
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¿Qué siente hacia su padre?
Uno de los momentos más duros de la entrevista llegó cuando confesaba los sentimientos que tiene hacia su padre, a quien asegura que perdonó el día de su muerte: "Tengo más sentimiento de odio por haberme dado de lado a mí que por el maltrato. Tengo sentimiento de odio hacia él pero por el rechazo que él me ha hecho personalmente". Además, el trauma que ha acabado teniendo en torno a su figura paterna es tal que en repetidas ocasiones sueña con él: "Hay muchos sueños recurrentes, pero aparece en el sueño, que en realidad no se había muerto, y que podemos hablar y viene en son de paz". Sin embargo, no todos eran tan pacíficos: "Yo soñaba con que lo mataba a golpes. Le tenía odio por muchos aspectos".