El caso del presunto asesinato de Daniel Sancho a Edwin Arrieta llegará pronto a su fin. El próximo 9 de abril comenzará un juicio que se extenderá hasta el 3 de mayo en el tribunal de Samui, en Tailandia, y que contará con hasta 57 testigos, 28 de parte de la Fiscalía, 27 de la defensa del chef, y dos más que aportará la familia del fallecido. A medida que se acerca la fecha, se publican más detalles sobre la investigación. El último tiene que ver con el informe aportado por el Centro de Ciencias Forenses de Tailandia.
En el documento 1115/2566, sobre el que ha informado Caso Abierto, el departamento forense no aporta ninguna prueba de que Sancho apuñalara a Arrieta en el corazón, desmintiendo de este modo la versión de Big Joke. El subdirector de la policía tailandesa mostró el pasado 15 de agosto en una rueda de prensa una camiseta agujereada, que aseguró que era de la víctima, y explicó las cuchilladas que, presuntamente, el cocinero habría realizado. En el informe se explica el análisis llevado a cabo por los forenses para determinar qué cuchillo habría usado, supuestamente, Sancho.
Big Joke en 'Vamos a ver'
El resultado de la investigación, firmado por el teniente Pol, afirma que no se puede determinar que alguno de esos cuchillos fuera utilizado por el hijo de Rodolfo Sancho. Además, la autopsia realizada a Arrieta determinó que el cirujano sufrió fractura del hueso occipital del cráneo, y el propio Sancho ha asegurado que él nunca empleó ningún cuchillo cuando Arrieta estaba vivo, sino que lo utilizó para desmembrar su cadáver. El informe presentado por el Centro de Ciencias Forenses, que data del 12 de septiembre, señala que recibieron la camiseta el 16 de agosto. Por lo tanto, Big Joke mostró su supuesta prueba antes de que fuera analizada.
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Sancho se enfrenta a la pena de muerte
La defensa de Daniel Sancho, encabezada por Marcos García-Montes, Carmen Balfagón, Ramón Chipirrás, intentará demostrar que la muerte de Edwin Arrieta fue consecuencia de una pelea, por lo que pedirá una condena por homicidio imprudente. De esta forma, evitarían la cadena perpetua o, incluso, la pena de muerte que exige la Fiscalía, que acusa a Sancho de un triple delito: asesinato premeditado, hacer desaparecer partes del cuerpo de la víctima y destrucción y ocultación de documentación ajena.