A pesar de haberse estrenado allá por 1987, contar con un presupuesto relativamente exiguo y apenas tener la apariencia de una historia romántica con bailes de fondo, "Dirty Dancing" se convirtió en todo un fenómeno social. Gracias a asentarse en el guión simple pero sólido de Eleanor Bergstein, a la memorable música, las coreografías y, sobre todo, las interpretaciones del recordado Patrick Swayze junto a Jennifer Grey, la película conquistó la categoría de éxito global y, con el tiempo, la de clásico.
Jennifer Grey y Patrick Swayze en la "Dirty Dancing" original
Un impacto cinematográfico notorio que ha dejado ecos en los televisores. Diversos formatos han tratado de reflejar el espíritu de esta película y trasladarlo a los telespectadores. Sin embargo, mientras que la película original conseguía poner el foco en la historia de amor y en su potente banda sonora mientras hacía un sutil comentario social sobre los Estados Unidos del momento aderezado con festivos números de baile, estos otros derivados han resultado menos complejos e interesantes.
Aunque siempre cargados de música y baile, de una u otra forma, las adaptaciones televisivas de "Dirty Dancing" no han podido alcanzar el impacto de la obra en que se basan. Lejos de pretender meter el dedo en la llaga y ahondar en lo que podrían considerarse pequeños fracasos, desde FormulaTV nos disponemos a recordar estos programas y series como un homenaje al trabajo irrepetible del equipo de la película, que contaba con nombres imborrables como el del fallecido Patrick Swayze, que seguirá siendo Johny Castle eternamente pese a lo que nuevas intentonas de explotación de la nostalgia ochentera traten de vendernos.
El primer intento...
Los Baby y Johnny de la serie 'Dirty Dancing' de 1988
En 1988, con el boom de la película todavía fresco, CBS se lanzó a producir su propia serie de "Dirty Dancing". Ninguno de los actores originales se prestó a repetir su papel para la ficción, que contó para la pareja protagonista con Melora Hardin, quien después fue la jefa y novia de Michael Scott en 'The Office', y con Patrick Cassidy, actor ligado a las series de Superman como el villano Leslie Luckabee de 'Lois y Clark' y como padre de Lana Lang en 'Smallville'.
El único participante de la película que continuó trabajando en esta adaptación fue Kenny Ortega. Si este nombre no es especialmente conocido es porque no aparecía ante la cámara, sino que se trata del coreógrafo de la película original, un profesional que posteriormente diseñaría los números musicales de la saga 'High School Musical' para Disney. Con su presencia, la serie garantizaba mantener la combinación de estilo y sensualidad que caracterizaba a la cinta en que se basaba.
...Y primer tropiezo
Patrick Cassidy como Johnny Castle en 'Dirty Dancing'
Los problemas no vinieron tanto por su apartado musical y sus números de baile, sino por la fallida adaptación de este amor veraniego a la serialización. Para ello, cambiaron a la protagonista, Baby, que ya no era una huésped del hotel Kellerman, sino la propia hija del dueño. Esta nueva Baby Kellerman tenía garantizado, por lo tanto, no abandonar el hotel en futuras temporadas y así perpetuar su amor con Johnny lo que hiciera falta. Pero cocinar esta pasional historia de amor a fuego lento acabó dejando fríos a los espectadores
Esta lentitud, pese a sus apenas 30 minutos, junto a las incursiones de la trama en una inexplicable comedia que traicionaba el espíritu del original, provocaron la cancelación de la serie antes de que terminase su primera temporada. No es de extrañar, ya que, con sus apenas 11 episodios, ya logró que CBS cayese, por primera vez, a ser la tercera cadena elegida por los espectadores estadounidenses en el prime time.
Cruzando el charco
Dos concursantes de 'Dirty Dancing: The Time of Your Life'
Lejos de replicar la historia original en la ficción, el siguiente intento de llevar "Dirty Dancing" a la pequeña pantalla fue en un reality. Se trataba de 'Dirty Dancing: The Time of Your Life', un formato de la antigua cadena británica Living realizado en 2007 en el que bailarines de toda Gran Bretaña competían por un contrato en la agencia BLOC de Los Angeles. Para ello, debían desarrollar números musicales por parejas basándose en canciones de los 60, 70 y 80, en un intento por perpetuar el contexto de la película.
También se encargaba de mantener vivo el espíritu del filme Miranda Garrison, una de las juezas del concurso que en la película interpretaba a Vivian, la mujer casada que quería ligarse a Johnny. Aunque la relación más directa del programa con el material original era su ambientación, ya que los concursantes se encontraban recluidos en el Mountain Lake Hotel, el hotel original donde se rodaron los escenarios que darían forma al Kellerman. Todos estos intentos de ser fieles a la historia original se vieron opacados por el formato del reality, que acabó alejándolo de la historia que lo inspiró y se despidió en en una más discreta segunda temporada,
Cada vez más real
Dawn Porter aprende a bailar en el documental 'Seriously Dirty Dancing'
Quizá el homenaje más sincero y mejor efectuado en televisión hacia el material original fuese 'Seriously Dirty Dancing'. Este documental de 2007 también proviene de Gran Bretaña y fue elaborado por una de las más afamadas documentalistas del país, Dawn Porter. La reportera ya había conseguido grandes éxitos retratando el amor libre o las diferentes formas de afrontar el matrimonio, y ya con este trabajo consiguió la mayor audiencia para Channel 5 en un documental hasta el momento.
En el programa, realizado por el vigésimo aniversario del estreno de "Dirty Dancing", Dawn Porter se declaraba una fan recalcitrante. Desde esta perspectiva, la directora visitaba antes las cámaras los lugares donde se grabó la película y entrevistaba a la guionista, a miembros del casting y a toda clase de gente que trabajó en la cinta para rebuscar en anécdotas del rodaje y desentrañar cómo se concibió su éxito. Además, incluso se dedicó a filmar sus clases de baile para recrear el camino de Baby durante su historia de amor y hasta se atreve a hacer el baile del clímax a su manera. Un entrañable documento que rinde culto de forma respetuosa y al tiempo divertida al fenómeno tras la historia.
Debacle final
En el 'Dirty Dancing' de ABC, Colt Prattes y Abigail Brelin son la pareja protagonista
El último intento de recrear el éxito de la película fue quizás el más denostado. Se trata de un remake televisivo realizado por ABC en colaboración con la productora Lionsgate que se estrenó en 2017. Aunque concitó un gran interés que dio lugar a unos notables datos de audiencia, esta nueva película fue duramente criticada en Twitter el día después de su estreno y olvidada por telespectadores apenas meses después.
Esta nueva repetición de la historia original pretendía ser un musical, con los personajes interpretando las canciones que formaban parte de la banda sonora en la película, introduciendo también otras nuevas. Sin embargo, no ocurría en todas las escenas, por lo que se intercalaban algunas cantadas y otras con simples números de baile, en lo que resultaba una decisión confusa. No ayudaban a aclararlo las interpretaciones protagonistas, que contaba con una Abigail Breslin (la conocida niña de "Pequeña Miss Sunshine" o "Zombieland") que aquejaba una notable falta de química con el nuevo Johnny Castle, Colt Prattes, que quizá tuviera un cuerpo escultural más definido que el de Patrick Swayze, pero que en ningún momento posee aquí la sensualidad primaria que exudaban los movimientos de cadera del ya fallecido actor.
Muchas distracciones
Sarah Hyland en su actuación del 'Dirty Dancing' televisivo de ABC
Lejos de este romance central, las tramas secundarias que desarrolla esta tv movie, gracias a las cuales dura el doble de la original, también fueron objeto de críticas. Por ejemplo, se ahondaba en una inventada crisis matrimonial de los padres de Baby que focalizaba demasiado la trama por momentos. Por otro lado, había un intento encomiable por reflejar los conflictos raciales que deberían estar presentes en la película de los 80 por su contexto y sobre los que pasaba más bien de puntillas. Sin embargo, lo hace a través de un apenas abocetado romance entre un camarero negro llamado Marco y la hermana de Baby, Lisa, en esta versión interpretada por la Haley de 'Modern Family', Sara Hyland. Al final, todo resulta en una trama secundaria inútil que aborda su temática social de forma superficial.
Aunque quizás el requiebro más extraño del argumento y que resulta totalmente inexplicable es el encuadre de toda la historia. Y es que este 'Dirty Dancing' comienza con Baby en 1975, sobre un obvio croma de Nueva York, cuando va a ver un musical llamado como la propia película. Tras este extraño retruécano, se da el relato en sí, transportándonos al verano de 1963 como el original. Sólo al terminar la película se sabe que este musical estaba dirigido por el propio Johnny Castle, y que se basaba en una novela que había escrito Baby, ahora plenamente cómoda con el nombre de Frances. Con su reencuentro finaliza la película, aunque Frances ahora es madre y ha seguido su vida sin su profesor de baile. Un final agridulce con un mensaje sobre los sueños y el amor realizado un año después del éxito de "Lalaland" que, en esta historia, destroza el idílico final del amor de verano del material en que se basaba.
Un legado eterno
Neil Patrick Harris imita como Barney Stinson a Patrick Swayze en 'Dirty Dancing'
A pesar de haber tenido adaptaciones tan desiguales a la pequeña pantalla, todas ellas hablan de la vigencia de "Dirty Dancing" como un icono cultural que no envejece con el paso de los años. De hecho, aparte de estas adaptaciones, en la televisión hemos visto escenas míticas de la película, como el baile final interpretado en series como 'Como conocí a vuestra madre', 'Bob's Burgers' o 'Padre de familia', así como la antológica frase "nadie pone a Baby en una esquina" parodiada en 'Sobrenatural' o 'Coronation Street'.
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La propia "Dirty Dancing" se puede revivir actualmente gracias a los catálogos de Movistar, Vodafone o Netflix, por lo que nuevas generaciones pueden acercarse con la inocencia de Baby a ese hotel aislado, aprender cómo funciona la dura realidad y no rendirse hasta cambiar el mundo a mejor. Porque, por encima de todo, los mensajes de la película no han envejecido, por lo que ese verano que lo cambió todo sigue sin tener fecha de caducidad y todavía puede llevar a los espectadores a vivir el momento de sus vidas.