La precipitada muerte de Natacha Jaitt sigue rodeada de un halo de misterio. Aunque la exconcursante de 'Gran Hermano 6' falleció, de acuerdo a la autopsia, debido a una insuficiencia respiratoria por edema agudo de pulmón provocado por sus excesos esa noche con la cocaína, lo cierto es que hay motivos para sospechar que fuera un asesinato, o al menos que hay alguna clase de complot en torno a la muerte.
Natacha Jaitt en 'La noche de Mirtha'
Estas sospechas se acrecientan debido a un audio enviado vía WhatsApp por parte de la modelo hacia su novio Lalo un día antes de su muerte, que ha sido publicado recientemente en el programa 'Nosotros a la mañana', del canal argentino El Trece. En medio de estos audios, Jaitt se queja del propietario de Xanadú, local en el que trabajaría la noche siguiente y en el que acabaría muriendo: "El dueño del salón al que voy mañana me tuvo una hora hablando por teléfono, no puedo más".
Esto contrasta con la versión dada por el propio dueño, Guillermo Rigoni, quien afirmó que no había tenido contacto previo con la celebrity hasta la noche de su muerte. El abogado de Rigoni defendió en el mismo programa esta versión: "No se conocían. Se conocieron por primera vez cuando ella arribó al local". Según lo dicho por el jurista, su cliente hasta entonces sólo había hablado con Raúl Velaztiqui Duarte, productor que consiguió la asistencia de Jaitt a la fiesta en cuestión.
Habla el productor
El propio Velaztiqui Duarte ha aparecido también en televisión, aunque en este caso en el canal de noticias TN, para defender su versión tras haber sido detenido en un primer momento. En dicha versión, desvía las sospechas hacia Rigoni, con el que dice que vio hablar a la después fallecida en repetidas ocasiones. Además, cuenta que el dueño de Xanadú intentó disuadirle para que abandonase el local sin ella aquella noche: "La estaba esperando para irnos cuando bajó Rigoni de la habitación y dijo que Natacha se quedó dormida".
El productor decidió ir por su cuenta, siendo así el primero en hallar el cadáver, tal y como relata: "Estaba boca abajo, en bata". Velaztiqui Duarte afirma que el miedo del momento se acrecentó por algunos indicios extraños: "Pensé que me iba a pasar algo a mí. Más miedo tuve cuando encontré el teléfono de Natacha en un lugar en el que no debería haber estado". Este lugar era detrás de un frigorífico, de donde él se encargó de rescatarlo, al menos según su relato.
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El aviso de Natacha
La teoría del asesinato de Natacha Jaitt la inició ella misma cuando, hace casi un año, afirmó en un tuit que no descartaba que alguien quisiera eliminarla: "No me voy a suicidar, no me voy a pasar de merca y ahogar en una bañera, no me voy a pegar ningún tiro, así que si eso pasa, no, no fui. Guarden tuit". Lo cierto es que su activismo feminista y sus denuncias por violación, que amenazaban con llegar a personalidades del mundo del espectáculo, habían resultado incómodos para estamentos que podrían alegrase de que no haga futuras declaraciones.