Irene Junquera se convirtió en la quinta expulsada de 'GH VIP 7'. La presentadora y colaboradora televisiva se encuentra ahora viviendo la que es sin duda una nueva vida fuera del espacio y es que en el reality producido por Zeppelin para Telecinco hemos conocido una nueva faceta de su personalidad muy distinta a la que había transmitido hasta ahora. Pese a ello, no lo hemos sabido todo de Junquera y es que lo que no conocimos fueron los problemas emocionales que esta sufrió en el hogar más famoso de la televisión. En una entrevista a Lecturas, Junqueras no ha dudado en confesar los problemas de ansiedad que vivió en el reconocido reality.
Irene Junquera en 'GH VIP 7'
Esta sufre claustrofobia por lo que su estancia en el espacio fue de todo menos sencilla. Los momentos en los que se les encerraba a todos en el búnker o en el confesionario fueron, tal y como confiesa, los peores dentro de la casa de Guadalix de la Sierra. Paralelamente, la presentadora ha contado que tuvo que ser tratada dentro de la casa por el equipo de psicólogos y psiquiatras del espacio; algo que no sorprende ya que todos los concursantes cuentan con estos profesionales para sentirse apoyados a lo largo de su estancia y pueden solicitar su asistencia en cuanto lo necesiten.
En un experimento sociológico como es 'GH', es vital contar con este tipo de profesionales en el espacio. "Vino a verme la psiquiatra y me dijo que si sentía que me ahogaba lo tomara, necesitaba estar más tranquila", explicaba Junquera, confesando además que tuvo que medicarse para continuar en el espacio: "Durante tres o cuatro días sí tuve que tomar un ansiolítico, muy flojo". Afortunadamente, la situación mejoró, el tratamiento fue reducido y la presentadora pudo continuar concursando en el espacio sin necesidad del apoyo de fármacos aunque obviamente sí el de profesionales de la psicología y psiquiatría.
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Irene Junquera: "Tengo un tumor benigno en la cabeza"
Pero esta no ha sido la única confesión de Junquera y es que en el mismo medio, en otro extracto de la entrevista publicado días atrás, la presentadora ha confesado que tiene un tumor benigno muy pequeño en la cabeza. Este no es mortal ni le ha hecho nunca a ella temer por su propia vida peor lo cierto es que sí le obliga a estar medicándose de por vida. Paralelamente, esta ha contado que "con ocho años, tuve un accidente en una atracción y me lesioné la espalda (...) me operaron y estuve tres meses inmovilizada (...) estuve dos años de rehabilitación hasta que pude andar". En definitiva, dos duros momentos a los que se les suma ahora este problema emocional que ha vivido dentro del espacio de Telecinco y Zeppelin pero que también ha sido subsanado.