El domingo 21 de marzo, 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' estrenó sus dos primeros episodios en Telecinco, en los que Rocío Carrasco compartió sus primeros meses de relación con Antonio David Flores, después de achacar al colaborador el distanciamiento con sus hijos. Un relato en el que Carrasco dio un testimonio en el que reflejaba la realidad de una mujer maltratada, algo sobre lo que se pronunciaron muchos espectadores, incluso rostros conocidos, como fue el caso de Irene Montero.
Rocío Carrasco en las primeras entregas de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva'
"El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género", arrancó la ministra de Igualdad a través de su cuenta oficial de Twitter, tras lo cual manifestó que "cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo", para concluir añadiendo el hashtag #RocíoYoSíTeCreo. "Este testimonio ocupará muchas horas de televisión, pero muchas otras mujeres se verán también reflejadas", prosiguió la política, en un hilo, en el que recordó que "una de cada dos mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida". "Todas y cada una de ellas importan", añadió Montero.
"No existe un perfil de mujer maltratada, igual que no existe un perfil de maltratador. Tener o no dinero, estudios, una familia que te apoya... en todas las circunstancias se puede ser víctima de violencia de género", defendió Irene, para después apuntar a que "la violencia machista la ejercen los maltratadores contra las mujeres por el hecho de ser mujeres". "Arropar a una mujer que da el paso de contar su experiencia de violencia es fundamental para su proceso de reparación, pero también tiene un efecto colectivo: concienciar y protegernos de la violencia machista", defendió la política. Montero matizó entonces, además, que "no se trata de criminalizar a los hombres sino de entender la violencia machista para erradicarla y proteger a las víctimas".
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"La reparación debe ser colectiva, pública y social"
"Las víctimas de violencia machista son mujeres que, como todas, te pueden gustar más o menos, pero eso no pone en cuestión su experiencia de maltrato, ni la necesidad de que existan procesos de protección y reparación social para todas ellas", continuó la ministra, antes de hacer referencia a los medios de comunicación, los cuales "muchas veces", "se convierten, con o sin voluntad, en amplificadores de los discursos que cuestionan a las mujeres, que las ridiculizan o revictimizan". Montero argumentó entonces que, por esa razón, "hay que reconocer el periodismo feminista, a quienes dan voz y legitimidad a las víctimas de violencias machistas". "La reparación debe ser colectiva, pública y social", defendió la política, antes de concluir su hilo recordando el número contra el maltrato, el 016, donde "hay una voz de apoyo y asesoramiento las 24h del día y los 365 días del año". "Ahora además atiende a todas las víctimas de todas las violencias machistas. Recordad que no estáis solas", concluyó Montero.