Jameela Jamil, actriz de 'The Good Place', ha recibido una gran cantidad de críticas en redes sociales desde que el pasado martes 4 de febrero HBO diera a conocer que entraba a formar parte de 'Legendary'. El concurso sobre voguing de la cadena de pago decidió que Jamil fichara como una de sus juezas, algo que no ha sentado bien a una gran parte de la comunidad tuitera por considerar que no merecía ese puesto al no tener lazos que la unieran al colectivo LGTB.
Jameela Jamil en la alfombra roja de los Emmy 2019
Pero la realidad es muy distinta y así se ha visto obligada la propia Jamil a confesarlo tras las numerosas críticas vertidas hacia ella: "Esto es por lo que yo nunca salí del armario como queer". Con un comunicado en su cuenta oficial de Twitter, la británica relataba lo difícil que había sido para ella aceptarse como parte de la comunidad LGTB debido a sus orígenes y su profesión.
"Puse un arcoíris en mi nombre cuando me sentí preparada hace unos años, y no es fácil esta aceptación para alguien perteneciente a la comunidad de Asia del Sur", explicaba. "Lo mantuve en voz baja porque tenía miedo del dolor que me pudiera producir ser acusada de subirme al carro, algo que me me causó confusión, miedo y agitación cuando era una niña. Yo no vengo de una familia abierta. Además, da miedo como intérprete admitir tu sexualidad, especialmente cuando ya eres una mujer racializada en la treintena".
"Esto no me cualifica para el programa"
Jameela Jamil siempre ha mantenido una posición muy activa en defensa del cuerpo de la mujer, de los productos detox y estéticos que reinciden en la imposición de la belleza causada por el machismo y en apoyo a la comunidad LGTB. Sin embargo, en todas las ocasiones se ha mantenido muy consciente con la posición que ocupa y así lo ha demostrado en el comunicado: "El ser queer no me cualifica para el ballroom".
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No obstante, la intérprete ha alegado que su posición puede atraer a gente al programa para dar a conocer este segmento marginal de la sociedad, además de defender su avalada carrera como jueza. "A veces se necesitan personas con más poder para ayudar a despegar un programa y elevar a estrellas marginales que merecen estar en primer plano y tener una oportunidad", recalcaba Jamil. "Solo soy una jueza con 11 años de experiencia, siendo imparcial, una recién llegada al ballroom (como será gran parte de la audiencia) y, por tanto, una ventana abierta para gente que está descubriéndolo ahora".