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Un asesinato, un pequeño pueblo y una intrincada investigación. 'Rapa' cumple con todos los requisitos exigibles a un thriller y, al nacer de la mente de los creadores de 'Hierro', lo hace prestando especial atención a sus protagonistas, Maite y Tomás. Ella es una agente que se volcará para resolver un caso de alto perfil, mientras que él es un profesor de instituto en busca de una experiencia que se asemeje a las que devora en los libros.
Las motivaciones de ambos personajes, interpretados por Mónica López y Javier Cámara, se entrelazan a lo largo de los seis episodios de los que consta el thriller de Movistar+, que está disponible al completo desde este jueves 19 de mayo. Con motivo de ese lanzamiento, hemos podido hablar con el tándem protagonista acerca de su toma de contacto con el proyecto, sobre la experiencia de grabar en Galicia y muchos más temas.Mónica López y Javier Cámara en 'Rapa'
¿Qué tienen en común Maite y Tomás, dos personajes que a priori parecen tan diferentes, como para formar esta pareja de investigadores?
Mónica López: Sí, la extraña pareja. Al principio no se necesitan, se caen francamente mal...
Javier Cámara: Ya, pero ha preguntado qué tienen en común. [Risas] Lo que no comparten está muy claro en la serie, no se soportan.
ML: Pues entonces, la necesidad vital de descubrir qué pasó y por qué.
JC: Son dos personas unidas por la necesidad de olvidarse de sus problemas, que en el caso de los dos son graves a nivel personal, de salud... Y este caso les lleva a intentar olvidarse un poco de su momento vital. Cuando ya se reconocen, se insultan un par de veces y se dicen a la cara cuáles son sus problemas, saben que en el fondo no están ahí solo por descubrir un caso, sino que en el fondo no tienen nada mejor que hacer que buscar una motivación que les quite de sus problemas.
'Rapa' me pareció un regalo, un milagro
Los dos teníais el precedente de 'Hierro'. Mónica participó en la primera temporada y creo que Javier la disfrutó como espectador. ¿Qué fue lo que más os enamoró de 'Hierro' para saltar de cabeza a 'Rapa'?
ML: Yo directamente que era un trabajo. Me pareció un regalo, un milagro, porque había llorado mucho en 'Hierro' cuando desaparecí en el cuarto capítulo. De repente que apostaran por mí al lado de este señor, en Galicia, con una trama interesantísima y un personaje que tiene arco y al que le pasan cosas... No tuve que escoger, me eligió a mí.
JC: A mí una cosa que me gustó mucho cuando llegamos el primer día fue que Mónica se empezó a dar abrazos con todo el mundo. Me di cuenta de que era el equipo de 'Hierro', que esta perra venía con ventaja. Entonces me dije que tenía que hacer amigos ahí como fuera, porque todo el mundo estaba muy amoroso con ella y yo quería hacerme con un espacio. Es mentira, pero me encantó porque vi que había conseguido muy buen feeling en el poco tiempo que estuvo.
ML: A mí me salvó la vida tanto el saber que iba a hacerlo contigo, que nos conocíamos y sabíamos que iba a salir algo bueno, como con ese equipo técnico. Yo soy muy tímida y cuando llego a un rodaje el primer día me pongo a temblar, y esto ya estaba hecho, así que llegué sobre algodones.
Mónica López y Javier Cámara en 'Rapa'
Pese a ser un thriller, que muchas veces dan prioridad al giro de guion por encima de todo, 'Rapa' presta mucha atención a sus personajes, ¿cómo ha sido tener tanto a lo que aferraros como actores?
ML: Es oro en barras.
JC: Lo que hay que ser es cautos. Yo que soy excesivo, que vengo de un lugar más de comedia, aunque ya ha habido trabajos que me han hecho conocerme más en otras facetas, sí que es cierto que cuando manejas tanta información tienes que medirte mucho. Ahí está el arte de los directores, Elena Trapé y Jorge Coira, del montador y de todo este proceso para que todo vaya por una línea que atrape al espectador. Y si la cruzas la gente va a decir que estás pasado. Todo es un encaje de bolillos donde nosotros somos dos elementos de la cadena, como hay montones más. Hay que estar afinado, atento y pasárselo muy bien.
Soy excesivo y al manejar tanta información tienes que medirte mucho
Dentro de la dinámica de la pareja protagonista, Tomás es una extensión del espectador, de esa sed que tenemos de true crime y de thrillers. ¿Cómo creéis que nos representa a quienes estamos viendo la serie?
JC: Él es un lector, un tipo que está en la parte pasiva. Le dan un masaje y habla de libros, de Simenon, de true crimes de estos del norte... Y en el fondo lo que le gustaría, su razón oculta, es ser escritor. Está siendo profesor en un instituto perdido en Galicia y está aburrido. No soporta nada. Entonces se encuentra con una mujer que está poniendo demasiada alma en un proceso que exige ser más frío. Y claro, el espectador es muy activo en ese sentido. Está muy acostumbrado a ver dramas muy concretos con puntos de giro brutales y ahora se está dedicando a acompañar a una investigadora y a decirle, 'No, no. No te dejes llevar por eso'. Mi forma de pensar, y la del espectador, es la que le anima a ella a seguir investigando.
Javier Cámara y Mónica López en 'Rapa'
El final deja las cosas abiertas en cierta medida, ¿pensáis que estos personajes tienen mucho más que contar en más temporadas?
ML: ¡Por supuesto!
JC: Nosotros seríamos felices, vamos. Nos encantaría. Galicia ha sido un espacio mental y emocional. Esa zona es muy especial. Hemos estado rodando en muchos sitios, con gallegos que conocen muy bien la zona. Ha sido muy interesante. Yo repetiría ya, ¿y tú?
ML: Mañana.
Ahora ruedas en el fin del mundo, y te ven en el fin del mundo
El hecho de haber grabado en Galicia le quita mucha artificialidad, ¿os gusta que grabar en localizaciones naturales se esté convirtiendo en el estándar?
ML: Yo prefiero mil veces exteriores y en otros sitios, que cuanto más lejos estén de mi casa, mejor.
JC: A mí me gusta mucho un plató, eh. Soy carne de plató. Ahora me he encerrado en el teatro y soy feliz en un espacio cerrado, me gusta mucho el silencio. Me ponía muy nervioso al principio, cuando trabajaba en '¡Ay, Señor, Señor!', que teníamos un plató que era la casa de los curas y luego salíamos y me daba como vergüenza que la gente se mirara, que el punto de fuga estuviera lleno de gente mirándote, y me sigue pasando. Es verdad que aquí hemos estado rodando en sitios donde no había nadie, en montañas perdidas. Ahora lo interesante es que te vas al fin del mundo a rodar, y lo mejor de todo es que te ven en el fin del mundo. Te ponen subtítulos y a tirar.