Cuando se es niño, hay una norma en primordial en la escuela: para hablar se levanta la mano. En una clase, pongamos que de primaria, cada vez que se inicia un debate, el profesor se debe enfrentar a una treintena de niños impacientes por dar su opinión y, sin embargo, lo hacen de uno en uno, sin pisarse, tranquilamente. ¿Imaginan que esto pase en la televisión? ¿Un programa de debate donde los distintos tertulianos no se pisen los unos a los otros? Parece una utopía, ¿verdad?
Pues de utopía nada, ahora será realidad. Lo veremos el lunes en el prime time de Telemadrid, en el nuevo programa presentado por Javier Gómez, 'Turno de Palabra', que llega a nuestras pantallas con la intención de cumplir un gran reto: "Recuperar la belleza de la política bien hecha, del discurso, del diálogo, del periodismo", tal y como explica el propio Gómez en una charla con FormulaTV. El programa, por lo tanto, será un espacio donde tendrán cabida debates políticos, a la par de información de actualidad, encuestas y conexiones en directo con la noticia más próxima. Además, dentro del formato incorporará un late night basado el humor.
Javier Gómez en 'Turno de palabra'
El desafío no parece nada fácil, y menos "en una sociedad donde cada vez hay más incertidumbre, más caos, más barro informativo y más pesadez en la actualidad", como bien señala el periodista, pero si hay alguien que puede cumplirlo es él. Ha demostrado que es todo un camaleón del periodismo, y tan pronto se encarga de sustituir a Iñaki López en 'laSexta Noche', como de dirigir la revista Papel en El Mundo. Su última hazaña ha sido la de remontar las audiencias de 'Telenoticias 2', informativo que dirige y presenta desde septiembre de 2017, pero quizás esto es adelantarse un poco a la entrevista. Mejor volvamos al principio. Alcemos la mano, esperemos que el profesor nos de el turno de palabra y preguntemos al propio Gómez,
¿qué vamos a poder ver en este nuevo programa?
Yo creo que lo que vamos a poder ver es un programa de información y entretenimiento un poquito revolucionario. Traemos el reto de devolverle al periodismo la importancia que tiene en un momento en el que parece que está muy desprestigiado y donde las redes lo ocupan todo, y todo ello en una noche copada por los talents y los realitys, donde no hay una gran apuesta de lunes a viernes en el horario de prime time en España por política. Como no la hay, nosotros queremos serla.
La mecánica se basa en un micrófono que se ilumina mientras se está hablando y se apaga cuando se termina el turno de palabra y esto nos ha recordado bastante a '59 segundos', nada raro teniendo en cuenta que está dirigido y diseñado por su mismo creador. ¿Es un modo de traer de resucitar aquel formato?
La luz será nuestra forma de reivindicar que cuando alguien habla se le escucha, que es algo que se nos está olvidando. También queremos evitar que la gente hable por hablar. Se habla demasiado en esta vida y en esta sociedad.
Respecto a lo de '59 segundos', es inevitable que saliendo de la misma mente no se parezcan. Obviamente son hijos los dos de José Miguel Contreras, pero hay una cosa que está muy clara, aquel era un formato enteramente de debate político, mientras que esto es a la vez un prime time y un late night. Habrá entrevistas, encuestas, debates, pero de repente pegamos un giro y convertimos en un late night con cómicos y personas del mundo del espectáculo. A mí me apetece muchísimo, porque nunca me he visto en ese terreno. También porque pienso que el late ha desaparecido de la televisión y creo que, para los que amamos la tele, es uno de los formatos más bonitos que existen y las televisiones lo han abandonado porque no es rentable.
Javier Gómez en 'Telenoticias 2'
Hemos inventado un prime time y un late night dentro de ese prime time en el que cambiará el tono del programa, cambiarán los micros, mi forma de presentar. Será todo en el mismo plató, pero le daremos otro aire y lo convertimos en un late. Eso '59 segundos' no lo tenía.
Además ese late va a ser en clave de humor
El humor se ha convertido en una de las herramientas más políticas de la sociedad y creo que cualquiera que esté atento a la actualidad lo puede comprobar. También se trata de reivindicar el humor como una herramienta de la libertad de expresión, reivindicar que hay que ensanchar los límites de esa libertad de expresión en una televisión pública y tener el valor y la audacia de sentar en una misma mesa a políticos con gente que es capaz de mirar con ojos irónicos o satíricos la actualidad. A mí me parece de una valentía inusual en una televisión tan conservadora como la que hay hoy. Cuando digo conservadora no me refiero a derechas, sino conservadora timorata, de poco arriesgada.
Mira, en un programa que hicimos para fin de año me preguntaron que cuál era mi deseo para 2019 y mi respuesta fue que dejáramos de ofendernos tanto por todo. El objetivo no es ofender a nadie, pero vamos a elevar el nivel del debate y decirle a la gente que la televisión importa y sirve, y más en un medio público. La política importa y sirve, y más a seis meses de unas elecciones. La discusión importa y sirve y nos hace mejores ciudadanos. El humor importa y sirve y tiene que tener un hueco en la televisión pública, claro que sí. Y, sobre todo, el periodismo importa y sirve.
Supongo que la noticia de que Íñigo Errejón va a acudir a las elecciones con Más Madrid en vez de con Iglesias ha trastocado un poco el primer programa. ¿Qué opinas de este giro de guion?
También quería debatir contigo algo que está en la actualidad más candente, la responsabilidad de los medios de comunicación, sobre todo al tratarse de un programa sobre política, respecto al triunfo de VOX.
En esto lo tengo muy claro. No comparto que los medios tengan responsabilidad alguna. De hecho, no creo que los medios tengamos que tener causas, ni dirigir la opinión de nadie. VOX es la consecuencia de una serie de fenómenos en este país y representa una gente que no se sentía representada en los partidos que estaban, ya está. Es tan simple como eso.
Querer ocultar un fenómeno como ese es precisamente robarle su función de periodismo. Yo fui el primero que en Telemadrid dije que teníamos que hacer reportajes sobre VOX. He vivido mucho en países donde estos debates han surgido hace ya tiempo, por ejemplo Francia, donde los medios se negaban a acoger en sus debates y entrevistas a representantes del frente nacional en su momento. Y es un error brutal. Yo estoy en un medio público, además. Yo tengo que representar de algún modo al votante de VOX y al votante de Podemos. Y al que no vota. Cuando vean mi programa, les puede gustar o no, por supuesto, pero si solo un momento un votante de VOX, o un abstencionista o un votante del Partido Socialista siente que yo no le estoy representando de algún modo yo no estoy haciendo mi trabajo.
Quería aprovechar también la oportunidad de preguntarte por 'Telenoticias'. Habéis cerrado con un 6,6% de share y nos gustaría saber cómo ha sido ese proceso de subidón de audiencia y de asumir un proyecto que era complicado.
Nadie nos garantizaba que esto fuera a funcionar. Ya te lo digo yo que era el que no dormía. Yo nunca prometo éxito, no se lo he prometido nunca a nadie, no soy tan insensato. Prometo dos cosas: trabajo y la definición de un producto, que a mí me parece la clave de la comunicación. Y yo sabía qué 'TN2' había que hacer. Yo sabía que el madrileño no es localista y muchas veces Telemadrid en el pasado ha caído en el localismo. El madrileño es el español menos localista que existe. Le interesa saber lo que pasa en Getafe, faltaría más, pero le interesa también lo que pasa en Washington y lo que está pasando en Cataluña. Para mí, Telemadrid tiene que ser local y no localista.
Lo que he querido reivindicar, además, es que se puede hacer un informativo moderno en la televisión pública. Me he dejado las pestañas buscando que utilizásemos de otra manera la información en plató, que fuésemos originales, incluso yo mismo he probado mis límites como presentador. Y todo ello sin caer nunca en lo banal, algo que es muy difícil. El otro reto después de la modernidad yo creo que era recuperar la credibilidad. Ha sido una lucha por hacer un informativo moderno en una cadena que no está vista como moderna. Haber doblado los resultados de audiencia en un año y medio en antena, para nosotros, es un exitazo y creo que 'Turno de palabra' es un poco la consecuencia y la confirmación de esa apuesta que hicieron por mí y por los servicios informativos.
La cadena ya ha demostrado su confianza ciega en Gómez y en su habilidad para reformar espacios. Transformado los informativos, queda por ver si podrá hacerlo con el periodismo político. Ciertamente, con los antecedentes, pocas dudas hay al respecto. Pero si queda una duda más. Levanto la mano por última vez para preguntar algo muy sencillo, pero a la vez vital,
¿por qué hay que hay que ver 'Turno de palabra'?
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Pues si te encanta escuchar, tienes que ver 'Turno de palabra'. Es precisamente nuestro gran reto, conseguir que la gente se escuche. Al final vivimos en un momento de gran desilusión en la sociedad y creo que este programa lo que intenta es devolver el optimismo de seguir creyendo en el debate, en los medios públicos, en el periodismo, en la política, en nosotros, en el humor... Esto tiene que ser un chute de autoestima para la gente y, evidentemente, un programa útil para que los madrileños lleguen a mayo con criterios firmes e informados sobre a quién tienen que votar. Frente a tanta desilusión, tenemos que encarnar exactamente lo contrario.