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La lluvia de Madrid recibe a Jesse Armstrong para que se sienta como en casa. El británico, que desde su base de operaciones en Londres ha creado 'Succession', una de las grandes series estadounidenses de nuestro tiempo, llega a España como la gran estrella del Serielizados Fest 2023. Y con razón.
El guionista ya había despuntado con la experimental 'Peep Show', la corrosiva 'The Thick of It' (y su spin-off "In the Loop", por el que fue nominado al Oscar) o su intensa aportación a 'Black Mirror', pero ha sido la familia Roy la que le ha proporcionado el reconocimiento más atronador. Aun así, Armstrong no dudó en tirar del cable y apagar la serie de HBO en su punto álgido, brindándonos un desenlace trepidante que ya es historia del medio.Gracias a la organización del festival, celebrado tanto en la capital como en Barcelona, hemos tenido la oportunidad de hablar con el cotizado showrunner, que ha derribado las puertas de Hollywood manteniendo un océano de distancia.
Jesse Armstrong
Han pasado cinco meses desde el final de 'Succession'. ¿Cómo estás lidiando con el proceso de pasar página tras un proyecto tan exigente y exitoso? ¿Todavía piensas en esos personajes?
Realmente no. Alguna vez escucho alguna noticia y me hace pensar, "Oh, sería interesante hablar de eso en la sala de guionistas", pero en general siento un cierto alivio... Lo disfruté, fue genial poder hacerlo, pero también era estresante y no dejaba espacio para otros pensamientos creativos. Así que es agradable poder pensar en otras cosas y no solo leer el Wall Street Journal y el Financial Times. Todavía los leo, pero de otra manera. Por tanto, tengo que decir que está bien no seguir con la serie.
'Succession' arrancó con buenas críticas, pero no dejaba de ser una serie de nicho, y poco a poco fue convirtiéndose en un fenómeno global. ¿Hubo algún momento en concreto en el que pensaras: "Esto se está volviendo más grande de lo que esperaba"?
Creo que empezó a tener una buena recepción y a conseguir algunos premios con la segunda temporada. Recuerdo un par de veces en Nueva York, donde hacíamos la serie, que salí a comer por mi cuenta y escuchaba a la gente hablar de 'Succession' sin saber que yo estaba ahí. Porque la gente quiere ser agradable y si les dices que trabajas en la serie te dicen que es genial, y a veces lo dicen de verdad y otras lo hacen por cumplir. Pero al escuchar a personas que no conocía hablando de ella, supongo que me di cuenta de que la gente realmente la estaba viendo.
Es agradable no leer únicamente el Wall Street Journal y el Financial Times
Uno de los elementos más distintivos de la serie era su tono, una mezcla entre tragedia shakespeariana y sátira incisiva, cruel, divertida y contemporánea. ¿Qué fue lo más desafiante de componer ese punto de vista?
Había muchas cosas difíciles en la serie: idear el argumento de los episodios y las temporadas, equilibrar el número de tramas y personajes... Pero el tono fue sencillo para mí. Si has leído el piloto, que se ha publicado en los libros de guiones, creo que el tono está ahí, es el mismo. Quizá la gente sintió que hubo algún cambio y es cierto que modificamos alguna cosa, pero el tono era básicamente el mismo. Simplemente es un tono que me resulta natural, una mezcla entre drama y comedia. Y eso es lo más importante que un creador puede aportar a su serie: el tono. Es muy difícil dar con él y, al mismo tiempo, hay que hacer que sea consistente y fuerte. Sin embargo, eso no fue tan difícil, pero porque era instintivo. No se trataba de un ejercicio intelectual, sino de una reacción instintiva a ese mundo.
La noche de las elecciones en 'Succession'
Al revisitar series como 'Breaking Bad' o 'Los Soprano' sorprende ver el peso que tenía en ellas el sentido del humor. En tu caso, siempre has tendido a la comedia, con proyectos como 'The Thick of It', "In the Loop" o "Four Lions", pero 'Succession' introducía una mayor dosis de drama. Como guionista, ¿comprendes la comedia y el drama como un género totalmente mezclado?
Es una buena pregunta. Para mí están muy entrelazados, pero no son lo mismo. No hay una frontera, pero hay veces que sabes que una secuencia o una trama va a ser más divertida. Y hay otras ocasiones en las que no habrá tanta comedia, como cuando escribimos el episodio de la muerte de Logan. Es algo complicado, porque ni están separados del todo ni son completamente inseparables. Soy consciente de que hay diferentes tonos y a veces puede no ser apropiado o quizá escribes un chiste y sabes que nadie se reirá con él. Por ejemplo, se genera confusión en el avión cuando muere Logan, lo cual podría resultar cómico en otra circunstancia, pero no intentamos que fuera así porque no iba a ser gracioso.
Puede que haya alguna broma, pero no quieres que los personajes se conviertan en la broma.
Eso es.
Aun así, el sentido del humor puede haber ayudado a que la gente se acerque más a unos personajes que en la vida real seguramente despreciaríamos. ¿Crees que el toque de comedia ha ayudado a empatizar con ellos?
Puede que sí, aunque no lo tengo tan claro. Hay una cita famosa de Horace Walpole, un escritor británico del siglo XVIII, que dice: "El mundo es una comedia para quienes piensan y una tragedia para quienes sienten". Y en cierta medida la comedia está para marcar una distancia. Existe una teoría de la evolución que afirma que cuando te ríes, estás desenvainando tus dientes. Apuntas a cosas que quieres alejar. Es como algo agresivo. Así que creo que la comedia es lo que te permite pensar: "No soy como ellos, son muy diferentes a mí". Y en realidad es cuando sucede alguna tragedia, como una muerte, cuando la gente se siente más cercana a los personajes. Así que creo que es más probable que el drama te haga sentir empatía, si es que eso llega a suceder, ya que entiendo que hay espectadores que simplemente no toleran a este tipo de gente. Es normal.
Había muchas cosas difíciles en 'Succession', pero encontrar el tono fue sencillo
Para construir todas las capas de 'Succession' has contado con el apoyo de una gran sala de guionistas, al igual que en proyectos anteriores habías trabajado mano a mano con Sam Bain ('Peep Show') o Armando Iannucci ('Veep'). ¿Cómo te ayuda ese proceso colaborativo a expresar y potenciar tu voz?
Es genial. Hablar siempre es bueno, como ahora contigo con el tema de la comedia y el drama. No me había dado cuenta de lo que pensaba al respecto hasta que me lo has preguntado. Y a medida que hablas vas estructurando. Es una forma útil de trabajar y también lo aplico en mi vida. Al fin y al cabo es dialéctica: una proposición que lleva a otra, haces una síntesis y sigues adelante.
Aplicándolo a una serie, es interesante porque cuando se produce una discusión en la sala de guionistas acerca de política, cultura, sociedad, dinero... muchas veces da igual quién tenga razón. Podemos coger los diferentes razonamientos y decir: "Esto es lo que Shiv diría al respecto: el fin justifica los medios. Voy a meterme a política, voy a ser dura y terminaré cambiando las cosas". O lo que sea. Así que hablar es un buen método para dar forma al diálogo.
Los hermanos Roy se abrazan en 'Succession'
A la hora de idear la última temporada, ¿os enfrentasteis a alguna decisión especialmente dura o a algún momento difícil de articular, como la muerte de Logan o el funeral?
En el episodio de la muerte, una vez que resolvimos el tema geográfico, que es lo que lo hacía funcionar, lo demás fue bastante sencillo. En cambio, sí que tuvimos que investigar mucho más para el capítulo de las elecciones. Quería mostrar una noche electoral en la que la postura de ATN sería crucial, así que era muy importante plasmar la sucesión de eventos de manera precisa. Fue muy difícil encontrar el equilibrio. Aun así, creo que no hubo ningún gran debate emocional en el que tuviéramos sentimientos encontrados u opiniones muy distintas sobre cómo deberían acabar los personajes. Tomamos buenas decisiones.
Uno de mis momentos favoritos del último episodio (y seguramente el que más veces he vuelto a ver este año) es el abrazo entre Roman y Kendall, que demuestra que bajo todo el trauma y dolor hay amor y también mucha toxicidad. Y precisamente por eso creo que, incluso después de todo por lo que han pasado, volverán a juntarse. ¿Tú cómo te imaginas su próxima Navidad o el siguiente evento familiar después del desenlace?
Me alegro de que te gustara esa escena. Es complicado decir adiós a una serie, sobre todo una como esta que realmente has amado y cuyos personajes y actores te han importado tanto, y por alguna razón esa es la secuencia que me volvió loco. No paramos de cambiarla en la sala de montaje, veía las diferentes versiones y el director, Mark Mylod, me mandaba otra versión y yo le ponía alguna pega. Entonces hablaba con el editor, Ken Eluto, hacía algún cambio, se lo enviaba a algunos guionistas... Y acabamos con muchas construcciones de la escena, pero lo que te transmitió es exactamente lo que yo quería.
Recuerdo que estaba perdiendo la cabeza con este momento que, como tú, encontré tan poderoso cuando lo hicieron, y le envíe todas las versiones a Lucy Prebble, una de mis compañeras guionistas y productora ejecutiva, que conoce perfectamente la serie pero no había visto todos los cortes. Le dije: "Me estoy volviendo loco. Quiero que este momento sea así. Mira los cortes. ¿Puedes ver cuál es el correcto?". Y ella me miró y me respondió: "Básicamente son todos iguales. Lo que quieres ya está ahí". Y creo que todo era porque me resistía a dejar atrás la serie. Quería que se sintiera exactamente como en el rodaje, y no estaba sintiendo esa emoción, probablemente porque la había cortado tantas veces con Mark y el editor.
Y sobre la siguiente Navidad, me han preguntado de vez en cuando al respecto y algunas veces digo que tengo una idea, pero la verdad es que, ya sea por autoprotección porque no puedo soportar abandonarles o por pereza, he dejado de pensar en ellos. Y es bastante duro. Para mí el final de la serie es el corte tras la imagen de Kendall, ahí termina. No me interesa qué es lo siguiente que puedan hacer, quizá porque ya no son poderosos o porque no soporto la idea de no escribir más sobre ellos. Si pensara en la Navidad, tendría que escribirlo, pero ya se ha acabado y no quiero pensar en ello. Aun así, creo que probablemente se volverán a ver.
La última mirada de Kendall en 'Succession'
Brian Cox decía en una entrevista que 'Succession' le ha hecho perder el anonimato. Evidentemente, como showrunner no estás tan expuesto como un actor protagonista, pero ¿cómo ha cambiado tu vida en los últimos años? ¿Te sientes más reconocido por parte del público y de la industria?
Por la industria seguro que sí. Siempre había trabajado en pareja y en sitcoms, y 'Succession' ha tenido mucho éxito. Con respecto a la industria, mi vida ha cambiado mucho. En la vida cotidiana, no tanto. Muy ocasionalmente alguien me reconoce, pero algo bueno de ser guionista es que puedes ser conocido y que la gente preste atención a tus proyectos sin tener ese otro tipo de reconocimiento. Me resultaría muy complicado. Lo pude observar con los actores. Por ejemplo, Matthew Macfadyen podía salir por Nueva York sin llamar mucho la atención, pero a medida que avanzaron las temporadas eso se fue complicando. Yo no lo disfrutaría.
Me hartaré de escuchar a la gente comparar mi siguiente serie con 'Succession'
Con respecto a ese reconocimiento, al igual que Shiv, Roman y Kendall (y Connor a su manera) estaban marcados por el legado de su padre y tuvieron muchas dificultades para desarrollarse fuera de su sombra, ¿crees que tu futuro profesional estará determinado por lo que el público y la industria esperan de ti después de hacer algo como 'Succession'?
Sí, creo que sí. Sobre todo si hago otra serie, que es algo que me gustaría hacer en algún momento, seguro que me hartaré de escuchar a la gente compararla con 'Succession', aunque no deja de ser un problema superficial. Será un poco complicado para todos nosotros hacer cosas nuevas y que no se comparen, pero espero ser capaz de ponerlo todo en contexto y sentirme feliz por haberlo hecho.
De cara a ese siguiente proyecto, si HBO u otra cadena o plataforma te pone un cheque en blanco delante para que hagas lo que quieras, ¿qué te gustaría hacer?
Descansar. [Risas]