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Nada como un poco de un humor para alegrar el día. Eso es lo que ofrece 'Roast Battle' cada martes por la noche en Comedy Central. Una buena dosis de la comedia más gamberra, desenfadada y sin límites con caras conocidas de la televisión, el cine, la música e incluso la política, como demostró Pablo Echenique en el primer programa. En esta loca 'batalla de gallos' del humor, JJ Vaquero ejerce de jurado junto a Marta Flich, y ninguno de los dos escapa tampoco a los jocosos comentarios de los participantes. Tampoco Dani Mateo como presentador ni Ignatius Farray como árbitro.
En la edición del martes 13 de noviembre, las batallas enfrentan a Susi Caramelo contra Valeria Ros y a Álex Clavero contra Quique Matilla. Cuatro gigantes que llegan dispuestos a faltarse al respeto como nunca, todo en pos de la comedia. Mientras tanto, JJ Vaquero nos habla de por qué no hay más políticos en programas como 'Roast Battle', acerca de los límites que ha de tener o no el humor y sobre si se siente más cómodo haciendo monólogos sentado en la butaca de un bar o frente a las cámaras de televisión después de tantos años.JJ Vaquero en el vídeo promocional de 'Roast Battle'
¿Cómo te llega la propuesta de ser parte del jurado de 'Roast Battle? ¿Conocías las versiones inglesa y estadounidense?
Pues yo había trabajado muchísimo con el canal en mis tiempos y todavía queda muchísima gente ahí que trabajo conmigo en todos los departamentos, así me lo dijo una amiga mía. El primer contacto fue informal, tomando unas cañas me lo comentó y me preguntó: "¿has visto la versión inglesa o estadounidense?" Y le dije: "sí, sí, bastante". Vale, no había visto ninguna imagen de ninguno de los dos (ríe). Cuidado, que me mandó un mail con links: "¿Los has visto?" Otro mail a la semana: "sí, sí, está todo controlado". Y así salvando... ¿Sabes lo que hice? Puse uno y vi que estaba en el jurado Whoopi Golberg. Lo paré. Y siempre que me decían si has visto algo yo tenía una referencia que era haber visto a Whoopi Goldberg. Así que un poco sin verlo, primero por vagancia, no te lo voy a negar, y segundo porque creo sinceramente que el público español no es público americano ni inglés y entonces ya sabía que me iba a tocar a mí adaptarme a lo que tenía y quería llegar de esta manera.
Versión libre entonces, sin influencias.
Yo te aseguro que no tengo ninguna influencia y mi compañera Marta (Flich) por la manera en que he visto cómo ha ido mimetizándose con el programa y adaptándose me imagino que tampoco. Ya te digo, nosotros tenemos aquí en España nuestro publico, que a mí me encanta, y es con el que tenemos que trabajar.
¿Algún concursante que te haya sorprendido especialmente?
A mí me ha sorprendido mucho Pablo Echenique. De hecho cuando me preguntan de quiénes son las batallas y lo cuento, él es con el que se paran todos. Digo David Amor, David Fernández... Da igual el orden en que los diga que me dejan decir nombres hasta Echenique. Y una vez allí dices: "bueno, a ver cómo va a desenvolverse". Pues casi mejor que nosotros porque al final el formato batalla de uno contra otro creo que parece bastante más a un debate político que a un monólogo, entonces en esa situación y en todo yo creo que nos superó.
Los políticos creen que aquí tienen más que perder que ganar
¿Os gustaría contar con más políticos en el futuro? ¿Por qué crees que no suelen prestarse a participar en este tipo de programas?
Yo creo que Pablo (Echenique), y te lo digo porque tengo un amigo, Toño, el diablo sobre ruedas que conozco de 'El hormiguero', que me contaba que el humor es muy importante en su vida porque lo usan todo el día sabes, si por ejemplo entra un mismo a un restaurante y te está mirando así un poco raro un niño, ellos hacen un chistecito para que la situación sea natural. Entonces yo creo que Pablo ya lleva eso. ¿Que si creo que van a venir más políticos? Es que yo creo que los políticos lo que van a analizar es que tienen más que perder que ganar, y creo que no se van a meter en esos 'fregaos'. También es verdad que estoy pensando en políticos como Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias o Albert Rivera. Poco más sé de política. A partir de ahí, puede haber políticos digan que sí, pero yo pienso que de esos cuatro ninguno va a venir.
En tu página web se te define como "rudo y sin filtros". ¿Haces honor a ello en 'Roast Battle' o se interpreta más un papel con respecto a los monólogos?
Bueno, creo que la gente va a ver al mismo. No es que lo que ponga la página web no sea cierto, sí que soy rudo y sin filtros porque bueno lo cierto es que le cuento las cosas a mi mujer cuando dudo para que me diga cuál puedo decir o no. Pero también soy colega de mis colegas, tengo un lado tierno que creo que lo he intentado sacar un poco aquí, porque al final te das cuenta de que cuando los participantes se ponían delante se acababan de decir cosas a la cara y a mí me daba un poco de ternura. Hay veces que quería decir: "ya, hasta aquí". No es lo mismo cuando una persona canta y se le ponen delante al jurado en un talent o en Tu cara me suena, que están ellos para poner los puntos sobre las íes, a cuando ya vienen después de que le hayan puestos los puntos sobre las íes todo el rato, que a lo mejor le tenemos que hacer algún comentario o un chiste para desengrasar. Pero en fin, creo que la gente que se ponga a verlo me va a reconocer.
Dani Mateo, Marta Flich y JJ Vaquero, presentador y jurado de 'Roast Battle'
Dice Marta Flich que en este programa el límite es humillar al contrario lo máximo posible. ¿Es la muestra de que el humor no debe tener límites?
Bueno, el programa no tiene límites, pero yo sí (ríe). Porque me he dado cuenta a veces que he dicho alguna cosa y luego me ha costado dormir. Entonces me las voy apuntando mentalmente y ya según que temas, por ejemplo nombres propios de gente que ha pasado catástrofes no los quiero decir. Luego me voy a dormir y digo "hala esta chica qué chorrada de chiste". Entonces lo cierto es que en el programa no hay límites, que se han dicho cosas sin ningún tipo de barrera, que la gente iba a saco, pero yo para hacer humor sí que tengo un límite. Desde luego hago humor con muchísimas cosas pero no tengo el cerebro libre de decir "puedo decirlo todo". No, no, me controlo.
¿Coincides entonces con la visión de que el humor tiene que ir de abajo hacia arriba? Algún chiste sobre la monarquía hemos visto recientemente en tus redes sociales.
Claro, yo puedo hacer chistes y sentirme bien desde el punto de vista que me parece que estamos tocando el tema con humor. De los Borbones por ejemplo es porque Friolán se ha convertido en un personaje de comedia de este país por la cantidad de cosas diferentes a la monarquía por las que ha sido noticia. A veces te tomas a alguien como un personaje de humor y luego te das cuenta de que no, pero yo a mí por ejemplo esto no me ha pasado factura que luego me haya quedado diciendo "madre mía, lo que he dicho". Hay alguna otra vez que me puede haber pasado. Sí que creo que dices: "bueno, es la monarquía, son ricos", y tenemos el efecto bufón: ¿qué nos queda a los pobres, si no reírnos? Pues sí creo un poco en eso.
Donde mejor me siento es haciendo monólogos en un bar, no en televisión
Mientras sigues con la gira de "Monólogos y locuras" junto a Nacho García. ¿Te sientes más cómodo en televisión o haciendo monólogos?
Yo donde mejor me siento es haciendo monólogos en un bar. El teatro me cuesta un poco más porque ya el escenario es demasiado serio y parece que las palabras suenan de otra manera y en un programa de televisión desde luego es donde menos cómodo me siento yo y cualquier otro, lo que pasa es que luego el resultado es chulo y viendo programas de humor en la tele me siento muy cómodo, pero haciéndolos claro no se puede comparar con la libertad que tengo yo en un bar, que para mí es mi casa. Lo que me gusta de verdad es actuar, hacer monólogos en bares. Y si puede ser con Nacho García mejor, es la persona con más he actuado y claro el espectáculo se llama "Monólogos y locuras" porque es monólogos cuando estamos sobre el escenario y locuras cuando nos juntamos.
Para terminar, ¿por qué recomendarías 'Roast Battle a los espectadores?
Yo recomendaría los espectadores que se asomen a 'Roast Battle' porque se van a reír muchísimo, van a encender la tele pensando "uy, a ver qué me encuentro" y luego se van a dar cuenta que todos los temas pueden ser tocados desde el punto de vista adecuado, y que van a ver además a muchas caras conocidas diciéndoles cosas bastante graciosas y a veces fuertes a otra cara conocida. Y lo más importante no es lo que dice, es cómo lo escucha el otro.