Pablo Motos ha contado este lunes 6 de febrero con uno de los invitados más habituales de El hormiguero. Joaquín Sánchez ha regresado al formato de Antena 3 acompañado de su mujer, Susana Saborido, para presentar su documental, 'La penúltima y me voy'. Durante la entrevista, el matrimonio ha sacado a la luz algunos detalles de su relación y se han atrevido a confesar alguna curiosa vivencia en pareja.
Una de la dudas que les ha planteado el presentador es si discuten mucho. La pareja no ha tenido pelos en la lengua: "Discutimos por todo, a todas horas", soltaba la invitada. Joaquín aprovechaba la ocasión para lanzar algún dardo a su mujer: "Ella es cañera", expresaba entre risas el futbolista del Betis.
Pablo Motos también ha querido recordar junto al matrimonio su mediática boda. Durante la conversación, el deportista ha aprovechado para desvelar un secreto sobre el día de su enlace, especialmente sobre la conversación con el cura: "Pedí que no entrase más gente. Nos dijo el cura que no iba a cerrar las puertas a nadie, así que no cabía nadie más", soltaba tras reconocer que en la iglesia y en los alrededores había incluso gente que no conocía y que Susana tuvo que acceder con la policía.
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El problema que tienen en su casa
Otro asunto que se ha puesto sobre la mesa en la visita de la pareja es por qué todavía están construyendo su casa. Al parecer la obra debería haber terminado hace tiempo, pero han tenido complicaciones: "Se ha metido en el trozo del vecino. Menos mal que es un trozo pequeño de jardín", contaban con cachondeo ante el público presente.