Los concursantes de 'Supervivientes', el reality de supervivencia de Cuarzo (Banijay Iberia) en Telecinco, sufren y pasan mucha hambre durante el concurso. No obstante, no están completamente desprotegidos y es ahí donde entra la labor de Jorge Cerame, el doctor que se encarga de asegurarse de que tengan unas condiciones mínimas de salud. Desde FormulaTV hemos tenido la oportunidad de viajar a Honduras y allí hemos podido entrevistar al médico, que nos ha explicado cómo desarrolla su trabajo en la isla.
"Mi primo me presentó a un amigo suyo, yo venía de estar en un helicóptero sanitario y en un barco hospital y al tiempo me llamaron diciendo que tenían un trabajo que me cuadraba con barcos y helicópteros", cuenta Cerame sobre cómo llegó a este puesto de trabajo tan peculiar en 2007. En cuanto a los concursantes, el seguimiento médico comienza en Madrid junto con un chequeo psiquiátrico: "Algunos no llegan a venir, porque aparecen cosas".
Carmen Borrego y Jorge Cerame, en el chequeo previo de 'Supervivientes'
"Como estuve embarcado, gestiono bastante bien el encierro", comenta sobre su "disponibilidad absoluta" desde que empezó el programa. "Dedico el tiempo a la lectura y más ahora con Internet, que cuando empezamos no había ni Wi-Fi ni nada, teníamos que ir a la recepción a manejar un ordenador y hablar por correo", relata Cerame sobre la mejora de sus condiciones con el paso de los años.
Un obstáculo muy común en el reality de supervivencia son los abandonos por prescripción médica: "Hay gente que te oculta cosas porque quiere aguantar a cualquier precio". También recuerda el caso de un concursante "que era un finalista claro" al que le tuvieron que traer de vuelta a España y desde el plató su defensora, de la que solo sabemos que era de Bilbao, cuestionó su criterio: "Era un caso clarísimo de una persona que no controlaba y se desmayaba en el agua".
Para Cerame no todo vale y también da su opinión al equipo sobre la peligrosidad de las pruebas: "Los juegos tienen su momento, no es lo mismo un concursante que lleva una semana, con uno que lleva 90 días". Además, también ha comentado la seguridad necesaria en el salto del helicóptero: "Ahora se intenta cubrir mucho sobre todo la parte pectoral, sobre todo en estas mujeres con esas megaprótesis, para que el impacto no vaya directo ahí, porque ha pasado que una prótesis ha aparecido en la axila".
El momento más duro para Cerame fue sin duda la muerte súbita de uno de sus compañeros en la última gala de la edición de 2023, a quien además tuvo que atender: "Le pasó en la cabaña pared con pared con el enfermero y el desfribilador, cuando te toca, te toca". El médico recuerda con cariño a todos sus compañeros que ya no están:
"Este año ha fallecido una compañera que era ayudante de realización, Ester, murió un realizador buenísimo y muy buen amigo, Julián, cámaras han muerto dos, Mario y Santi Trancho".
Jorge Cerame, en una intervención en 'Supervivientes'
¿Cómo es un día como médico de 'Supervivientes'?
"Les veo todos los jueves, se les pesa, se les pasa consulta y luego tenemos servicio médico 24 horas que es local, son dos, se turnan por si surge algo, me avisan por walkie, me comentan cuál es el cuadro y en base a eso movilizo al compañero del Cayo", explica sobre su labor en Honduras. De hecho, durante la entrevista el doctor recibe una llamada y ordena que se le aplique crema a una concursante por una rozadura.
Allí, Cerame tiene su propia sala de curas, donde prefiere hacer las suturas si hiciese falta, porque es un lugar más higiénico. "Aquí se encuentra de todo, lo que no traes de España, lo puedes conseguir aquí", explica sobre los utensilios y las medicinas que frecuenta, aunque admite que hay que "tener cuidado con las imitaciones y comprar primeras marcas". "Lo que más se gasta son las vendas autoadhesivas y los antibióticos", marca como sus herramientas estrella.
"Tú vas ahí a hacer tu trabajo y en lo que menos piensas es en lo que te están grabando", comenta sobre sus apariciones en cámara afirmando que la diferencia es que él hace "medicina" y "ellos hacen televisión", por lo que los define como "pacientes", no como concursantes. "Insisto mucho en la hidratación que es fundamental, por eso tienen isotónicos y agua casi ilimitada", señala Cerame como consejo primordial añadiendo que "la fórmula mágica son tres vasos de agua por uno de isotónico".
Cerame afirma que la afección más común en Honduras es "traumatología derivada de los juegos", pero también "el aparato digestivo sufre mucho porque pasan de no comer a comer mucho en poco tiempo" y "cuestiones dermatológicas, como picaduras". "Hay una araña, la reclusa parda, que cuando pica sufres verdaderas necrosis", subraya sobre uno de los mayores peligros de Honduras afirmando que "si te pica en un dedo, pierdes la punta del dedo".
La alimentación de los supervivientes
El doctor es también el encargado de decidir cuánto comen los concursantes y cuáles son las recompensas: "Hay que jugar con la espectacularidad, hubo un año que pusieron un codillo y una concursante se luxó la mandíbula abriendo la boca". No obstante, estas recompensas también funcionan en base a las preferencias de los concursantes: "Si están carentes de dulce hay que ir por esa vía porque es lo que más les motiva, por una sopa de ajo no creo que se dejasen la piel".
"Aconsejo más que en las recompensas, que son muy visuales, que adapten la dotación que tienen cada semana", explica el doctor sobre la evolución de los concursantes en la última etapa del concurso para evitar problemas como el estreñimiento con "lentejas" o "piña". Cerame también advierte a los concursantes una vez son expulsados para que no se den "atracones" y hagan "cinco comidas diarias en platos de postre": "El problema de no comer es que la vesícula se suele quedar muy parada y cuesta luego digerir las grasas, que es lo que más les apetece".
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"Hay gente que tolera muy bien el ayuno porque se ha pasado toda la vida a régimen y otra gente que necesita cinco comidas al día porque son armarios empotrados", añade Cerave ironizando con la manera en la que "se desinflan" los concursantes de gimnasio. "Soy muy borde, si me dicen que les duele la espalda les digo que no les puedo recetar una cama", cuenta entre risas sobre algunas dolencias de los concursantes, que se suplen con recompensas como "masajes" o "esterillas deluxe".