INCOMUNICADO

Jorge Javier abronca al equipo de 'El diario' por los fallos de sonido: "Me encuentro un poquitito vendido"

El presentador llegó a paralizar el programa al no escuchar ninguna orden de dirección.

Mediaset España

Por Fernando S. Palenzuela El 12 de Agosto 2024 | 18:13

La semana no ha empezado con buen pie en 'El diario de Jorge'. Nada más comenzar, el presentador se ha enfrentado a problemas técnicos que han lastrado el inicio del programa, así como los relatos de los invitados. De camino a recibir al primer invitado de la tarde, Jorge Javier Vázquez se ha dirigido a dirección para señalar que los oía "muy bajito".

Acto seguido, saludaba al protagonista de la primera historia y recalcaba otra vez mirando al frente: "Tengo problemas con el pinga, sigo oyéndote muy bajo". Sin embargo, el tramo de este primer relato transcurría sin mayor problema, o eso hacía ver a la audiencia, pues nada más ponerle punto final se veía cómo se quitaba el pinganillo y una persona del equipo le daba otro. "A ver ahora. ¿Sabes qué pasa? Que hasta el pinganillo se ha puesto a llorar y ha hecho cortocircuito", bromeaba en relación con el momento emotivo que acababa de vivir gracias a la pareja protagonista. El catalán comprobaba que escuchaba bien y le daba la bienvenida a los tres siguientes invitados.

Jorge Javier Vázquez se cambia el pinganillo en 'El diario de Jorge'

Pero el momento de paz resultó ser muy breve, y es que Vázquez se veía obligado a interrumpir el relato de la persona que tenía en frente: "Perdona un momento. ¿Me están hablando arriba? Es que no oigo absolutamente nada. Entonces no sé... Creo que estoy totalmente incomunicado". Al ver que todo seguía sin solucionarse, volvía a incidir: "Vuelvo a tener problemas otra vez con el pinganillo. ¿Me estaban dando órdenes? Es que no estoy escuchando nada...".

La bronca al equipo

Jorge Javier Vázquez cerraba el relato de esta familia del segundo bloque y los enviaba al reservado antes de recibir a la mujer a la que querían sorprender. No obstante, en este punto, el comunicador paralizaba el programa y dejaba percibir su enfado: "Y mientras a ver si me van arreglando esto porque me encuentro un poquitito vendido".

En lo que el departamento de sonido le preparaba otro pinganillo, abroncaba al equipo de Boomerang TV: "Es indispensable que yo tenga esto en funcionamiento, si no yo no puedo continuar con el programa porque no puedo estar sin recibir las órdenes que me tienen que dar. No podemos estar así, pero esto tendría que haber sido ya desde hace 3 minutos o 5 incluso, antes". Finalmente, le entregaban el "cuarto pinganillo de la tarde" y comprobaba que volvía a escuchar las órdenes de dirección. "¿A que estabais arriba totalmente colapsando? Tranquilidad. Está saliendo un programa tranquilo", zanjaba, comprobando que este ya funcionaba correctamente.