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El necesario surrealismo que tanto caracteriza a 'Sálvame' volvió a pasearse por nuestra pequeña pantalla de la mano de Jorge Javier Vázquez. El dueño del cortijo se dispuso a cumplir su palabra y visitar a diferentes espectadores durante la sección "Ding, Dong". Los cruasanes, los cafés, las freidoras de aire e incluso las vecinas tuvieron especial relevancia durante el 'Limón' del martes 4 de octubre. El presentador se quedó en Madrid para acudir a casa de Lucía, una mujer que incluso declaró "ir al baño a las mil maravillas".
Cabe destacar que incluso la anfitriona portaba un gorro de cocina donde podía leerse "Potota" en homenaje a Carmen Borrego. Mientras la conversación derivaba en temas de todo tipo, Adela González se sorprendió porque el timbre empezó a sonar. Tres mujeres conocidas por la propietaria terminaron por colarse en la cocina de Lucía para tener su minuto de gloria en televisión; eso sí, declinando comer bollería industrial al tiempo que la risa nerviosa se apoderaban de ellas.

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Uno de los objetivos de esta sección era "hacer un estudio de mercado" para conocer la opinión de los espectadores. Mientras Vázquez le preguntaba su parecer, la vecina Chon intentaba huir porque se había dejado abierta la puerta de su casa. Poco después, salió a relucir la polémica entre Belén Esteban y Kiko Matamoros. De hecho, la anfitriona pidió que se le diese un toque para que bajase los humos, tildándole de "cobarde". Tampoco perdió la oportunidad de llamar "pelota" a Rafa Mora.
"Ha sido maravilloso"
Por otro lado, también hubo espacio para conversaciones más sentidas que tenían que ver con Lucía. De hecho, la música enternecía mientras que narraba cómo fue la repentina muerte de su marido: "Le entró la muerte por los pies, me dijo el médico". La charla continuaba avanzando con naturalidad, desparpajo y sinceridad, mientras que los colaboradores llegaron a hablar de lo "maravilloso" de la sección que se acababa de estrenar. ¿Tendrá mayor recorrido que el extinto "Lo de Belén" que emulaba 'El diario de Patricia'?