Por primera vez en 'El jefe infiltrado', un rostro muy popular y conocido por los espectadores se infiltrará entre sus trabajadores. Se trata del humorista Josema Yuste, que además de actor, también es empresario teatral. Desde Valencia, se convertirá en Tony del Olmo para comprobar si en el teatro Olympia y el teatro Talia todos los departamentos cumplen con sus funciones fuera de escena.
Josema Yuste, antes y después del cambio de 'El jefe infiltrado'
Como es habitual en este formato, Del Olmo contará que se ha apuntado a un falso reality para cumplir su sueño de la juventud, en este caso montar una compañía teatral. Sin embargo, Yuste sí que sabe bien cómo se gestiona todo desde que decidió adentrarse en esta nueva faceta para devolverle al público el cariño de tantos años y, junto a sus socios, ya cuenta con cuatro teatros y trece obras producidas.
En lo que Yuste también tiene experiencia (y de sobra) es en actuar, por lo que no le será complicado crear un personaje para engañar a los empleados. Sin embargo, se trata de un gran reto el conseguir no ser descubierto. De hecho, todo estará a punto de irse a pique cuando uno de sus compañeros le reconozca: el también actor Santiago Urrialde. Aun así, la infiltración podrá seguir adelante.
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Josema Yuste trabajará junto a la jefa se sala que se deja llevar por el estrés y con un conserje que todo lo deja para después. También estará con una empleada de la limpieza que ahorra en bayetas y le hará limpiar al humorista un retrete, algo que parece que le producirá bastante repugnancia, descubriendo que "mierda" en el teatro no es solo una manera de desear suerte, y conocerá las funciones de un regidor junto al encargado en el teatro. Poco a poco, el jefe infiltrado irá conociendo mejor a sus trabajadores y qué es lo que les ha llevado a la situación en la que se encuentran.