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Durante la primavera de 2019, el único acontecimiento que importaba en la televisión era el desenlace de 'Juego de Tronos'. Tras siete temporadas de enredos políticos, sentimentales y mágicos ocurridos en el amplísimo mundo creado por George R.R. Martín, la octava y última temporada ratificó a la serie de HBO como auténtico fenómeno de masas, para lo que la cadena invirtió a sus mejores profesionales y cerca de 100 millones de dólares. Todo un despliegue para uno de sus productos estrella que hizo aún más inexplicable la aparición en el cuarto episodio de esa temporada de un vaso de Starbucks que echaba por tierra cualquier esfuerzo puesto en recrear su ambientación medieval.
Emilia Clarke cuenta a Jimmy Fallon quién dejó el vaso de Starbucks en la última temporada de 'Juego de Tronos'
Según ha relatado la intérprete ante Jimmy Fallon, el propietario del vaso se acercó a ella para confesar su crimen en una fiesta tras los Emmys 2019. Se trataba de Conleth Hill, el actor que hacía de Varys, que se guardó el secreto casi como su personaje en la fantasía épica. Clarke ha precisado que su compañero se disculpó, aunque de una forma que también la indignó, ya que dijo: "Lo siento mucho, no quería decir nada porque todo el mundo se centraba en ti". Eso sí, todas estas palabras fueron puestas en cuarentena cuando la actriz añadió una última frase a su reveladora historia: "Me lo dijo, puede que estuviera borracho, pero me lo dijo".
Un vaso borrado, pero presente
Con este último misterio de Poniente ya resuelto, la anécdota del vaso de café en 'Juego de Tronos' ya puede descansar en paz, aunque no ha estado exenta de consecuencias. Se ha llegado a calcular que el valor del revuelo mediático en términos de marketing para la marca se encontraba en torno a los 2.300 millones de dólares. Un dinero que HBO no está dispuesto a seguir donando graciosamente, por lo que ha eliminado con efectos especiales la pieza de menaje del episodio en cuestión.