Una de las historias que más pasiones ha despertado en la pequeña pantalla ya ha llegado a su fin. Este domingo 19 de mayo, HBO estrenó mundialmente el sexto episodio de la octava y última temporada de 'Juego de Tronos'. La ficción creada por D.B. Weiss y David Benioff se ha despedido para siempre y lo ha hecho respondiendo a la que sin duda ha sido la gran incógnita planteada a lo largo de estos años y que ha vertebrado la gran mayoría de tramas de la historia: ¿Quién se ha conseguido sentar en el Trono de Hierro? ¿Quién es por tanto el nuevo Rey de los Siete Reinos?
Tras un penúltimo episodio de infarto en el que Daenerys abrasó todo Desembarco del Rey, este final ha arrancado mostrando las consecuencias directas de la masacre de la Madre de Dragones. Plenamente orgullosa de los suyos y sin remordimiento alguno de lo que hizo, esta no dudó en mostrarse frente a su ejército recordándoles que ellos han sido los que le han entregado los Siete Reinos y dejando claro que esto no terminaba aquí. "¿Romperéis la rueda conmigo? Vamos a liberar a los pueblos de todos los tiranos?", les afirmaba Daenerys, anticipando una verdadera guerra por todos los territorios.
Arya, Daenerys y Jon Snow ('Juego de Tronos')
Lo que cambió en Jon Snow
Paralelamente, Jon asimilaba lo que había pasado y es que su amada "Dany" había matado a miles de personas inocentes; su reina no era tan justa como él creía y simplemente tenía un objetivo: quedarse con el Trono. Las personas que más cerca tenía no dudaron en avisarle que ella también podía terminar con su vida para completar con éxito su objetivo. Arya por un lado le dejó claro que ella reconoce a los asesinos y Daenerys sí lo era mientras que Tyrion le recordó que él se anteponía en su camino hacía el Trono, él era el verdadero heredero y posiblemente la Reina de Dragones iba a terminar acabando con él para evitar perder el liderazgo de los Siete Reinos. Esta conversación fue sin duda determinante para lo que minutos después terminó haciendo Jon.
El destino de Daenerys
Este acudió al salón del Trono en el que se encontraba la Khaleesi. Al igual que sucedió en la visión de la segunda temporada, estaba estaba plenamente orgullosa de lo que había conseguido. Ese Trono por el que tanto había luchado, por el que había matado sin piedad ya era suyo... o eso creía ella. Jon la observaba, dándose cuenta que eso era lo que verdaderamente quería. Por ello, no dudó en recriminarle lo que había hecho, la masacre que había ejecutado, algo que no parecía preocupar a Daenerys, que afirmaba que "no podemos ocultarnos detrás de la piedad (...) rompamos la rueda juntos". Pese a las palabras de Jon, nada parecía que iba a hacer cambiar de opinión a la Madre de Dragones, algo que parece que fue determinante para Jon, que tras besarla y dejarle claro que "siempre serás mi reina", le clavase un puñal, terminando con su vida y con toda la ira que ella representaba. Daenerys moría en brazos del que fue el amor de su vida y lo hacía ante la atenta mirada de Drogon, que acudió al lugar al saber que su madre estaba muriendo en ese momento.
Drogon funde el Trono de Hierro
El hijo de Dany no dudó en mostrar su furia, pero no hacia el asesino de su madre, lo hizo contra ese Trono que tanto daño había hecho. Con sus llamas lo acabó fundiendo, terminando por tanto con el que sin duda ha sido el gran símbolo de 'Juego de Tronos'. Aunque el liderazgo de los Siete Reinos seguía en el aire, ese sillón que tanto odio y corrupción había despertado desaparecía para siempre. El fuego que caracterizó a Daenerys desde su nacimiento era el elemento que terminaba con lo que ella siempre ansió y por lo que tanto luchó. El círculo se cerraba, ella y ese elemento desaparecían paralelamente, y lo hacían para siempre.
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Entonces, sin Daenerys en este juego, ¿quién debía ser el nuevo líder de los Siete Reinos? Para decidirlo se reunieron en Pozo Dragón los representantes de Poniente, allí debatieron sobre lo que debía pasar y tras rechazar la propuesta de Sam de hacer que el pueblo decidiese o la autocandidatura fallida de Edmure Tully, Tyrion dio con la tecla: el líder de los Siete Reinos debía ser Bran Stark. "¿Qué une a los pueblos? (...) las historias. No hay nada más poderoso en este mundo que una buena historia", afirmaba el único superviviente de los Lannister, haciendo un claro guiño a la ficción. "¿Quién tiene mejor historia que Bran? (...) es nuestra memoria", seguía, proponiendo que este fuese finalmente el líder. Con todos los votos a favor y con Sansa declarando la independencia del Norte (con ella como reina), Bran Stark finalmente se convertía en el rey de los Seis Reinos. Ni Jon, ni Daenerys, ni Arya, ni Cersei ni Sansa Stark... el personaje elegido por los creadores de la ficción para llevarse el codiciado Trono era Bran.