Su fallecimiento el día 5 de mayo de 2018 sacudía por completo al mundo de la televisión. La falta de José María Iñigo, una auténtica leyenda televisiva, se hacía notable entre los profesionales del medio hasta el día de hoy. Dos años y medio después, Íñigo sigue dando que hablar, y es que el motivo de su muerte podría deberse a una intoxicación producida por el amianto presente en los estudios de TVE en Prado del Rey.
José María Íñigo
Esa fibra de amianto que recubría techo y paredes acababa llegando hasta los trabajadores, ya que "las vibraciones en la estructura del plató, hacían que una fina «llovizna» de polvillo grisáceo cayera sobre los trabajadores y sobre el resto del personal allí presente", según recogen declaraciones de un artículo de Diario16. Ese "polvillo" incluía fibras de crocidolita, una variedad de amianto especialmente peligrosa para los seres humanos. Distintos intentos de solución se darían hasta que, en 2012, varios de los estudios serían finalmente derrumbados.
El juicio que José María Íñigo no llegó a ver
Conociendo lo sucedido, José María Íñigo decidió iniciar un proceso de denuncia a la Corporación pública para solicitar el reconocimiento de su situación como Enfermedad Profesional. El presentador no llegaría a ver el final de este proceso, ya que fallecería tres años más tarde, en mayo de 2018. Sin embargo, su familia decidió continuar lo que Íñigo comenzó. El primer juicio tendrá lugar, finalmente, en los Juzgados de lo Social de Madrid el próximo jueves 21 de enero.
El hecho de que la Seguridad Social diese la razón a la familia y declarase Enfermedad Profesional lo que padeció Íñigo abriría la posibilidad de pedir responsabilidades a TVE. El grupo de la televisión pública ha sido consciente del problema, produciéndose, además del proceso de derribo de múltiples edificios hace varios años, un segundo proceso de desamiantado en 2019 bajo las órdenes de Rosa María Mateo. Por desgracia, debido al mayor desconocimiento existente sobre los peligros del amianto en las décadas de los 60 y 70, para José María Íñigo la intoxicación fue inevitable.