Desde 2008, Britney Spears no puede tomar sus propias decisiones. Hace casi trece años que la cantante está bajo la tutela legal de su padre después de que un tribunal dictaminase que la estrella del pop no estaba en condiciones mentales para manejar su dinero ni decidir por sí misma qué hacer con su vida. Ahora, el documental "Framing Britney Spears" analiza su caída en desgracia en los 2000 y señala a Justin Timberlake como uno de sus principales responsables.
Justin Timberlake y Britney Spears
El documental producido por The New York Times sugiere que Timberlake, su pareja por aquel entonces, intentó controlar lo que se decía de ellos en los medios y muestra como, cuando su relación se rompió, mientas él presumía de haberse acostado con Spears, a ella le tocó aguantar el chaparrón de burlas en tabloides y programas de televisión, que vieron en su comportamiento errático un filón.
Tal ha sido la repercusión del documental que Timberlake ha decidido romper su silencio y responder a los fans detrás de la campaña #FreeBritney. "He visto los mensajes, las etiquetas, los comentarios y las preocupaciones y quiero responder", escribe el ex-cantante de 'NSync en un comunicado difundido en su cuenta de Instagram. "Lamento profundamente los momentos de mi vida en los que mis acciones contribuyeron a hacer más grande el problema, cuando hable cuando no debía y no defendí lo que era correcto".
"Entiendo que me quedé corto y que me beneficié muchas veces de un sistema que aprueba la misoginia y el racismo". Y prosigue: "Quiero específicamente disculparme con Britney Spears y Janet Jackson, ambas individualmente, porque me preocupo por estas mujeres y las respeto, y sé que les fallé. También me siento obligado a responder, en parte, porque todos los involucrados merecen algo mejor y, lo que es más importante, porque esta es una conversación más amplia de la que deseo de todo corazón formar parte y crecer".
Por último, Timberlake entona el mea culpa y critica su propia actitud ante el escarnio público al que fueron sometidas tanto Spears como Jackson: "Esta industria tiene grandes fallos. Prepara a los hombres, especialmente a los blancos, para el éxito. Está diseñada de esta manera. Y como hombre en una posición privilegiada, tengo que hablar sobre esto. Debido a mi propia ignorancia no pude reconocer ese problema aunque estaba muy presente en mi vida. Por eso ahora no quiero volver a beneficiarme de que otras personas sean canceladas".
Así fue el "pezongate"
El 1 de febrero de 2004, Justin Timberlake y Janet Jackson protagonizaron uno de los momentos más recordados de la historia de las actuaciones musicales de la Super Bowl. Ambos actuaron durante el intermedio del evento deportivo, en el que también cantaron artistas como Nelly o Kid Rock. Sin embargo, lo que más se recuerda de aquella noche no son los temas que sonaron sino que, durante la actuación, Timberlake dejó al descubierto uno de los pechos de Jackson ante millones de espectadores.
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El escándalo fue mayúsculo y provocó que en adelante las retransmisiones en directo tuvieran unos segundos de retraso para poder cortar la emisión. Aunque lo más importante es que se llevó por delante la carrera de Jackson, que fue humillada públicamente sin que nadie saliese en su defensa. Timberlake, por su parte, no se vio afectado en lo más mínimo y pudo seguir con su carrera como si nada hubiese sucedido y como si no hubiese sido parte implicada en el escándalo.