El mensaje enviado a Ana María Aldón por Kiko Jiménez podría ser la primera pieza de dominó en una serie de graves consecuencias para la familia Ortega. El contexto de la polémica ofrecido por el colaborador de 'Sálvame' se sitúa en casa de José Ortega Cano, en una conversación en la cocina la que habrían participado Ortega Cano, Carmen Ortega, su hijo, Gloria Camila y el propio Jiménez. El contenido del mensaje, aunque desconocido, podría apuntar a las dudas respecto a la paternidad del hijo de Ana María Aldón y un posible test de laboratorio clandestino y ocultado a la madre.
Frente a estas especulaciones, Ortega Cano levantó el teléfono en 'Ya es verano' y, lleno de ira, amenazó al que llamó "personajillo" con llegar hasta el final: "Todo lo que dijo es mentira, es falso" o "aunque tenga que empeñar todo, ¡este tío va a ir a la cárcel!" fueron algunas de las frases que exclamó contra Kiko Jiménez, a pesar de no poder emprender acciones legales porque no conoce el contenido del polémico mensaje, como reconoció a Verónica Dulanto.
Kiko Jiménez en 'Sálvame Deluxe'
Ahora, el ex de Gloria Camila ha dado su opinión sobre este estallido, que calificó como "ridículo": "Lo que intentó es correr una cortina de humo para que se hable de según qué temas", argumentó en relación al testimonio de Rocío Carrasco en 'En el nombre de Rocío'. Criticó también a Paloma Barrientos por darse por aludida como posible amante cuando dio las siglas P.B. como "un hombro sobre el que llorar" para Ortega Cano, y aprovechó para enviar un mensaje a todo el que duda de su palabra: "Yo no miento. Lo que digo es la Biblia. Y muchas cosas que me callo", sentenció.
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"Corto cabezas"
Esta situación se produce en un momento muy complicado para Ortega Cano, con su matrimonio pendiendo de un hilo. Aldón, lejos de dar veracidad directamente a la negativa de su marido, abrió la posibilidad a que fuera real. "Si es cierto, es muy grave lo que da a entender. Y si no es cierto, también es grave", dijo en 'Ya es verano', después de confirmar que no ha leído el misterioso mensaje porque no se siente preparada para ello. Sus amenazas preventivas, sin embargo, llegaron muy lejos: "Si descubro que alguien le ha puesto una mano encima a mi hijo para quitarle un cabello, o le ha metido un bastoncillo en la boca, tomaré todas las medidas. [...] Si ha ocurrido, corto cabezas".