La vida íntima de algunos de los colaboradores de 'Sálvame' ya no es una cuestión privada. Al menos eso parece desde la llegada al programa de un testigo enmascarado que se hace llamar Apolo. Primero, acusó a Lydia Lozano de acudir a un local de intercambio de parejas junto a Charly, su marido.
Esta vez le ha tocado a Kiko Jiménez ser el centro de la diana para el invitado. Desveló su identidad tras las preguntas de Jorge Javier Vázquez, que quiso saber si hablaban solo de personas heterosexuales a lo que Apolo respondió: "o de bisexuales", abriendo así una nueva posibilidad.
Kiko Jiménez junto a Gema López en 'Sálvame'
El testigo aseguró que vio al colaborador interactuando tanto con hombres como con mujeres. Ya en el plató, Kiko Jimenez explicó a sus compañeros que no es "bisexual, tampoco heterosexual, soy pansexual". "Significa que te encanta todo tipo de atracción sexual tanto para cualquier género como cualquier sexo", explico el tertuliano con una media sonrisa. Añadió que tiene en su casa "una habitación roja" para no tener que desplazarse al local cada vez que quiere mantener estos encuentros.
El tertuliano, finalmente, aseguró que lo que afirmaba el testigo era "totalmente falso". Añadió que lo que había dicho anteriormente sobre su orientación sexual, no eran más que "respuestas absurdas" para evitar el tema. "No me importaría, en el caso de ser bisexual, homosexual o lo que fuese, sería decisión mía", aclaró más contundente. Hubo tiempo también para reprochar al programa que dieran más credibilidad a la versión de un enmascarado que a la de los propios colaboradores.
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Un mal trago para su familia
Otro punto que quiso esclarecer Kiko Jiménez fue que tratar estos temas son perjudiciales para su familia: "Ellos se asombran". Además añadió que a él mismo le sentó "mal" enterarse de estas acusaciones por televisión, sin que le hubieran contactado antes. Se reafirmó en que él nunca ha acudido, ni con Sofía Suescun ni solo, a este tipo de locales.