En la gala de 'Supervivientes: Tierra de nadie' emitida el miércoles 1 de mayo, Laura Matamoros y Kiko Jiménez se enfrentaron al "Puente de la concordia", donde se vieron envueltos en un tenso cara a cara en el que el concursante reveló algunas trampas que había cometido Matamoros durante su estancia en Playa Limbo. A medida que cruzaban el puente, los reproches aumentaban y, aunque parecía que su relación había logrado arreglarse, demostró tener todavía muchas cuentas pendientes.
Durante la conversación, intentaron abordar temas delicados como la desconfianza, el juego sucio y el robo, simbolizados en cada una de las tablas que formaban el puente. Sin embargo, la simple mención de "puñal por la espalda" desató una nueva disputa entre ellos. Ante los continuos ataques de Laura, que consideraba que Kiko "siempre tiene la pistola cargada", el concursante finalmente expresó su descontento: "Tú consideras que hablar con mis compañeros es un puñal por la espalda". "Me hiciste un traje de flamenca", aclaraba Matamoros.Laura Matamoros y Kiko Jiménez en 'Supervivientes 2024'
El concursante aprovechaba entonces para confesar un secreto que, hasta ahora, mantenía con su compañera: "Al final lo voy a tener que contar, porque aquí ya qué más da. Tú me llegaste a echar en cara dos granos de arroz y pusiste a dos compañeros en mi contra, cuando la noche anterior me comí la hamburguesa que gané y te di más de la mitad". Laura entonces saltaba al siguiente escalón, centrado en el "juego sucio". "Qué bien hizo Kike, que ni comió porque sabía que nos lo ibas a echar en cara", respondía al superviviente.
Kiko admitió haber quebrantado las reglas por ayudar a su compañera y ella lo acusó de querer contarlo "desde el primer día". La discusión se intensificó con acusaciones mutuas, hasta que Laura Madrueño intervino para pasar a la siguiente fase del puente y poder avanzar con la mecánica hasta llegar al escalón de "limbo". Ya en él, los supervivientes recordaron su etapa antes de incorporarse al grupo como uno de los mejores recuerdos que se llevarán de la aventura.
Un amor-odio
"El limbo fue algo que no es comparable con lo que estamos viviendo ahora", entonaba Kiko. "Eso no quita que yo no confíe en ti al cien por cien. Una cosa no quita la otra y, respetando a Sofía, te quiero muchísimo. Es un amor-odio", confesaba entonces su compañera, ante la réplica de Jiménez: "Pero es que yo no quiero odiarte". "Yo a quien quiero lo tengo que querer bien", explicaba el superviviente a Laura, que decía que no lo estaba haciendo así. No obstante, los compañeros terminaron fundiéndose en un abrazo y con la intención de sanar su relación.