El documental que gira en torno a la vida de Rocío Carrasco ha supuesto un antes y un después en la industria del corazón. Sus declaraciones han levantado polvareda entre los rostros más conocidos del panorama televisivo, provocando un aluvión de posicionamientos a favor y en contra de la hija de Rocío Jurado y el último en opinar tanto de su figura como de Antonio David Flores ha sido Kiko Rivera. De hecho, se ha sincerado para hacer un balance de lo que el excolaborador de Telecinco ha sido para la cadena.
Kiko Rivera en 'Cantora, la herencia envenenada'
Tras regalar Mediaset una de las mejores noches de 2020 con 'Cantora, la herencia envenenada' (31,7%), Rivera se ha sentado frente al ordenador para conceder una entrevista a Radio Marca. Entre otros asuntos, comentó que "hace poco" que había hablado con Vasile sobre temas laborales, que tiene que ver con proyectos nuevos que no quiso revelar. Y no solo eso, sino que ha asegurado que es más fácil hacer las paces con su madre a que el Betis gane la Champions.
Precisamente, hablando de Mediaset, se ha posicionado en lo que ya es el conflicto del año: "Me parece lamentable que los políticos entren en un programa del corazón para opinar", empezó comentando y en clara alusión a la intervención de Irene Montero en 'Sálvame'. "Están lapidando a Antonio David y no seré yo quien le quite la razón a Rociíto", prosiguió. Sin embargo, la cosa no paró ahí: "Antonio David es el último juguete roto de Mediaset", sentenció.
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También se posiciona a favor de Isabel Díaz Ayuso
Como si de una variable dicotómica se tratase, Álvaro Ojeda obligó a Kiko Rivera a elegir una de las dos opciones que le planteaba y entremezclaba estas preguntas con la lectura de un nombre del que debía opinar. Cuando la política se abrió camino, Isabel Díaz Ayuso salió a la palestra y Rivera no dudó en compartir que, para él, "es una fenómena". Asimismo, no le titubeó la voz para tildar a Pablo Iglesias como un "gilipollas", lo que le valió una "tarjeta amarilla" imaginaria.