La muerte de Ana Martín, la madre de Isabel Pantoja, ha supuesto un duro revés para todo el clan Pantoja. El fallecimiento de la matriarca estaba llamado a ser la revolución en la guerra familiar y así ha ocurrido, pues ha desembocado en que Kiko Rivera quisiera desplazarse hasta la casa en la que vive su madre para poder abrazarla, después de 14 meses de incesante guerra.
Kiko Rivera junto a Manuel Cortés entrando a Cantora
Sobre la 1 y media de la madrugada, Kiko Rivera entraba a Cantora, algo con lo que Agustín Pantoja no estaba de acuerdo, en un coche conducido por Manuel Cortés, el hijo mayor de Raquel Bollo. En otro vehículo llegaban Isa Pantoja, Anabel Pantoja y Raquel Bollo. Según apuntaba José Antonio León en sus redes sociales, Rivera permanecía en Cantora algo más de dos horas, marchándose sobre las cuatro de la madrugada, también junto a Manuel Cortés. Sin embargo, su hermana y su prima decidían hacer noche en Cantora. Cabe mencionar que Agustín Pantoja, quien ya había recogido las cenizas de su madre, permaneció en la finca durante todo el tiempo que el DJ estuvo dentro, pero un amigo de Paquirri, que también se encontraba en el interior, aseguró que el reencuentro se había producido con éxito.
Anabel Pantoja sigue adelante con la boda
Tras conocer la noticia del fallecimiento de doña Ana, el cual pilló por sorpresa a los primos Pantoja, Anabel Pantoja decidió cancelar la celebración de su boda con Omar Sánchez. Sin embargo, tras hablar por teléfono con Isabel Pantoja, esta la animó a casarse, ya que ese era el deseo de su abuela. Por esa razón, finalmente retomó los planes. Dado que la boda es el 1 de octubre, Isa y Anabel Pantoja tendrán que abandonar Cantora con rapidez para regresar de nuevo a Lanzarote, donde coger el ferry que les lleve a La Graciosa.