Coincidiendo que se cumple un año de la emisión del especial 'Cantora: La herencia envenenada', Kiko Rivera reapareció en televisión. El hijo de Isabel Pantoja hizo acto de presencia en 'Sábado deluxe' con una actitud muy diferente, pese a los ataques previos a Mediaset. El DJ presentó su nuevo single al comienzo del programa y, minutos después, pasó a explicar como era la relación con su madre, teniendo en cuenta el duro enfrentamiento televisado que habían vivido.
María Patiño y Kiko Rivera, en 'Sábado deluxe
En son de paz, así se mostró el cantante durante su entrevista. La calma parece haber llegado a Cantora, pues el hijo de la tonadillera reconoció públicamente haber perdonado a su madre: "A mi madre, le he perdonado lo económico. No voy a seguir luchando por algo que me va a llevar 25 años". Sin embargo, aseguró que todavía le debía alguna disculpa: "Mi madre se tiene que sentar conmigo y explicarme".
Asimismo, el hijo menor de Paquirri quiso recalcar que había enterrado el hacha de guerra por su bienestar: "Yo no voy a volver a una guerra innecesaria que me perjudica a mi salud mental". El artista sevillano habló de cómo vivió la muerte de su abuela Ana, un episodio que recuerda con mucho dolor: "Cuando se produce la muerte de mi abuela, a mí se me parte el alma, me entra una sensación de culpabilidad tremenda, me siento un mierda de tío por haber pasado el último año sin hablarme con mi madre y por haberme despedido de esa forma de mi abuela".
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La relación con su madre
La cantante y su "pequeño del alma" se reencontraron tras la muerte de la matriarca del clan Pantoja, fundiéndose en un emotivo abrazo que duró más de 15 minutos. Tal y como relató el propio Kiko, ninguno de los dos pudo contener las lágrimas en aquel momento. Además, el DJ explicó emocionado que "mataría porque esos 15 minutos durarán una eternidad". Por último, señaló que había intentado acercas posturas con su madre, pero que esta no se lo estaría poniendo nada fácil.