Kiko Rivera e Irene Rosales protagonizan una tensa bronca en 'GH Dúo': "Eres un auténtico robot"

Ya son casi tres meses el tiempo que los concursantes de 'GH Dúo' llevan encerrados en la casa. La tensión se empieza a notar y las ansias por salir son evidentes. Además, hay una cuestión que sin duda ronda en la casa desde hace muchos días: "¿Quién será el ganador de la primera edición del programa?". Está claro que cualquiera puede ocupar el puesto de vencedor pero si hay dos concursantes que tienen muchas papeletas para lograrlo son Kiko Rivera e Irene Rosales. Ambos se encuentran muy nerviosos al verse dentro del gran desenlace del reality, algo que ha provocado que la tensión entre ambos aumente de forma considerable en los últimos días.

Su relación desde que empezaron en el concurso ha sido bastante buena y han sido pocas las discusiones que ha habido entre ellos. Pero este buen rollo no ha sido precisamente por el carácter de Kiko, sino porque Irene ha sabido mantener la compostura en todo momento. En esta última semana, las continuas peleas que la pareja está teniendo con María Jesús Ruiz está provocando el caos en su relación.

"No estoy acostumbrado a estar tantos días contigo. Esto me quema y especialmente de esta forma porque no es una situación normal", le reprochaba Kiko Rivera a Irene tras su actitud con él en los últimos días. Esta vez el cantante se quejaba de su frialdad dentro del concurso: "Cariño, es que no le das importancia a nada desde que estás aquí, eres como si fueras la cámara infrarroja esa", decía bastante molesto. "Me estás demostrando que eres un auténtico robot", decía asegurando que él era el único de la relación al que le afectaba todo.

Irene evita discutir con Kiko

Mientras tanto, Irene trataba de esquivar las quejas que recibía de su pareja y directamente optaba por hablar de los motivos que le han llevado a concursar junto a él en el formato de Zeppelin. "He entrado aquí por una sola cosa", reconocía, dejando claro que saldar sus deudas y poder lograr la mejor calidad de vida de sus hijas era lo primordial. Kiko Rivera reconocía sus palabras y le recordaba que queda muy poco para poder reencontrarse con ellas.