'La Casa de Papel' inspira un robo de 720 kilos de oro en un aeropuerto de Brasil

Una semana después de que se estrenase la tercera parte de 'La Casa de Papel', la serie parece haber dado un salto a la realidad en Brasil, donde se efectuó un robo que ya está siendo considerado como uno de los mejores de la historia del país latinoamericano: 720 kilos de oro, valorados en cerca de 30 millones de euros, fueron sustraídos en el aeropuerto de Sao Paulo, Guarulhos.

Al igual que ocurre en la serie de Netflix, los atracadores se vistieron como miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, concretamente, en policías federales, en lugar de militares, como hace el equipo del Profesor. Una táctica en la que se estima que hubo hasta diez atracadores implicados, que lograron pasar desapercibidos a plena luz del día, y que es también empleada por los protagonistas de la tercera parte de 'La Casa de Papel'.

No obstante, la gran diferencia con respecto al golpe del equipo del Profesor reside en el tiempo récord que emplearon los asaltantes: el robo apenas duró unos minutos, mientras que el de 'La Casa de Papel' se alargó a lo largo de varios días. Además, en cuanto a daños colaterales, el equipo de ladrones solo contó con un "rehén", un supervisor del aeropuerto declaró haber sido secuestrado la noche anterior al golpe para conseguir información. Algo que, tras iniciar la investigación, se demostró que era mentira con su confesión y las imágenes del robo, en las que se veía implicado al supuesto rehén.

Un robo con detenciones

Además de la detención del trabajador del aeropuerto implicado en el robo, tras varios días de investigación por parte de la policía de Brasil, se procedió a la detención de dos sospechosos más hasta la fecha. Uno de ellos, de hecho, era también un trabajador del aeropuerto, más concretamente, ayudante del supervisor implicado que fingió haber sido secuestrado. Unas detenciones que distan mucho del final que tuvieron los protagonistas de 'La Casa de Papel' en su segunda temporada, excepto en un punto: por el momento, no hay ni rastro del oro robado.