'La Casa de Papel' tenía que doblar su apuesta de cara a la esperada tercera parte. Tras convertirse en un fenómeno global gracias a su distribución a través de Netflix, la ficción original de Atresmedia se ha mudado definitivamente a la plataforma de streaming, que no ha escatimado en recursos para estar a la altura de las circunstancias. Para explicarnos cómo ha sido el proceso de retomar este ambicioso relato, con la mayor coherencia posible, el creador de la serie, Álex Pina, y su coordinador de guion, Javier Gómez Santander, han resuelto las dudas de los medios en una concisa presentación.
Pedro Alonso, Rodrigo de la Serna y Álvaro Morte en 'La Casa de Papel'
El primer factor a tener en cuenta es la escala. ¿Hasta qué punto ha crecido el nivel de producción de la serie con su salto a Netflix? "Hemos intentado mejorar en la factura de todos los departamentos de la serie," reconoce Gómez Santander, mientras que Pina hace hincapié en cómo han podido liberar mucho más la correa de la creatividad: "Hemos podido hacer cosas que siempre intentábamos en el cuarto de guion pero que la realidad nos impedía." De esta manera, al contar con un abanico más amplio de posibilidades, se han permitido una "escritura más libre", que se traduce en un incremento de entre un 30 y un 40% en el volumen del equipo humano.
En el apartado de las cifras, también destaca el hecho de que antes se invertían 12 o 13 jornadas para filmar un episodio de unos 70 minutos, y en la tercera entrega se ha pasado a contar con alrededor de 22 días por cada capítulo de 50 minutos. Por lo tanto, el énfasis en contener más emociones fuertes en menos tiempo es evidente. En ese sentido, un elemento diferencial de esta temporada es su variedad de localizaciones, que ha llevado al equipo a recorrer lugares tan variados como Panamá, Tailandia, Florencia y las Hoces del Duratón (Segovia).
Najwa Nimri en la tercera parte de 'La Casa de Papel'
En el mismo terreno de juego
No obstante, al abrazar ese carácter internacional y una factura comparable a la estadounidense, uno de los principales objetivos de los responsables de 'La Casa de Papel' ha sido no perder la "identidad iberoamericana" de la serie. "Hay que defender esto sin pasar al lado anglosajón, hay que competir con ellos pero desde nuestro bando," apuntala Pina, que defiende así la decisión de perpetrar el nuevo atraco en el Banco de España en vez de fuera de nuestras fronteras: "Hubo muchas voces que propusieron salir fuera, hasta se mencionó Fort Knox. Pero 'La Casa de Papel' tiene una mirada latina."
Además, el creativo es consciente de las suspicacias que puede despertar el retorno de los personajes tras haber cerrado sus arcos en la segunda temporada: "Teníamos que encontrar la razón y el motor emocional para que el regreso no decepcionara a la gente." Y para ello, ha sido clave mantener a Tokyo (Úrsula Corberó) como "la mirada de la serie" y, sobre todo, darle muchas vueltas al piloto de la tercera parte, como afirma Gómez Santander: "Queremos que al final de ver el primer capítulo la gente quede convencida con el regreso."
Quemando cartuchos a toda prisa
Otro elemento revitalizador son las incorporaciones, encabezadas por el fichaje de Najwa Nimri como la inspectora Alicia Sierra, que hará todo lo necesario para capturar a la banda de El Profesor. Según Pina, tanto ella como Rodrigo de la Serna, Hovik Keuchkerian y Luka Peros "aportan nuevas perspectivas" a la historia. Aunque no hay que entender esta inyección de nueva sangre como un intento desesperado de alargar la historia hasta la extenuación, ya que, según su creador, "el nuevo arco se va a contar en el tiempo que tenemos planeado, que será el menor tiempo posible".
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Para comprobar si realmente se cumple esa agilidad narrativa, tendremos que esperar al 19 de julio, cuando estarán disponibles en Netflix los ocho episodios que componen la tercera parte de 'La Casa de Papel'.