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'La promesa' ha dejado en jaque a uno de sus principales personajes en el episodio emitido el jueves 25 de abril. Pelayo ha decidido abandonar el palacio tras las amenazas recibidas por parte de Lorenzo, frustrado por el incompleto negocio de las armas con Cavendish. Por su parte, Martina, marcada por la imposibilidad de atajar la relación entre Margarita y Ayala, ha terminado discutiendo una vez más con Curro, aunque esta vez el choque ha sido más severo de lo habitual.
El misterio del maletín repleto de dinero se ha seguido desentrañando después de que Lope haya insistido a Vera para que cuente la verdad, lo cual ha llevado a la joven a hablar con Salvador, quien se ha posicionado a su favor. También ha sido relevante la conversación con Virtudes, a la que le ha comentado que quiere ir a hablar con su hijo, pero ha tenido que prometer que no lo hará. Mientras tanto, los deseos de Rómulo de que Ricardo Pellicer y Pía se entiendan no han terminado de cristalizar, al igual que las aseveraciones de Petra a Cruz acerca de Ayala y Margarita, por lo que la marquesa se ha enfrentado a su trabajadora.'La promesa'
¿Qué pasará el viernes?
En el capítulo 345 de 'La promesa', que se emite el viernes 26 de abril, se destaparán nuevas mentiras de Pelayo, hasta el punto de empujar a su prometida, Catalina, a plantar cara a un miembro de la familia. De la misma manera, se producirá un choque entre Manuel y Cruz después de que él exprese con una claridad meridiana cuáles son sus verdaderas intenciones tras lo sucedido con Jimena. No obstante, la situación entre el heredero y Jana no pasará por su mejor momento, y todo se viciará aún más cuando una vieja conocida de los Luján irrumpa en el palacio y cambie los planes de Manuel.
Lope cambiará su forma de actuar ante Vera, por lo que Salvador, que no tardará en darse cuenta, le dará un toque de atención al cocinero para que enmiende esa actitud. Por último, María Fernández hará todo lo posible para esconder su sentimiento de malestar tras haber recibido aquella carta, aunque esos esfuerzos no serán suficientes, ya que el contenido de la epístola saldrá a la luz de la mano de otra persona.