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Una vez superados (por ahora) los festivos nacionales y los encuentros de la Nations League, 'La promesa' recuperará su espacio habitual en las tardes de La 1. De lunes a viernes, la ficción producida por Bambú seguirá enganchando a sus espectadores, que en la emisión del lunes ya han tenido una primera muestra cargada de emoción, sobre todo para un sorprendido Curro que finalmente ha descubierto un secreto relacionado con su propia identidad. La revelación ha llegado de la mano de su estrecho vínculo con Ramona, que no ha hecho más que crecer desde que la anciana regresara tras su desaparición.
Mientras tanto, Jana se ha distanciado de Manuel y Abel ha empezado a presumir de su relación con la doncella con el resto del servicio. Todo esto al mismo tiempo que se sigue avanzando hacia la celebración del baile de máscaras, aunque Cruz se ha topado con una adversaria, Jimena, que ha decidido no acudir al evento de la marquesa y, en la medida de lo posible, dejarla en evidencia. Además, Cruz ha ignorado a Pelayo, que ha acudido a ella con la esperanza de arreglar el problema del negocio de las mermeladas. Sin salir de las altas esferas del palacio, Margarita no ha logrado culminar sus intenciones de hacer negocios con su parte de la finca, así que Catalina ha dado con un colaborador para intentar desatascar la situación.'La promesa'
¿Qué pasará el martes?
El episodio 225 de 'La promesa', que se emitirá el martes 7 de noviembre, ahondará en el conflicto personal de Curro tras encontrar la carta en la cabaña de Ramona. El documento confidencial expondrá información muy relevante tanto para el joven como para toda La Promesa, aunque primero tendrá que ser él quien procese la información que ha descubierto sobre su origen. De vuelta en el palacio, Catalina se sentirá cada vez más enamorada de Pelayo, que seguirá haciéndole regalos y teniendo constantes detalles con ella. De este modo, ella se planteará que el conde no sea solo su socio empresarial.
A la vez que se desarrollan esos frentes abiertos, todos los habitantes de La Promesa tendrán que prepararse para la fiesta de disfraces. Sin embargo, un inconveniente inesperado pondrá en peligro la celebración: varios intercambios provocarán muchas confusiones entre los asistentes. Con ese festejo a la vista, María Fernández seguirá obsesionada con colarse entre las máscaras, y para ello tratará de engatusar a Jana, aunque si su plan sale adelante, y son pilladas, todo puede acabar con un doble despido.