'La promesa' sufrirá una ruptura definitiva y Pía se enfrentará a un dilema con Cruz

A 'La promesa' le ha sentado muy bien el arranque del nuevo curso televisivo. Primero fue el acierto de la doble emisión y luego el establecimiento definitivo a las 17:30, que suponía un retraso de una hora con respecto al espacio que venía ocupando tradicionalmente. Este desplazamiento no ha jugado en contra de la exitosa ficción de Televisión Española, que el viernes pasado cerraba su presencia en septiembre con un gran 13,2% de share para seguir reivindicándose frente a la competencia directa.

Tras concluir la semana en gran estado de forma, se ha vuelto a poner la carne en el asador para no perder fuelle en octubre. El capítulo del lunes 2 ha movilizado a gran parte del palacio para dar con el paradero de la desaparecida Ramona, cuya ausencia ha consternado sobre todo a Curro y Jana, aunque no tanto a Cruz, que está bloqueando todo lo posible las batidas. Mientras se despliega esa búsqueda, Manuel tiene otra obsesión: la incipiente relación entre Abel y Jana. Y ese no está siendo el único triángulo amoroso en activo, ya que María Fernández se encuentra a medio camino entre Salvador y Lope.

¿Qué pasará el martes?

El episodio 202 de 'La promesa', que se emitirá el martes 3 de octubre, mantendrá viva la obsesión de doble filo que rodea a Jana. En esta ocasión, será Abel quien intentará seguir indagando en el auténtico lazo que une a la doncella y Manuel, aunque su principal aportación al capítulo no será esa, sino su apoyo a Jimena para culminar el plan del malogro de su embarazo. En paralelo, Martina se distanciará definitivamente (o al menos hasta que cambie nuevamente de opinión) de Curro, con el que rompe bruscamente. En lo que respecta a Carlos y Candela, la extraña actitud del profesor a la vuelta de su viaje despertará las alarmas de la cocinera.

Al otro lado de las paredes del palacio, los vecinos del pueblo arrimarán el hombro para encontrar a Ramona, pero no se encontrará rastro de ella. La influencia de la marquesa se dejará notar una vez más, y es que sigue obcecada con impedir que se extienda el dispositivo de búsqueda a sus tierras. Y ese no será el único problema que acuciará a Cruz: debido a la intervención de Rómulo, Pía sabe que la noble está relacionada con la desaparición de su hijo. Sin embargo, la distancia social entre ambas despertará dudas en el ama de llaves, aunque Jana intentará empujarla a una confrontación inevitable.