La undécima temporada de 'La que se avecina' continúa avanzando en Telecinco, presentando nuevos personajes y situaciones para Mirador de Montepinar. En el tercer capítulo, la serie continúa asentando entre los inquilinos de la urbanización a Agustín, con un Amador enfrentado a una situación límite, tramas que involucran al hijo de Doña Fina y un Antonio Recio que trata de medrar a toda cosa, aunque perjudique a su amistad con Coque.
El funeral del padre de Coque en 'La que se avecina'
La repentina muerte del padre de Coque ha salpicado al histórico jardinero y conserje. Sin embargo, para su eterno amigo Antonio Recio el funeral puede convertirse en una oportunidad de ligar, aunque sólo sea por interés. Y es que, a pesar de su estilo de vida desapegado a lo terrenal, la herencia de Alberto Calatrava resulta ser una fortuna, por lo que Recio trata de acercarse a ella seduciendo a la desconsolada viuda.
El legado de un muerto también es el centro de la trama de Fermín Trujillo que, tras 40 años cobrando la pensión de su abuelo como si estuviera vivo, recibe la visita de un equipo de televisión que busca conocerle. Resulta que el abuelo se ha convertido en la persona más vieja de España, por lo que el personaje de Fernando Tejero trata de involucrar a su hija Lola y a Javier para que le ayuden a sostener su mentira.
Montepinar, más concurrida
Por otro lado, Diego irrumpe en Mirador de Montepinar preocupado por la forma en que se está cuidando a su madre, Doña Fina. Así, descubre que le están tomando el pelo y toma la decisión de despedir a Amador. Mientras busca a un nuevo cuidador para la anciana, Menchu se cruza en el camino de Diego y trata de emparejar a su hija Yoli con el exitoso empresario.
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Al haber sido despedido y viendo peligrar las posibilidades de recuperar su descapotable, Amador se ve obligado a alquilar una habitación para conseguir algún ingreso. El nuevo inquilino que consigue es Agustín, el hombre con personalidad múltiple que compartió con Bruno su ingreso en el hospital psiquiátrico, que meterá en nuevos problemas al despreocupado vividor.