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'La que se avecina' monta un campeonato de fútbol femenino para convertir a Amador en "delantera pichichi"

Agustín se vuelve un improbable aliado de la salud mental de Bruno mientras se introduce a Martina, el nuevo personaje de María Hervás.

Por Óscar Arenas El 23 de Mayo 2019 | 16:15

La comunidad de Mirador de Montepinar, ahora liderada por Menchu, continúa embarcándose en alocadas empresas que acaban de la forma más surrealista, como ha sucedido en el quinto episodio de la undécima temporada de 'La que se avecina' con un irregular torneo de fútbol femenino. La competición ha sido sólo una de las tramas lanzadas en el capítulo, que, como siempre, daba pistas de las demás en su título: "Un pánico escénico, un bodorrio homopetardo y las Diablas de Montepinar".

Vicente es el entrenador de las Diablas de Montepinar en 'La que se avecina'

La idea de realizar el torneo de fútbol femenino surge en una junta en la que Menchu lo propone como forma de financiar su proyecto de poner un gimnasio comunitario. Gracias al premio otorgado al ganador podrían costearse la inversión, por lo que no tardan en nacer las Diablas de Montepinar, el equipo balompédico conformado por las principales protagonistas de la serie. Gracias al talento con el balón de su estrella, Alba Recio, el equipo consigue despegar y llegar hasta las fases finales del torneo.

Catering con espectáculo

Mientras tanto, la propia Alba está sufriendo sus propios contratiempos. Y es que ha logrado organizar el catering de la boda de un amigo de Enrique. Al enterarse de que se trata de un enlace homosexual, Alba considera que lo más oportuno es contratar unas drag queens como camareras, aunque, ante la falta de disponibilidad de unas profesionales, acaba disfrazando a Javi, Fermín y Amador, acuciados cada uno por diferentes necesidades económicas.

El experimento, por supuesto, no sale como ella habría deseado. Por un lado, la boda resulta mucho más formal y sobria de lo que las fantasías de Alba habían imaginado. Por otro, Javi se acaba peleando con uno de los invitados que trataba de meterle mano, Fermín se acuesta con la madre de uno de los novios y Amador desaparece en mitad del convite.

Amador, jugadora estrella

La razón de que Amador no estuviese en su compromiso con Alba es que estaba ocupando su lugar en las Diablas de Montepinar. El equipo había asegurado a última hora que la chica pudiese jugar, pero no contaban con ella, por lo que aprovecharon que el vividor estaba vestido de mujer para que ocupase su sitio en el campo de juego.

Al grito de "delantera pichichi", Amador consigue marcar, no sin antes pegar un pelotazo en la cabeza a la portera que la deja tendida en el suelo. Lo que ocurre es que después se excede en su celebración, quitándose la camiseta y dando una voltereta, lo que deja ver sus pechos falsos y hace que se le caiga la peluca. El torneo acaba, una vez más, en desastre, con jugadoras y asistentes enfrentadas entre sí en una batalla campal.

Luis Merlo como Bruno, incapaz de dar un concierto en 'La que se avecina'

Por supuesto, este encuentro tampoco acaba bien. Durante el mismo, Agustín asume la personalidad de Hagen Das, el violento fascista neonazi que lleva dentro, que le da una paliza a Gonzalo, dejándole en el hospital. Una vez allí, la reconciliación entre Bruno y Gonzalo ya es posible, aunque Bruno se entera de que su excompañero ya no sale con su mujer, lo que puede darle nuevos quebraderos de cabeza de cara al futuro.

Nueva vecina

Por su parte, Yoli sigue tratando de curar a su hermano Josito, pero él tiene miedo de los médicos por cómo le duelen las sesiones de fisioterapia. Así, se introduce a un nuevo personaje, Martina, interpretado por María Hervás, que despierta en el chico todas sus fantasías eróticas, aunque le acaba teniendo hasta miedo cuando prueba lo doloroso de sus sesiones.