'La Resistencia' regresó este lunes a Movistar+ con el estreno de su cuarta temporada en antena. David Broncano volvió a subirse al escenario del Teatro Arlequín de Madrid con dos importantes novedades, la primera de las cuales vuelve a tomar como blanco de sus bromas el que se ya puede considerar su programa rival por todas las bromas que le dedican: 'El Hormiguero'.
David Broncano estrena la cuarta temporada de 'La Resistencia'
En concreto, 'La Resistencia' se ha propuesto trollear el concurso telefónico de la tarjeta del programa de Antena 3. "Sabes que si te llaman y dice que lo que quieres es la tarjeta de 'El Hormiguero'? te dan 3.000 euros", explicó el presentador a Verónica Forqué, primera invitada de la temporada. "Hemos pensado que si a alguien le llaman y, cuando Pablo Motos diga, '¿sabes qué es lo que quiero?', dice 'una mierda como un velero' le pagamos el doble", anunció Broncano, provocando los aplausos del público asistente.
La broma le haría merecedor a su autor de un mínimo de 6.000 euros pagados por el espacio de Movistar+, si bien podría ser más porque, cada vez que alguien no responde correctamente, el bote se acumula. "Esto es difícil que salga, Ricardo, pero si sale...", comentaba el presentador a su director y colaborador en plató. "¿Esto lo sabe producción?", preguntaba Broncano, sin que realmente le importara la respuesta para seguir adelante con la idea: "Los pago yo de mi bolsillo si hace falta", aseguraba. Eso sí, aclaraba que "es por la broma, no va en contra de 'El Hormiguero', es por la risa". "¿Y Pablo lo sabe ya?", preguntaba la invitada. "Se estará enterando ahora", contestaba el conductor entre risas.
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La nueva cabina de 'La Resistencia'
El regreso de 'La Resistencia' estuvo rodeado de un alarde de producción con fuentes, pompas de jabón y lanzallamas incluidos. También con una nueva cabina oscura que se encargó de estrenar Verónica Forqué. La actriz tuvo que entrar en ella desconociendo lo que se iba a encontrar y, nada más hacerlo, profirió un sonoro grito. "¡Pero pobrecillo! ¿Qué haces ahí en pelotilla picada? Ay, madre mía", dijo, desvelando que había un hombre desnudo dentro de la cabina. "¿Quieres agua? ¿Quieres algo? ¡Pobre mío, vente conmigo!", le invitaba Forqué, con su gracia natural. Superado el susto inicial, al salir se mostraba apenada: "¡Qué lástima! Lo que había ahí...".