En 1986, la salida de "Watchmen" supuso un antes y un después en el mundo del cómic. La atrevida mirada del mítico guionista Alan Moore, el sobrio dibujo y la pensada arquitectura reflejada por Dave Gibbons y la impresionante paleta de colores diseñada por John Higgins dieron lugar a un auténtico revulsivo del género de superhéroes. Los tres británicos arrojaron su ácida mirada sobre la sociedad estadounidense en el contexto de la Guerra Fría y de paso deconstruyeron la tradición de identidades secretas y vigilantismo.
Los protagonistas de "Watchmen" tal y como se dibujaron en el cómic
En el siglo XXI, las películas de superhéroes hicieron que el público más generalista se familiarizase con toda esa tradición de máscaras y capas. Desde el estreno del "X-Men" de Bryan Singer, pasando por la oscuridad del "Batman Begins" de Christopher Nolan hasta el estreno del Universo Cinematográfico de Marvel con "Iron Man", comenzaba la fiebre superheroica tan instaurada ya en la cultura popular. Y fue entonces, en 2009, cuando Zack Snyder, posterior arquitecto parcial del Universo Extendido de DC, estrenaría la película de "Watchmen" para subvertir desde su medio a los justicieros.
Pero el fenómeno superheroico no tardaría en aterrizar en las ficciones seriadas. En la televisión comenzó de forma tímida, con apenas algún éxito puntual como 'Smallville', pero, ya entrando en la década de 2010, gozarían de un amplio éxito de público las series de Marvel para Netflix o el llamado "Arrowverso", demostrando las posibilidades de adaptar el formato de universo compartido a la televisión. Pero también este formato tiene ahora su propio 'Watchmen', en esta ocasión de la mano de Damon Lindelof y estrenado mediante HBO, y también está dispuesto a llevar a los vigilantes al siguiente nivel.
1 Dos tipos de fidelidad al cómic
Looking Glass en 'Watchmen' y Rorschach en la película previa, destapan su boca para comer
El Comediante es lanzado por la ventana en el cómic y en la película de "Watchmen"
Las aproximaciones a "Watchmen" para la televisión y el cine han sido totalmente contrapuestas, aunque ambas deriven de la misma obra. Así, la adaptación de Zack Snyder optaba por trasponer la literalidad de los sucesos del cómic, en algunos casos copiando punto por punto todos los detalles de algunas viñetas. Sin embargo, en el proceso también cambiaba ciertos detalles argumentales.
El 'Watchmen' de HBO, por otro lado, ha optado por asumir todos los detalles de la original, pero no repetirlos, situándose como una segunda parte. Al hacerlo, por supuesto, se inventa todo un nuevo mundo de personajes, argumentos y contextos que nunca se han desarrollado en el cómic, pero que sirven para llevar a esta serie a replicar el espíritu del original al llevarlo a los nuevos tiempos, con un ímpetu que denota un acercamiento a objetivos similares a los que el original intentaba.
2 Diferente espacio y tiempo
Sister Night y el ruso Red Scare, dos miembros de la policía de Tulsa
Aunque el tebeo saltaba en el tiempo y acababa viajando a lo largo del mundo e incluso del espacio en según qué momentos, la acción principal se situaba en Nueva York en 1985. Un 1985 alternativo, alterado por la presencia de superhéroes en él, que al mismo tiempo reflejaba las tensiones propias del momento en el que salió el cómic. Unas tensiones que fueron recreadas 25 años después de que estuviesen desactualizadas en la adaptación fílmica.
Por otra parte, la serie de HBO se sitúa en 2019, año de salida de la propia serie, y se desplaza desde Nueva York a Tulsa, en la América profunda. Con ello, se contextualiza en su presente, tal y como hizo la obra que adapta, y para ello, por supuesto, opta por reflejar un conflicto político diferente, como es el racismo y su pervivencia, e incluso resurgimiento, bajo la administración Trump.
3 El 'Watchmen' más patriota
Aunque "Watchmen" siempre fue una obra centrada en el contexto estadounidense desde su primera concecpión, ya que revisita un arquetipo como es el de los superhéroes, que supone un mito propio del país americano, la ficción de HBO supone una mirada mucho más interna que cualquier otra. Los conflictos raciales expuestos reverberan especialmente en el contexto estadounidense, aunque puedan ser exportables a lo largo del mundo.
En el cómic original, así como en la cinta de Zack Snyder, las tensiones se internacionalizan más, aunque sólo sea por el conflicto global que supone la Guerra Fría. Eso sí, la perspectiva siempre es enteramente estadounidense, con unos personajes que no dejan de reflejar las contradicciones de la nación en que nacen todos estos superhéroes como imperio y, en ese momento, como superpotencia.
4 De la ley Keene a las becas Redford
Los policías enmascarados de Tulsa en 'Watchmen' de HBO
La política, por lo tanto, juega un papel determinante en todas las encarnaciones de "Watchmen". Sin embargo, la película sigue, una vez más, al cómic, al presentar a un presidente conservador eternizado en el poder en Estados Unidos, en ese caso Richard Nixon, mientras que quien se ha perpetuado en la versión televisiva es un demócrata. Esto supone un cambio fundamental y, al mismo tiempo, un guiño al cómic, al ser este nuevo presidente el actor Robert Redford, que en el final del "Watchmen" original se mencionaba que podría presentarse para la próxima campaña.
Así, las leyes aprobadas por ambos ejecutivos tienen un papel determinante en las dos versiones. En la película, por ejemplo, la ley Keene determina la prohibición de los vigilantes enmascarados. Esta prohibición se mantiene en la serie, aunque, por obra del senador de Oklahoma, en Tulsa precisamente se ha permitido a la policía llevar máscaras, continuando así con el espíritu superheroico de otra forma. En su lugar, tiene una gran importancia en la producción de HBO un subsidio aprobado por el presidente Redford y que trata de compensar a las víctimas de la violencia racista.
5 El destino del diario de Rorschach
The Seventh Kavalry, organización ultra de seguidores de Rorschach
El diario de Rorschach, el único justiciero activo como tal en 1985, supone uno de los ejes centrales de la serie de DC, que permite al lector conocer de primera mano la mente de este personaje implacable y trastornado. Al final de la obra, el diario cae en manos de los periodistas de The New Frontiersman, periódico ultraderechista que era la preferencia del enmascarado en blanco y negro, y queda la duda de si fue desechado por azar o por no concederle fiabilidad o de si fue finalmente publicado y, de ser así, si consiguió destapar la conspiración que triunfaba en el cómic.
Al situarse años después, el nuevo 'Watchmen' que propone Damon Lindelof debe responder a todos esos interrogantes tan planificadamente suspendidos en el aire. La respuesta es que el diario llegó a la opinión pública, pero sólo es creído por algunos teóricos de la conspiración que, irónicamente, tienen razón. Particularmente, su contenido es seguido por el grupo supremacista blanco Seventh Kavalry.
6 Entre los "héroes" y lo "súper"
Búho Nocturno en una de las dinámicas peleas del "Watchmen" de Zack Snyder
Aunque en ambas versiones hay enmascarados luchando por la justicia, lo cierto es que sería difícil calificar la serie como una historia superheroica. Parte del mismo mito, pero lo lleva a un nuevo territorio al estar protagonizado por policías enmascarados. No sucede lo mismo con la película, en la que sus protagonistas son más claramente vigilantes al margen de la ley y el orden.
Además, la forma de representar la violencia en ambas ya marca el tono. En la serie, la acción es más propia de policías bien entrenados, como sucede en el cómic. Por otra parte, la representación tan orquestada, sangrienta y estética que hace Zack Snyder de las peleas las convierte en algo más cercano al género superheroico. Y, por supuesto, está el hecho de que la ficción seriada de no cuenta con un personaje principal con superpoderes reales, como sí sucede con el Dr. Manhattan en la película. Y es que, aunque el buen doctor exista en la versión de HBO, su aparición es casi anecdótica.
7 Una de calamares
Una lluvia de calamares en 'Watchmen'
Alan Moore, tan fascinado por la mitología de H.P. Lovecraft, dio un toque lovecraftiano a "Watchmen" al añadir un calamar gigante de otra dimensión a su historia de héroes enmascarados. En realidad, esta criatura era un diseño en parte científico y en parte místico creado por las mentes más brillantes del planeta, secuestradas y reunidas para conformar una amenaza mayor que cualquier otra que acabase con la Guerra Fría al unir a sus países en conflicto contra ella.
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Un monstruo que conecta con la esencia de ciencia ficción y fantasía que tan presentes han estado en el medio del cómic y que Zack Snyder consideró demasiado delirante para su película. Es por esto que sustituyó la amenaza cósmica interdimensional por otra ya presente en el relato, como es la del propio Dr. Manhattan, y se ahorró en el proceso toda una subtrama. En el mundo de la serie de 'Watchmen' el calamar gigante realizó su incursión letal en Nueva York, y es un hecho que no sólo no se esconde, sino que tiene replicas en forma de pequeñas e inexplicables lluvias periódicas de efímeros bebes calamar.