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La noche del jueves 4 de enero, 'La isla de las tentaciones' emitió su tercera entrega, en la que se mostraron nuevas imágenes de la convivencia entre los participantes y los solteros que los acompañaban. Así, se pudieron ver nuevos episodios de complicidad y cercanía protagonizados por Simone Coppola y Lola Mencía, al igual que por Marina García e Isaac Torres. Los cuatro se mostraron especialmente acaramelados en la piscina de la villa, haciendo peligrar la relación de ambas participantes, muy cerca de caer en la tentación.
Simone y Lola, muy juntos en la piscina en 'La isla de las tentaciones'
"Cuando vemos encenderse la luz, nos la tomamos de otra manera pero a mí me sigue doliendo", confesaba Jesús Sánchez entonces, mientras que Hugo Pérez afirmaba que "sé que por Lara Tronti no va a sonar nunca" y Manu González aseguraba que, de ser su pareja, "lo tendría bien merecido por lo mal que me he portado con ella". Lejos de mantener las distancias, lo que llegó incluso a agobiar un tanto a Lola, Simone y la leonesa vivieron un "momento más íntimo, más pasional", tal y como describió su protagonista, en la piscina. "Él me agarraba, me daba besos por el cuello y me volví un poco loca, la verdad", confesó Mencía, tras lo cual reconoció que "me gustaría hacer de todo con él, pero llega un momento en el que mi cabeza me para porque tengo pareja, no soy una persona infiel". "Eso es lo que me enfría un poco", concluyó Mencía.
"La tensión sexual es evidente"
Marina e Isaac en la piscina y acariciándose en el sofá en 'La isla de las tentaciones'
Dicho episodio fue muy parecido al que compartieron Marina e Isaac, del que la primera aseguraba que "cuando estoy con él en la piscina, sube la temperatura". "El hecho de querer y no poder me da más morbo que el coger y hacerlo del tirón", declaró la sevillana, consciente del "tonteo" entre los dos. "La tensión sexual que tenemos yo e Isaac es evidente. Está ahí y va a seguir estando", afirmó García, quien acabó compartiendo un efímero beso con el tentador en la piscina. Además, la sevillana también acabó sobre un sofá con el soltero, mientras él la acariciaba nalgas, muslos y espalda. "Es inevitable que nos acariciemos, que nos queramos tocar", explicaba la sevillana, tras lo cual admitió que "no sé cómo me contengo". "Llegará el momento en el que explote y no pueda más, pero espero que no", deseó la participante.