Raquel y Noemí han sorprendido a los espectadores de 'Los Gipsy Kings' con una de las confesiones más inesperadas que cabría imaginar. En el interior de su recién estrenada furgoneta bautizada como "brilli-furgo", ambas han compartido un momento de intimidad en el que se han sincerado acerca de lo que pensaban la una de la otra y han mencionado a una tercera persona que lleva la sangre de las Salazar, pero cuya existencia era desconocida hasta el momento.
Noemí y Raquel se abrazan en el interior de su nueva furgoneta
"Noemí, tengo que confesarte algo. Soy muy feliz de que tengamos esta relación. Si no hubiera sido por ti, no hubiera vivido ni la mitad de las cosas que he vivido. Te quiero mucho", expresaba Raquel ante las lágrimas de su hija y reconociendo que "a veces es verdad que pareces tú la madre y yo la hija". En ese momento, Noemí reprochaba a su madre que "le demuestra poco que la quiere y, a veces, necesita que sea más cariñosa".
Sin pretender excusarse en ello, Raquel ha recordado a su hija que "su vida no ha sido fácil y ha tenido bueno pero también mucho malo" y, sobre todo, "tengo el dolor de tu hermana". Tal y como suena, Raquel ha confesado que "tiene una hija de la que nunca habla y hace tiempo que no ve". "Yo no la he excluido de mi vida. Es ella, que no quiere formar parte de ella (...) Mis puertas están abiertas para todos mis hijos", se lamentaba la grande de las Salazar.
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Un duro golpe para Noemí
Noemí también ha recordado que su hermana "se casó y decidió irse con la familia de su marido y en sus momentos más importantes, no la ha tenido". La pequeña de las Salazar se lamentaba en ese momento de que ni siquiera hubiese acudido a su boda. Raquel "no le quería amargar el día" a Noemí, "sin la que no puede vivir"; sin embargo, "no puede sacarse de la cabeza a su otra niña". "Ya verás como Dios nos ayuda y todo se arregla", se encomendaba al Todopoderoso Noemí.