Lucía y Manuel se liaron en su regreso de 'La isla de las tentaciones': "Dejé que se acercara y nos besamos"

El jueves 25 de marzo, Telecinco emitió la última entrega de la tercera edición de 'La isla de las tentaciones', en la que se volvió a ver a Lucía Sánchez Rodríguez y Manu González, quienes protagonizaron un tenso reencuentro en el que incluso se vio envuelta Fiama Rodríguez. Una reunión en la que ambos se lanzaron reproches muy contundentes y en la que desvelaron que, durante su trayecto de vuelta a España, acabaron compartiendo algo más que palabras en el avión.

"Estaba metida en algo que no me estaba dando cuenta de que me estaba haciendo mucho daño", declaró Lucía, tras repasar su paso por el programa. La gaditana reconoció que "ahora soy una persona totalmente diferente. Nunca saldría de mi boca que necesito a algún hombre para ser feliz, eso es una barbaridad". "Siento dolor cuando pienso en lo que he pasado, lo que he aguantado, porque él no se merece eso", añadió Sánchez, quien confesó que "hablamos mucho en el avión", durante su regreso a España, un viaje de nueve horas. "Me dijo que no quería ni cerrar los ojos porque iban a ser las últimas horas mirándome. Lloró mucho", relató Lucía, sobre Manuel, a quien "dije que no quería absolutamente nada de él". "Es verdad que yo estaba en un estado de shock, como que no había pasado nada. Le decía que no me tocase ni me mirase. Pero dejé que se acercara, nos estuvimos besando, dijo que me quería, yo también a él", admitió finalmente la gaditana, tras lo cual matizó que "es verdad que estaba muy débil, lo quería mucho y lo tenía al lado. Pero también era como el último beso, porque no me podía permitir más humillaciones".

"Lo veo muy subido, como si se creyera alguien importante. No sé en qué mundo está viviendo, según lo que la gente me cuenta", observó la gaditana, cuyo proceso tras la ruptura consistió en que "el primer y el segundo día, no he llorado por él". "Fue como que todo pasó allí y, cuando llegué, me di cuenta de que yo tenía una obsesión que ya no era amor", explicó Sánchez, para después abandonar un tiempo el reencuentro, con la esperanza de "encontrarme a un Manuel humilde, que pida perdón y asuma sus errores". Tras su marcha, Sandra Barneda se reunió con Manuel, quien defendió que "me comporté como me salió. Estaba muy quemado, mi relación era una mierda". "Si perdonas, olvidas. No me tienes que recordar todos los días que soy un hijo de puta", criticó González, sobre su expareja. "Prefería que pasara el tiempo para verla, porque estoy convencido de que, si me acerco, termino liándome con ella, por mucho que diga que no", aseguró el gaditano. La presentadora quiso saber entonces "por qué te liaste tú con ella en el avión", ante lo que Manuel reconoció que "es mi novia de tres años y medio. La querré siempre, pero no estábamos hecho el uno para el otro". "Las cosas no se olvidan tan pronto. Ha habido momentos en los que la he echado de menos, pero no me compensa", confesó Manuel.

"Era una relación terminada y no me daba cuenta"

Lucía se reunió con Manuel después de que este recibiera a solas a Fiama, momento en el que la expareja inició una guerra de reproches ante la presentadora y la tentadora. "Te gusta quedar siempre por encima", reprochó Manuel, ante lo que la gaditana replicó que "por encima de ti, por supuesto". "No estoy orgullosa de hacer daño a nadie y tú lo estás", echó en cara Sánchez, en medio de su "batalla", ante lo que su exnovio replicó que "tú eres una ponecuernos, has puesto cuernos también. Has engañado a tu expareja". "Si tú estás tan amargado conmigo, me dejas y no haces daño gratuito", señaló Lucía, antes de que Fiama abandonara el lugar. "¿Por qué estáis tan enfadados el uno con el otro?", cuestionó Sandra, ante lo que Manuel contestó que "estoy harto de aguantar que siempre soy el malo". "Yo te deseo a ti lo mejor del mundo y ojalá te vaya de diez, pero no quiero que me pisotees"", añadió el gaditano, tras lo cual Barneda les propuso dedicarse buenas palabras.

"Me voy a quedar con lo bueno, siempre. Te voy a querer siempre", afirmó Manuel, mientras que Lucía manifestó que "no te deseo ni nada bueno ni nada malo, no quiero saber nada de ti". "Estando conmigo, eras de diez. Lo he dicho en la isla, después de ver los cuernos que me ponías", añadió la gaditana, quien reconoció había tenido algunos tonteos. "No estoy preparada para darle cariño a nadie ni estar pendiente de nadie. Ahora mismo, me encuentro superfeliz dedicándome a mí", declaró Lucía, a quien González deseó que "ojalá encuentres a alguien que te haga feliz de verdad, que sea recíproco y que no se convierta en una relación tóxica de prohibiciones". "Me siento más tranquila, porque tenía ganas de soltar, aunque se ha ido un poco de madre", confesó Lucía, al concluir la reunión, momento en el que añadió que "cuando tengo que reconocer algo, lo reconozco. Cuando una está enamorada, hace tonterías". "No volvería de nuevo. Pero si me llegan a contar lo que va a pasar, yo entro. Porque, como él dice, era una relación terminada y no me daba cuenta. Yo sola me estaba consumiendo", concluyó la gaditana.