Lucía pone fin a su relación con Manu por sus líos en 'La isla de las tentaciones': "No merece nada de mí"

La noche del jueves 11 de febrero, 'La isla de las tentaciones' alcanzó su cuarta entrega, en la que las chicas se enfrentaron a su segunda hoguera de la edición. Una cita en la que Lucía Sánchez pudo ver cómo su pareja, Manu González, se besaba no solo Stefany Martínez, sino también con Fiama Rodríguez. Algo que, en lugar de desatar sus lágrimas, acabó despertando en la gaditana una determinación por la cual acabó arrojando a la hoguera las pulseras y el anillo que González le regaló, poniendo punto final a su relación.

Lucía se enfrentaba a la hoguera "nerviosa", tratando de convencerse de que su pareja no había sido responsable de encender la luz de la tentación, "pero, por otra parte, pienso que ha podido ser, como cualquiera". "Ahora mismo estoy un poco más tranquila, porque venía con mucho miedo con la Stefany, pero viendo que ella está con uno y con otro, me he relajado en ese sentido", reconoció la gaditana, después de ver las imágenes del resto de sus compañeras, en las que la soltera acababa besándose con Jesús Sánchez. "Pero hay muchas más. Quiero ver cómo está actuando para saber cómo actuar", añadió la participante, tras lo cual manifestó que su mayor miedo era "que se diera un beso con alguien, o que no lo haga y diga que tiene ganas". A continuación, Lucía pudo ver cómo Manu hablaba de su relación con ella, para después dejar claro que "voy a ser sincero y a mirar por mí". Además, se pudo ver cómo el gaditano le chupaba el brazo a la soltera, hasta el cuello y bailan muy pegados antes de que se acabasen besando, algo que provocó que Lucía estuviera a punto de llorar.

"Yo sí que no voy a llorar más. Es patético. Me lo había demostrado antes, pero ahora lo es más", declaró la participante, con frialdad. Aún así, Lucía reconoció que no se había esperado imágenes como esas, dado que "estaba más tranquila hoy". "No ha hecho nada, no se ha dejado ni chupar un puto tobillo", intervino entonces Lola Mencía, sobre el comportamiento de su compañera. "¿Por qué crees que lo ha hecho?", preguntó entonces Sandra Barneda, a lo que la aludida respondió que "porque no tiene dos dedos de frente, no me quiere, es su naturaleza. Porque no piensa en nadie, más allá de lo que tiene entre las piernas". "Él no se merece nada de mí. Ya llorará. Lo que yo he llorado y más", remató la gaditana. El programa emitió entonces la llegada de Fiama Rodríguez al reality, al igual que sus conversaciones, bailes y besos con Manu, ante los que Lucía apartó la mirada mientras sus compañeras eran incapaces de ocultar su perplejidad. "Yo sabía que lo iba a hacer, es un mierda", murmuró Sánchez, mientras que Marina García, por su parte, criticó que "esta casa es lo más cerdo que he visto en mi vida". "¿Con una persona así quieres pasar el resto de tu vida? Esto te ha servido para abrirte los ojos", planteó la sevillana.

"He vivido tres años una mentira"

"¿Cómo te sientes?", quiso saber Barneda, dirigiéndose a Lucía. "Siento que me ha vuelto a humillar. Me siento una porquería pero, a la vez, siento que él es más porquería que yo. Porque valgo mucho más que él y no le he faltado al respeto en mi vida", declaró la aludida, para después añadir que "ahí es donde va a quedar él y voy a quedar yo". "Es un caliente, asqueroso. Que haga lo que quiera", criticó la gaditana, a quien la presentadora señaló entonces que "hay más imágenes". "No quiero verlas, por favor, pero quiero saber si se ha acostado con alguien. No estoy preparada para verlas", atajó entonces Lucía quien, ante las cámaras, reconoció que "no quiero ver más imágenes porque en las siguientes yo ya me las conozco. Sé quién es el personaje que tengo al lado".

"Ella sabe que me tiene para todo. Se está dando cuenta de la persona con la que quería compartir el resto de su vida", opinó Marina, durante la hoguera, en la que su compañera comenzó a retirarse joyas de las manos, "todas las mierdas que tenga de él, que no valen para nada", concretamente un par de pulseras y un anillo. "Porquería en mi cuerpo no quiero", remató la participante, antes de acercarse a la hoguera para arrojarlo todo al fuego. "No quiero nada que tenga que ver con esta mierda de persona. He perdido tres años de mi vida, pero no voy a perder más, todavía tengo tiempo. No tengo nada que hacer con un tío así", declaró Lucía, quien concluyó su segunda hoguera señalando que "he vivido tres años una mentira y no voy a perder ni un minuto más con una persona tan despreciable".