Tras haber salvado tener una quinta temporada, la polémica sigue rodeando a 'Madres forzosas', la secuela de la clásica 'Padres forzosos' realizada por Netflix. La salida del creador de la sitcom, Jeff Franklin, sigue dando de qué hablar al salir a la luz, a través de The Hollywood Reporter, el acta de su juicio por despido, en el que se detallan los comentarios machistas y racistas que supuestamente proclamó durante la producción de la serie.
Andrea Barber, Jodie Sweetin y Candace Cameron Bure en 'Madres forzosas'
El mítico showrunner que dio luz tanto a la serie original como al revival de Netflix fue despedido tras la cuarta temporada de esta última, generando una gran polémica. A raíz de esto, el productor ejecutivo Bryan Behar fue colocado en su puesto, lo que hizo que Jeff Franklin le demandase por, desde su versión, aprovecharse del movimiento #MeToo para descontextualizar parte de sus declaraciones y difundirlas, coincidiendo con el final de su contrato, para así quitarle de en medio.
En el juicio han sido llamadas a testificar hasta siete mujeres que han trabajado en la producción de 'Madres forzosas', de las que se ha protegido su identidad. La mayor parte de ellas son guionistas que han trabajado directamente con el showrunner, y han detallado durante el proceso judicial algunas de las declaraciones machistas y racistas de Franklin que habrían presenciado.
Fuertes comentarios
Estos testimonios detallan cómo Franklin mostró su preferencia por los guionistas masculinos en repetidas ocasiones, quejándose de tener que contratar a mujeres o personas de color para quedar bien. Según las palabras que se le achacan, opinaba que las directoras mujeres eran "todas iguales". Además, muchas de las mujeres han sentido que se las sexualizaba constantemente ante comentarios de Franklin, sobre todo cuando hacía referencia a sus continuas orgías y cuando eran invitadas a su mansión, con indicaciones muy específicas de que llevasen bikini.
Por ejemplo, una de las declaraciones asegura que el entonces showrunner afirmó, sobre una chica del equipo que era menor de edad, que "está a una operación de nariz de tener un buen polvo". En otra ocasión, hablando sobre una guionista, habría expresado sus quejas ante una hipotética baja por maternidad inminente: "Probablemente vaya a quedarse embarazada la siguiente semana. Ojalá pudiera hacerle una histerectomía a todas las mujeres de mi equipo".
Negando su versión
Una de las declarantes ha sido Silisha Platon, vicepresidenta de Relaciones Laborales de Warner Bros., la productora de la ficción. En su declaración jurada, ha afirmado que en 2016 ya se amonestó a Jeff Franklin por tratar de forma desigual a mujeres y hombres entre los guionistas y por esquivar exigencias de ausencias puntuales de embarazadas para visitar al médico. Esto es mucho antes de que el caso de Harvey Weinstein saliese a relucir y, por lo tanto, antes de que el movimiento #MeToo pudiera ser usado en su contra, como él mismo alega.
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El propio Bryan Behar ha testificado en el juicio, jurando que nunca le ha hablado a la prensa sobre el comportamiento de Franklin, por lo que no se habría aprovechado de ello para hacerse con su puesto. Eso sí, ha confirmado haber sido testigo de algunas de las declaraciones menos controvertidas de las que se le achacan a su excompañero.