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La televisión pública de Israel está decidida a atreverse a soñar en el Festival de Eurovisión 2019 y quiere ofrecer un espectáculo que quede para siempre en la memoria de los eurofans. Por ello, desde el principio se marcó como objetivo contar con grandes estrellas entre sus presentadores y artistas invitados de los interval acts, o lo que es lo mismo, las actuaciones que se realizan durante las votaciones de las semifinales y la final.
Junto a Coldplay o Elton John, el nombre de Madonna es uno de los que comenzó a sonar con fuerza como posible estrella invitada, pero en otoño se estancaron las negociaciones con Kan, la televisión nacional, debido a un desacuerdo económico entre ambas partes. Sin embargo, el acercamiento de la cantante estadounidense al festival vive ahora un nuevo episodio después de que el multimillonario Sylvan Adams se haya ofrecido a hacerse cargo de los costes.Madonna podría actuar en el Festival de Eurovisión 2019
El medio israelí Y Net se hace eco de las declaraciones de uno de los socios de Adams, Danny Ben-Naim, que espera que "en los próximos días firmemos un acuerdo para traer Madonna a Eurovisión". Otros medios como Mako apuntan a que el caché de Madonna se elevaría al millón y medio de dólares para interpretar dos canciones sobre el escenario de Tel Aviv.
Esta no es la primera vez que Sylvan Adams trata de poner a Israel en el epicentro mediático, ya que este año fue el responsable de financiar el comienzo del Giro d'Italia en Jerusalén. De hacerse realidad sus planes, Madonna seguiría los pasos de Justin Timberlake, la primera gran estrella internacional que puso un pie en el escenario de Eurovisión durante Estocolmo 2016. Junto a ella, se espera que la ganadora del año pasado, Netta, también actúe en la próxima edición como viene siendo tradición.
Eurovisión 2019, por todo lo alto
Más allá de ser un icono musical, la presencia de Madonna en Eurovisión 2019 podría explicarse por el fuerte vínculo que la artista ha manifestado mantener con Israel en numerosas ocasiones. No se considera judía pero sí israelí, dijo una vez; habla abiertamente de su pertenencia a la Cábala; en 2004 adoptó su nombre hebreo, Esther; y su propio manager, Guy Oseray, es de origen israelí.
De hecho, se rumorea que es dueña de un ático en Tel Aviv, donde podría alojarse en caso de aceptar finalmente actuar en el festival en mayo. A pesar del reducido aforo del Centro de Convenciones, Kan quiere ofrecer "una de las mejores ediciones de la historia" y el diseñador del escenario, Florian Wieder, ya ha prometido una "espectacular" ceremonia de apertura nunca antes vista en el certamen musical más importante de Europa.