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Lejos de tranquilizar definitivamente a sus seguidores, la rueda de prensa celebrada este lunes por la UER en Tel Aviv con motivo del Eurovisión 2019 ha vuelto a poner en entredicho la actuación de Madonna en la final del 18 de mayo. Si bien Jon Ola Sand, Supervisor Ejecutivo del festival, ha confirmado las negociaciones con la Reina del Pop, ha desvelado que siguen en el aire y que todavía no se han materializado en un contrato.
"La razón por la que la UER no ha confirmado la actuación de Madonna es porque no hay contrato firmado con ella", ha declarado, lamentando la situación: "Nos encontramos en fase final de negociaciones pero si esta semana no hay un contrato firmado no la veremos en el escenario". A menos de seis días para la gran final en la que se produciría su interval act, la escaleta de la gala sigue en el aire por falta de un acuerdo firme entre ambas partes.Madonna no ha firmado aún su contrato de Eurovisión
La situación en la que se encuentra el festival con respecto a la cantante es "extraña", en palabras de Jon Ola Sand: "Tenemos una artista a la que le gustaría participar en Eurovisión, a nosotros nos encantaría tenerla en el escenario, pero para ello necesitamos ciertas garantías". De este modo, ha confirmado que Madonna sí tiene disposición para realizar su actuación en el espectáculo. "Por desgracia, ha habido rumores y la gente ha estado hablando en boca de la UER", ha añadido.
El supervisor también ha hecho frente a los numerosos problemas técnicos que se han producido en los ensayos de este año, y que han afectado en especial a las delegaciones de Malta, Portugal y Estonia. "Siempre hay cosas que arreglar pero todo está bajo control, dentro de que es un show en directo", ha señalado, si bien el problema ha llevado a conceder ensayos adicionales a esos dos últimos países, una medida poco frecuente.
La bajada de ventas de las entradas
Eurovisión no está reportando los beneficios que Israel esperaba. El elevado precio de las entradas, sumado a los altos costes de vuelos y alojamiento, han provocado que la llegada de turistas atraídos por el festival sea relativamente escasa. La primera semana de ensayos la organización intentaba un movimiento a la desesperada y rebajaba los precios de las entradas para tratar de contar con público suficiente en las semifinales, provocando protestas de los fans que ya habían pagado un precio mayor.
Zivit Davidovitch, responsable de la cadena, ha respondido parcialmente a las críticas indicando que la rebaja del coste se debe a una nueva oferta para grupos de más de 30 personas que se puso en marcha a principios de mayo. El problema estaría en que esos grupos numerosos en realidad no existirían y habría fans movilizándose para conseguir el descuento. "No podemos hacer nada si la gente comparte el código de grupo", ha indicado escuetamente, sin querer hacer alusión a un plan turístico que se podría dar ya por fracasado.