La supuesta muerte inminente de Nadia Blanco consiguió conmover a España. Fernando Blanco, antes padre coraje, logró tocar el corazón de la población del país con la enfermedad de su hija, que sólo se curaría con una operación carísima y que únicamente se podía hacer en el extranjero. Así, con este discurso, recaudó 1,1 millones de euros para sufragar la intervención, una que nunca se produjo. Al parecer, la enfermedad de la pequeña, tricotiodistrofia, según han informado médicos forenses, es efectivamente una dolencia rara que le produce problemas de movilidad y de aprendizaje, pero no disminuye su esperanza de vida. Había mentido, supuestamente, para enriquecerse.
Ana Rosa Quintana y Margarita Garau
Por este motivo, Blanco y su mujer, Margarita Garau, afrontan una petición de seis años de cárcel. El juicio ha quedado visto para sentencia. Los padres de Nadia ya han expuesto sus argumentos delante del juez y ahora, Garau, lo ha hecho en 'El programa de Ana Rosa', donde ha intervenido para defender su inocencia y el derecho a estar con su hija. "Es una niña enfermita. Me necesita. Además, la he parido yo", explicaba en una entrevista con Ana Rosa.
"Mi hija es mi vida, cojones. Si la niña se cae, quiero estar con ella, si se despierta por la noche, quiero estar con ella", proseguía la madre de Nadia, en un intento de utilizar su instinto maternal para inspirar compasión en la audiencia, una que, según ella, la ha juzgado de ser mala madre. "No estamos juzgando si eres buena o mala madre, lo que estamos juzgando es que hay una estafa a gente de buena voluntad diciendo que necesitas unos tratamientos que se iban a hacer a tu hija y que no se han hecho", expresaba Ana Rosa, algo que enfadó profundamente a Garau, que comenzó a replicar a la presentadora: "Ves, directamente afirmas estafa". "Es que lo es", apostilló la presentadora, que tenía muy clara cual era su postura en esta cuestión.
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Defiende su inocencia
En la entrevista, además, reiteró una y otra vez que ella desconocía lo que estaba haciendo su marido, del que, según ella, "no tenía por qué desconfiar". No obstante, quiso echar un capote a Fernando Blanco y matizar que para ella habría sido una estafa si la niña no hubiese estado enferma.