En el anterior capítulo de 'Anatomía de Grey' Alex tuvo que enfrentarse a una serie de contratiempos en el nuevo hospital. El hallazgo de una fosa común parecía complicar el futuro que tiene pensado para el centro, pero gracias a su capacidad de liderazgo logró solventar todos los problemas. Además, la alegría del momento le llevó a actuar de forma impulsiva, casándose con Jo en el juzgado de forma improvisada. Por su parte, Amelia conocía a los padres de Link, viéndose envuelta en una velada familiar bastante incómoda. Sin embargo, tomó las riendas de la situación demostrando que ha logrado cambiar y que es feliz junto al padre de su futuro hijo. Asimismo, pudimos ver a Meredith en prisión, aunque de forma fugaz. La doctora terminó la condena entre rejas, un castigo que le sirvió para comprender que la vida no es fácil para nadie y hay que saber jugar con las cartas que te ofrece el destino.
En este séptimo episodio de la decimosexta temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "Papa Don't Preach" y que en España podemos ver gracias a Fox Life, Catherine está de vuelta en la ciudad y no tiene idea de lo que está pasando entre Jackson y Maggie, mientras que su relación con Richard se ha vuelto distante. Por su parte, Owen y Amelia tratan a una mujer que se cayó por las escaleras de su casa y rápidamente se dan cuenta de que esa historia esconde algo más. Además, después de conocer a su padre biológico desde hace varios años, Maggie se sorprende al conocer a algunos de los familiares de Richard que buscan su ayuda.
La familia biológica de Maggie
Maggie junto a Richard, su tío y su prima en 'Anatomía de Grey'
Ya han pasado varios años desde que Maggie encontró a su padre biológico. La relación entre ambos ha ido mejorando con el tiempo, pero ella nunca ha llegado a conocer a más miembros de su familia, hasta este capítulo. En el hospital se han presentado una mujer y un hombre que han resultado ser la prima y el tío de Maggie, algo que ella ha notado a primera vista gracias al enorme parecido entre ambas mujeres. Cabe destacar que el papel de Sabi, la sobrina de Richard, está interpretado por la hermana de la actriz Kelly McCreary en la vida real, responsable de encarnar a Maggie. La decisión del equipo de casting ha sido totalmente acertada, pues aporta ese extra de veracidad a una historia que no deja de ser ficción.
La reacción de ambas es positiva, aunque a Maggie le cuesta procesar toda la información que le acaba de llegar como caída del cielo, algo totalmente comprensible. Aunque Meredith y Amelia son ahora su familia, nunca había tenido una conexión tan fuerte con alguien, una unión propiciada por todos esos genes que comparten y que les hacen tener tantas cosas en común. De hecho, hacía tiempo que no veíamos a Maggie tan feliz y contenta. Quizá ese haya sido el principal motivo por el que la doctora Pierce se ha ofrecido efusivamente a operar a su prima, que ha acudido al hospital para solicitar ayuda médica ya que tiene un gran tumor. Incluso se ha enfrentado a la negativa de su prima y de su tío para imponer su voluntad, logrando finalmente poder encargarse de la intervención.
En otras ocasiones hemos visto como los médicos tenían prohibido operar a familiares, pero aquí han hecho una excepción porque se conocen de muy poco tiempo. Sin embargo, Maggie habría deseado mantenerse alejada después de no poder hacer nada por ayudar a su prima, que ha fallecido en el quirófano. La secuencia ha sido sobrecogedora, de hecho, hacía tiempo que no vivíamos una operación tan emocionante. El resultado nos ha dejado con un nudo en la garganta, sobre todo cuando hemos visto a Maggie romperse en mil pedazos y afrontar la difícil tarea de comunicarle a su familia la pérdida. Si la relación entre Richard y sus hermanos era mala, este suceso complica las cosas más todavía. Si bien es cierto que Maggie es una gran cirujana y ha hecho todo lo posible, jamás va a poder librarse de ese sentimiento de culpa de haber perdido a su prima con la que, además, había congeniado tan bien. Solo nos queda ver cómo afectará esta situación al futuro profesional y familiar de Maggie.
Las cosas ya no son como antes
Richard conversa con su hermano y su sobrina en 'Anatomía de Grey'
Catherine ha regresado a Seattle y parece que para quedarse una temporada, lo que le permitirá ponerse al día de todo lo que ha sucedido porque incluso desconoce la ruptura de Jackson y Maggie. La Fundación Fox es la excusa perfecta para justificar las prolongadas ausencias de este personaje, pero ha llegado la hora de afrontar una de las tramas más olvidadas hasta la fecha: su relación con Richard Webber. Después de ver cómo Gemma intentaba engatusarle y cómo él escapaba de esa incómoda situación, todos esperábamos ver un triángulo amoroso y no nos han decepcionado.
Para comenzar, la llegada de Catherine al hospital ha sido justo en el momento indicado, cuando Gemma estaba consolando a Richard. Este tipo de oportunismos quedan poco creíbles, pero son síntomas de que se avecina un buen salseo y mucho drama, algo que nos encanta. Conociendo el carácter de Catherine, su forma de proceder ha sido mucho menos agresiva de lo que esperábamos, aunque eso no ha impedido mostrarle sus cartas a Gemma. De este modo, en un alarde de poder, le ha ofrecido trabajo en la Fundación, pero recalcando que todas las vacantes están en otras ciudades bien lejos de Seattle. Si decide quedarse puede iniciarse una guerra, conflicto que el pobre Richard no podrá evitar por mucho que en el fondo no haya hecho nada grave.
Libertad de elección
Amelia y Owen en 'Anatomía de Grey'
Sin embargo, antes de llegar al clímax de esta discusión, Amelia decide interceder por una paciente que resulta ser una mujer embarazada que ha sufrido una caída. De nuevo, la casualidad vuelve a hacer acto de presencia, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de pacientes que pasan por el hospital al cabo del día. Todo parece indicar que la mujer se había tirado por las escaleras para perder el bebé a propósito, pero nada más lejos de la realidad. Aunque no es lo que pensaban los médicos, se cayó porque se mareó de verdad, ya que nunca atentaría contra su propia vida porque tiene otro hijo al que cuidar. Sin embargo, eso no resta para que siga pensando en abortar. Owen prefiere mantenerse al margen, pero Amelia decide ayudar a la paciente ya que es libre de elegir si quiere continuar o no con el embarazo y parece tenerlo muy claro.
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Así pues, la decisión de Amelia de presentarse en el hospital ha sido el detonante para crear una trama que se ha convertido en grito a la libertad de decisión. Por un lado, hemos visto a una mujer que quería abortar y no tenía los medios necesarios, hasta que Amelia se ha movilizado por ella, permitiéndole abortar libremente y sin poner en riesgo su salud, una opción a la que toda mujer debería tener fácil acceso. Por otro lado, Amelia ha cambiado de opinión, sí, ahora quiere ser madre y en ello no ha tenido que ver que el padre sea Link. A Owen le ha molestado que, de repente, quiera tener descendencia con otro hombre, pero se ha dado cuenta de que es una actitud egoísta porque todos somos libres de elegir nuestro futuro. Afortunadamente han demostrado una madurez que hace tiempo brillaba por su ausencia y, por fin, se cierra este capítulo en la vida de ambos para dar paso al apoyo y a la familia.