El paso de los concursantes por 'Tu cara me suena' está lleno de altibajos. No todas las actuaciones les salen igual ni las valoraciones son siempre las mismas. En la octava edición del talent show, una de las que más ha sufrido ha sido, sin duda, María Isabel. Su encontronazo con Lolita que hizo que se rompiera a llorar fue el inicio de su descenso emocional, que le ha acompañado durante dos galas.
María Isabel es Pastora Soler en 'Tu cara me suena'
En la séptima entrega ha imitado a Pastora Soler gracias a haber robado el personaje a Cristina Ramos con la ayuda del pulsador. Ya en los ensayos hemos visto cómo los profesores le pedían más energía y mucha más alegría que tristeza, que esto último era lo que daba a entender que sentía por los gestos de su cara. Pero no ha sido hasta que ha llegado a las puertas del clonador cuando ha confesado qué le ocurría.
El presentador le ha recordado la actuación de Isabel Pantoja que le hizo llorar y le ha preguntado que si Pastora Soler es otra de las artistas que consiguen tocarle la fibra sensible, a lo que ella ha respondido con un rotundo sí. "Llevo dos semanas de más bajoncillo", ha comenzado diciendo delante de sus compañeros, para luego aclarar que ha elegido un vestido verde pistacho para dar alegría a su vida.
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Adiós a la tristeza
"Ya vuelvo a ser yo, aquí estoy otra vez", ha confesado antes de que el conductor le preguntara por el alegato de Àngel Llàcer de la semana pasada, cuando le dijo que no había puesto mucho empeño en los ensayos para convertirse en Lola Índigo: "Siempre se puede trabajar más". Pero también ha asegurado que no va a llorar como sí hizo hace unas galas, porque es una canción alegre que ya cantó en 'Eurojunior'.