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María Jiménez recibía el alta hospitalaria el pasado julio tras meses ingresada por una dolencia grave en el aparato digestivo debido a una obstrucción intestinal. La artista tuvo que ser intervenida quirúrgicamente el 2 de mayo, pero tras la operación, surgieron complicaciones infecciosas que hicieron que la cantante tuviese que ingresar de nuevo en UCI para recuperarse por completo.
María Jiménez en 'Sábado Deluxe'
La cantante explicó cómo sucedió todo: "No podía ir al baño, ya llevaba muchos días. Me quejaba y no me encontraba bien. Una noche llamé a mi hijo y le dije que viniera para ir al médico. Tenía vómitos muy malos. Me tenían que operar y me dijeron que me tenía que ir a Cádiz porque en Sevilla no había quirófano". Tras el susto, María confesó que se aún no está recuperada del todo, ya que el virus le afectó a la masa muscular de todos los organismos y que sigue en recuperación, haciendo dos horas y media rehabilitación al día.
Preocupada por sus familiares
A pesar de todo, María siempre ha tenido una actitud muy optimista: "Yo no he tenido la sensación de que me podía morir. Después de la muerte hay otro cachondeo. Esto no acaba aquí, lo tengo clarísimo". Sin embargo, quienes vivieron la enfermedad de otra forma fueron sus familiares: "Yo no lo he pasado mal, lo peor que llevo es que se lo he hecho pasar fatal a mi familia. Cuando desperté del coma vi a mi hermana y a mi hijo llorando". "Mi hijo estaba hecho polvo, pensó que me moría", confesó la artista.
La complicada situación que Jiménez ha vivido le ha hecho hecho reflexionar sobre la gente que le acompaña, asegurando que no le ha fallado nadie: "Gracias a la enfermedad me ha dado cuenta de lo que me quiere la gente", revelaba la artista. Además, ha confesado que ha sido una etapa de reencuentros: "Gracias a la enfermedad he recuperado a muchos amigos a los que hacía años que no veía".
Optimismo y humor ante todo
María Jiménez habló con mucha sinceridad sobre el calvario que había vivido, pero siempre muy positiva: "Voy para adelante, para atrás no voy, ¿para qué?", se preguntaba la artista. La cantante compartió anécdotas que había vivido durante estos meses: "Mi hijo despidió al jardinero porque pensaba que estaba muerta y yo le dije: 'No, hijo, no me despidas al jardinero que me llevo muy bien con él, por favor'", comentaba la artista entre risas. En otra ocasión, tras una sesión de rehabilitación se subió en una ambulancia, donde coincidió con una mujer que le preguntó: "Oye, ¿la María Jiménez se murió o no?", "¡Señora, que María Jiménez soy yo", le contestó la cantante, que relataba la historia con mucho humor.