Los fines de semana, desde hace ya varios años, son muy diferentes en Telecinco. Cada sábado y domingo al mediodía, la naturalidad, espontaneidad y frescura del equipo de 'Socialité' han hecho que el espacio que produce La Fábrica de la Tele se haya convertido en un auténtico éxito. Manteniendo la esencia gamberra y ácida de los espacios de esta productora, este magacín de prensa rosa ha logrado hacerse un importante hueco en su franja de emisión y a día de hoy es uno de los espacios más seguidos cada fin de semana en Mediaset España. Prueba de ello es por ejemplo el alto 18,5% de share y casi 1,6 millones de espectadores que siguieron la previa de la boda de Belén Esteban junto a María Patiño y su equipo.
¿Cuáles son las claves del éxito? ¿Ha costado llegar hasta aquí? En FormulaTV hemos querido hacer balance con Patiño, presentadora del programa. Analizamos la evolución que ha vivido el programa que dirige David Linares, su papel en el espacio y también repasamos su trabajo en 'Sálvame', lo que nadie vio de la boda de Belén Esteban o su inesperado "encuentro" con Paquita Salas. Hoy María Patiño nos cuenta todos los secretos de su 'Socialité', al que ella misma denomina como "mi bebé", y del resto de espacios en los que participa.
María Patiño
¿Qué balance haces de estos dos años al frente de 'Socialité'?
Creo que debemos hacer dos balances: el obvio, que hayamos logrado establecernos y estar por encima de la competencia, especialmente en este último año, es un programa que evidentemente ha crecido. Desde los inicios hasta ahora que hemos logrado tener nuestra entidad propia y entre todos hemos creado como un bebé al que le damos de comer y parece que crece sano. Habrá a quien le guste o no, pero lo importante es la fidelidad porque lo que notamos es que hay gente que se sienta especialmente a verlo. Eso en televisión me parece que es lo más importante.
¿Por qué crees que 'Socialité' funciona tan bien?
Creo que se ha conjugado el que yo pueda marcar en directo la línea editorial, siendo un rostro vinculado al corazón desde hace años, con una mezcla de frescura, que es la que aportan reporteros mucho más jóvenes que ven el corazón de una manera diferente y con más distancia. Además, es un formato en el que, aunque yo me implico muchísimo, si tengo algún tema, lo ofrezco al espacio y lo tratamos aquí, su crecimiento ha sido gracias a los tres directores que ha tenido: Patricia, María José Camacho y David Linares. Se ha construido poco a poco, con mucha tranquilidad y serenidad. Creo que es un programa con el que nunca tuvimos presión ni nervios por los datos. Cuando la presión existe es cuando se puede crear presión en el equipo y aquí nunca ha sucedido.
¿No ha habido entonces presión por parte de la cadena?
Yo ese tipo de cosas nunca las pregunto. Yo soy tan exigente conmigo misma, que seguramente más que la cadena. Era evidente que si estamos en un canal privado sabíamos que había un límite que nos exigían aunque estábamos en una franja horaria complicada y en la que, además, partimos muy abajo. Pero yo tampoco quise vivir esto así porque si no yo no me meto en esto. Cuando tú partes del sótano, casi siempre llegas al primer piso; pero si partes del décimo, te mantienes en el décimo, tienes que llegar arriba del todo.
¿'Socialité' ha sido tu gran formato como presentadora, no? Más allá de los espacios que conduciste años atrás en Antena 3
Es mi primer bebé, este es como un hijo mío. Es cierto que mi primera gran vez como presentadora fue al sustituir a Jorge Javier en 'Sábado deluxe', pero este es mi bebé personal. Yo no pregunté ni condiciones laborales, ni sueldo, nada... solo quise saber cuándo empezábamos. Pensé en vivir la experiencia y tenía claro que si no funcionaba y lo retiraban no pasaba nada, pero no ha sido así, todo lo contrario. El programa ha crecido mucho, especialmente este mes de junio en el que los datos son fantásticos.
¿Cómo vives la presión de las redes sociales? ¿Qué sientes cuanto te equivocas en directo e instantáneamente se está comentando en Twitter, por ejemplo?
También es cierto que a veces, hay personas que hacen determinadas críticas que yo veo que no me aportan y yo las elimino de mi vida porque yo solo estoy capacitada para construir y no quiero que me destruyan ni a mí ni a la gente porque no quiero. Porque hay días que todo te da igual pero hay otros que sí te levantas sensible, más insegura y tienes que saber separar. Lo que sí tengo claro es que pase lo que pase, yo cada fin de semana tengo que poner mi mejor sonrisa y abrir el programa sin problema. Así que por ello, elimino todo aquello que me pueda hacer daño.
María Patiño en 'Sábado deluxe'
¿Te gustaría que 'Socialité' pasase a emitirse a diario?
Si lo quisiesen así, pues vayamos a ello. Mientras tenga salud y me siga creyendo lo que hago, lo que venga, encantada. Cuando ya vea que no pueda o pierda la ilusión, está claro que no estoy capacitada.
A nivel profesional me parecía absolutamente increíble que sin ver en directo a los novios y simplemente con imágenes de nosotros en la finca, se lograsen tantos récords de audiencia, me pareció fascinante. Pero por otra parte, creo que parte de ese éxito es que la gente entendió que nosotros éramos parte implicada, sentimos en primera persona lo que sucedió, lo vivimos intensamente, sin necesidad de llamar a un tercero para que te esté contando y narrando, eso tiene muchísima fuerza y yo sabía perfectamente que se iba a captar la atención. Al final todos trabajamos de lo que nos cuentan, de lo que nos dicen, de lo que nos enteramos; pero tú imagínate trabajar sobre algo que has vivido: lo transmites con la pasión de ser testigo en primera persona.
Evidentemente. En cuanto a 'Socialité' y la forma en que se cubrió, yo quise compatibilizar el hacer la crónica de la boda desde la emoción, desde mi lado más personal y humano con una crónica más "profesional", contando cómo fue la ceremonia, el menú, los momentos más emotivos... Una crónica más informativa, en definitiva. Unir ambas creo que fue un acierto y eso el público lo entendió. Por otro lado, es una boda que yo viví a nivel personal de una forma muy especial porque Belén es una chica a la que quiero mucho. Nos podemos pelear mucho, más de lo que la gente cree, pero creo que por eso es mi amiga. Una relación amistad debe ser así.
¿Es cierto que confundiste a una de las invitadas de la boda con Paquita Salas?
¿Te gustaría participar en 'Paquita Salas'?
Sí, claro. Me encantaría, yo ya he hecho cameos en cine y en un corto que hice con mi chico, con este tipo de cosas sí me atrevo. Así que si Paquita quiere, yo estoy a su disposición.
No podemos hablar de "veto" como tal, eso no es así. Mi frase exacta fue que el hablar bien de Belén Esteban en Antena 3 me trajo complicaciones, pero no hubo vetos porque nunca he tenido vetos en mi vida profesional ni nunca he tenido una directriz que me hayan marcado ni en Antena 3, ni en las agencias. Lo que sí es cierto es que cada medio tiene su línea editorial y yo nunca he soportado que la dirección me termine diciendo lo que tengo que hacer, por eso uno tiene que luchar por aquello que consideras que es verdad. Y si eso te trae problemas, si de verdad era verdad, te trae mucho más respeto no solo de los que te ven, sino de tus jefes. Sí que es verdad que eso implica, a veces, tener un peaje. Y yo por ejemplo siendo chica de agencia sí me he negado a hacer cosas porque iba a traerme problemas en mi conciencia pero he ofrecido una alternativa para compensar ese trabajo.
Y en el tema de Belén, es evidente que yo he sido dura con ella y hemos tenido entrevistas muy complicadas pero sí es cierto que con el tema de Jesulín de Ubrique yo sí me he matado por ella, porque creí en su historia y siempre tuve claro que decía la verdad. En Antena 3 nunca se me vetó pero en la cadena había una línea editorial en cuanto a Belén, ya que ella era colaboradora estrella de Telecinco y yo sí tuve claro lo que no quería hacer y me negué a hacer algunas cosas porque no creía en ello. Eso fue lo que terminó pasando.
María Patiño ('Socialité')
Telecinco tiene ahora otro rostro estrella: Isabel Pantoja. ¿Qué opinas de su paso por 'Supervivientes' y el presunto favoritismo?
Isabel Pantoja ha sido la estrella de este programa y las connotaciones de tener a Pantoja, de estar encerrada en Cantora a tenerla en televisión, me parece sensacional, sinceramente te digo. Respecto a los favoritismos, yo es que soy también de las que pienso que no somos todos iguales, no lo somos en los platós de televisión, ni en tu redacción, ni en una oficina, ni en un hospital, ni siquiera en casa porque en mi casa yo tengo más autoridad que mi hijo. Evidentemente en ese sentido lo veo así pero puedo lograr a entender que los concursantes lo vean de otra manera y yo, personalmente y profesionalmente, no me veo capacitada moralmente a cuestionar a la productora porque ni estoy dentro, ni tampoco me parecería justo.
Tú eres también un rostro habitual de 'Sálvame'. ¿Es un programa duro de vivir desde dentro? ¿Por qué ha habido tantos abandonos?
Yo las cosas las hago con tanta naturalidad, así yo después no les doy tanto mérito. Para duro son otras cosas en la vida, en la vida hay situaciones duras pero nunca profesionales. Pero claro, cada uno vive las cosas como las vive. Cuando voy a 'Sálvame' puedo tener una tarde mejor o una tarde peor, pero esto de la palabra "dureza" yo nunca la he sentido.
¿Cuesta no convertirse en personaje en 'Sálvame'?
Yo me lo tomo todo con mucha naturalidad y soy así. Te prometo que nunca he pedido que no se hable de mi vida, y posiblemente sí soy un personaje, pero sí es verdad que nunca ha tenido la necesidad de vender ningún aspecto de mi vida y posiblemente eso influya pero no sé si en eso está la clave.
¿Qué opinas de las palabras de María Teresa Campos sobre 'Sálvame' y la forma de trabajar en él?
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Todas las palabras que están fuera de contexto, las opino en el contexto. A mí me parece una maestra y yo eso lo tendría que hacer dentro de un contexto, y no en una entrevista escrita porque me conozco esta situación y a mí no me compensa. Creo que es una maestra y que si en un momento determinado yo la tengo delante y tú me haces esta pregunta, me sentiría absolutamente cómoda para contestarla. No me parecería justo contestarla de otra forma.