Juan Carrasco vuelve a la política y no podía hacerlo sin su fiel compañera Macarena. Ella está interpretada por María Pujalte y es una mujer seria, la que siempre saca de cualquier tipo de apuros a Juan, pero que a su vez es incapaz de separarse de él, por lo que pueda pasar. Después de 'Vota Juan', esta pareja tratará de levantar de cero un nuevo partido político en 'Vamos Juan', la secuela que se estrena al completo el 29 de marzo en TNT.
Durante el rodaje, acudimos a uno de los sets de grabación para hablar con la actriz para que nos cuente cómo va a cambiar Macarena en esta secuela, qué es lo que le hace volver a la política con Juan y cómo una ambición desmedida puede ser tu peor enemigo. Además, María Pujalte analiza en esta entrevista para FormulaTV qué similitudes hay entre el mundo de los políticos y el de los intérpretes.
María Pujalte, como Macarena en 'Vamos Juan'
'Vamos Juan' arranca con Juan queriendo montar un partido, pero ¿en qué punto empieza Macarena?
Macarena está en Logroño, al igual que Juan, que también está en Logroño. Entonces arranca ahí, trabajando en un periódico y él está dando clases de biología. Ahí arranca.
¿Y qué es lo que hace que de repente creéis un nuevo partido político con el que volver a la carga?
Bueno, él. Ya sabes que con él no hay fin, ¿no? Su ambición es infinita. Hay una elipsis de dos años que han pasado y hay cosas que están contadas en el arranque del capítulo. Más o menos el espectador, por las referencias, los diálogos y tal, se hace una idea de lo que pasó en esos dos años. Y él dice: "Yo no me conformo con esto, yo tengo que volver a intentarlo y voy a quemar una última baza" y todas estas cosas de Juan, entonces viene a buscarme.
¿También jugará tu ambición? El trabajo en el periódico parece más cómodo que ser jefa de prensa del partido de Juan Carrasco...
Hay una escena en la que se cuenta la gran ilusión que tiene por el periódico en el que está trabajando y entonces hay una especie de imposibilidad de convencerse a sí misma, de no volver a ir con él. A ella casi le resulta imposible decir que no. Es un momento vital, muy tremendo. Y no cuento más o hago spoiler del primer capítulo
Mientras solo sea el primer capítulo...
Claro, pero digamos que le arrastra una vez más. Tienen una vida en la política muy de ir juntos. Y bueno, hay algo ahí que no se sabe muy bien qué es, que le impide decir que no y una vez más se embarca en esta aventura con él.
¿Qué paralelismos vamos a encontrar con la realidad?
La serie está llena de tintes todo el rato, ¿no? Nosotros estamos en al realidad en la que estamos y ellos se alimentan mucho de la realidad. Al igual que en la primera temporada, no hay una definición ideológica o de partido. Hay cosas recogidas de la realidad que se utilizan, pero no sabemos muy bien de qué partido serían estos personajes. De un partido propio.
Bueno, no sé si ha cambiado mucho o en realidad no ha cambiado nada, que es todo como un circo, ¿no? Quiero decir que es más de lo mismo, todo un circo, que no te crees nada. Aquí no querían hacer una serie política, porque tú puedes hacer una serie política definiéndote ideológicamente o entrando en materia, pero yo creo que esta es una serie más humana, donde ver el comportamiento del ser humano en el contexto de la política como podía ser en otro contexto. Claro, la política tiene mucho filón porque es la ambición por la ambición, el querer estar ahí, el figurar, el poder, la búsqueda del poder por el poder y aquí vemos qué hay detrás de una persona cuando se plantea algo tan complicado, tan difícil y tan de servicio público como es la política. Y luego están las personas que tienen de verdad una vocación de servicio público y las personas que no, que simplemente están ahí por el estar dentro de la pandilla del aparato del poder.
Entiendo que en el fondo está la idea de cómo la política puede ser una farsa
Dicho esto, a raíz de esta serie, ¿has encontrado paralelismos entre lo que es ser un político y ser un actor?
Si, totalmente. Es como cuando la gente te pregunta: ¿Y qué has hecho para ser famosa? Y dices, nunca pensé en eso cuando de jovencita de cría me quería dedicar a la interpretación. Piensas en que te gusta actuar, que quieres aprender un oficio y te gustaría soñar que algún día pudieras vivir de él, porque te gusta la actuación, te gusta el trabajo, pero no te planteas esta cosa desaforada. No piensas "lo que quiero es salir en la tele y ser famosa". Cuando empecé, mi cabeza estaba en el teatro. O sea, ¿de verdad tu objetivo es ser famoso? Claro, ahora cualquier mamarrachada... No sé es que ha cambiado todo tanto.
Sí, pero es que todo forma parte de lo mismo, todo tiene que ver con cuál es de verdad tu motivación interna. Sea en la actuación, en el periodismo, en la política o en la educación. Tiene que ver con eso de qué me mueve a mí. Me mueve el figurar, me mueve cortar el bacalao, me mueve el pensar que puedo estar en un lugar donde pueda estar manejando o me mueve que quiero currar y construir algo que esté bien y les sirva a los demás, que me haga aprender a mí. Yo creo que trata de eso la serie. O sea, hasta qué punto te autoengañas y entras a formar parte de un circo.
Aunque no es una serie estrictamente sobre política, siempre está de telón de fondo. ¿Qué feedback recibisteis en la primera temporada respecto a esto?
¿Te has vuelto más compresiva con los directores de comunicación y esa función de apagafuegos?
No es que fuera poco comprensiva, lo que pasa es que te das cuenta de que están todo el rato comiéndose los marrones. Y también ponen mucho la pila y se dicen cosas como "no digas esto, no hagas esto". Luego, cuando los ves hablar, ves cómo le han dicho que diga tal o que diga cual.
Sí, a veces dices: "Qué mal aconsejado estás, te faltan ensayos". Claro, yo también comprendo que no hay tiempo, van cada vez más a saco, tienen que estar a la respuesta de todo y antes había más tiempo para pensar las cosas y para pensar las reacciones. Ahora parece que tienes que estar todo el rato respondiendo continuamente a lo que cualquiera te puede decir en cualquier momento. A mí eso me parece que tiene que ser agotador para ellos y para los equipos; esa cosa de la inmediatez no es conveniente para pensar las cosas con sensatez.
¿Ha sido difícil anexionar política y comedia?
No, por que está muy bien escrita. Toda la comedia esta implícita en el guion. Es un guion muy bien escrito y con buen ritmo de diálogo. Es muy importante en la comedia que el ritmo de los diálogos ya esté en el guion, que esté estructurado así con ritmo de comedia. Y luego yo creo que además el guion tiene inteligencia y visión, una mirada crítica. Yo creo que esas cosas ya están ahí y después ya es ser capaz de hacerlo. Ellos te piden una actuación muy en serio, poco remarcado, que no estamos contando chistes. Digamos que al sordidez y la risa que te puede surgir de ver una escena sea de la propia situación y de lo serios que se toman ellos a sí mismos. Como cuando estás viendo una escena en la vida real que dices: "No me puedo creer lo que estoy viendo", y te tienes que aguantar la risa porque es muy fuerte pero la gente lo vive muy en serio. La dificultad a veces es no reírte, que Javi no se ría o que nosotros no nos riamos porque tenemos que estar súper serios oyendo una barbaridad.
¿Este mundo tan loco en el que vivimos es casi mejor para una serie política o peor, porque la realidad lo pone tan difícil para superarla? ¿Qué margen queda para hacer ficción?
La realidad siempre supera a la ficción, por muchas burradas que veas. Cuando te paras a mirar de verdad la vida, lo supera con creces. Yo prefiero que la ficción sea ficción y que sea claramente ficción. A mi no me gusta nada esto que ya lleva tiempo, que es como de algo que esté muy pegado a la realidad y que no se diferencia. No me gusta nada, ni me parece que sea nada conveniente. No me gusta, no soy espectadora de eso, porque me parece que hay mucha manipulación y además luego la gente se lo cree y se confunde. Este distanciamiento que tiene la ficción hace que podamos divertirnos y luego sacar una conclusión de algo de lo que nos están contando. Eso me parece mucho más sano. Esta cosa manipuladora... no, porque es mentira y nos lo creemos todo. Nos lo creemos todo y al mismo tiempo no nos creemos nada, porque también veo a la gente muy descreída.
¿Y eso ha hecho que la serie se vuelva en esta segunda temporada mas bruta? En el sentido de que los gags y situaciones sean más bestias.
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Sigue la misma línea que 'Vota Juan', es una secuela. La puedes ver por separado, es otra situación y tal pero es la misma línea de la primera temporada. Todo, la fuente de la que se alimentan ellos a la hora de escribir, es la propia desesperación de los personajes, que los personajes están en una división y ellos se creen que están en otra, que es lo que nos pasa mucho a las personas. Entonces, cuando tú tienes una ambición desmedida, te crees que estás en primera división pero estás en cuarta regional, pero tu estás actuando como tal. Eso es lo que pasa y de ahí surgen situaciones muy bestias.