Telemadrid decidió transformar sus mañanas en verano de 2018 y lo hizo con '120 minutos', un nuevo formato conducido por María Rey y producido por Unicorn Content en el que la actualidad política y social eran las grandes protagonistas. Era una apuesta arriesgada, en una franja muy complicada pero sin duda, el resultado a día de hoy es muy positivo. El formato se ha consolidado, se ha convertido en una pieza fundamental de la parrilla de la autonómica madrileña y ahora alcanza las 200 entregas con un futuro más que positivo y con un balance prácticamente excelente.
A lo largo de estos meses, Rey y su equipo han realizado coberturas especiales de momentos decisivos en la actualidad de nuestro país como la concentración de la derecha en Colón (10,8% share), el congreso extraordinario del PP en el que fue elegido Pablo Casado o el seguimiento del conflicto del taxi en Madrid (cuyo debate con todas las partes implicadas le dio al formato su récord de audiencia - 12,3%). Además, en este tiempo rostros como la vicepresidenta del Gobierno Carmen Calvo, ministros como Josep Borrel, Reyes Maroto o Pedro Duque y personalidades del mundo de la política nacional como Pablo Casado, Ángel Garrido, Soraya Sáez de Santamaría o María Dolores de Cospedal han sido entrevistados por María Rey en directo, quien diariamente ha moderado también infinidad de debates sobre temas de plena actualidad. Por ello, hoy en FormulaTV charlamos con la periodista, lo hacemos para realizar un balance de este tiempo y avanzar las claves del formato en el futuro.
María Rey ('120 minutos')
¿Qué balance haces de estos 200 programas?
Llegar a los 200 programas hoy en día ya es una gran aventura. Mi balance es el mejor posible, por llegar hasta aquí, y sobre todo por cómo hemos crecido como equipo y como programa. Lo hemos hecho dentro de un medio de comunicación que tiene sus limitaciones, porque uno de los principales objetivos de esta televisión, que es pública, es que no le cueste dinero a los madrileños. Es la única televisión que se consigue financiar. Lo más importante ha sido lograr mantener eso, ser austeros en el gasto y mantener una ventana abierta a la actualidad. Lo hemos conseguido con un apoyo de la audiencia, que sí ha respondido.
En los acontecimientos más destacados habéis logrado vuestras mejores cuotas de audiencia. ¿La gente busca Telemadrid en momentos vitales para el futuro de Madrid y España?
Años atrás, Telemadrid había perdido el ser referencia como información. A pesar de que los profesionales seguían apostando por la cadena, lo cierto es que no tenían medios, sufriendo incluso un recorte brutal de trabajadores. Es insostenible mantener un barco a flote con el 80% menos de la tripulación. Ahora hay que destacar, intentar estar ahí cada vez que suceda algo. En este tiempo nos hemos medido con los grandes en las circunstancias excepcionales y hemos demostrado que Telemadrid es un lugar donde la gente busca información.
Lo hemos demostrado ganándole incluso en Madrid en las televisiones privadas con coberturas que hemos hecho muy concretas, como la del día que se cumplían 40 años de la Constitución, con manifestaciones como la famosa concentración de Colón o cuando hicimos el especial de las primarias del Partido Popular. Cuando pasa algo importante en Madrid estamos ahí, lo contamos y nos buscan, como buscan al resto. Somos una opción más. Eso es lo importante, que la gente vuelva a tener la percepción de que Telemadrid es una televisión que está para dar un servicio público. Ése es el principal objetivo: informar de lo que está ocurriendo.
El programa ha sufrido cambios de estructura y colaboradores. ¿Había que adaptarse a lo que la audiencia buscaba?
Hemos ido recogiendo voces porque somos una televisión pública, es un medio de todos y todas las voces tienen que ser oídas. Escuchamos por ejemplo a Pedro J. Ramírez, que tiene una posición, y otros día escuchamos a Ernesto Ekaizer, que tiene una posición ideológica completamente distinta. Hay gente que se ha ganado su respeto en esta profesión, que tiene algo que aportar y aunque tenga una oposición ideológica a veces muy marcada es importante que la gente que se sienta representada por ellos nos encuentre también aquí. Además, hemos recuperado a gente que ya se había ganado un nombre y un prestigio en esta profesión, que merecen seguir siendo escuchados y que casi habían desaparecido.
¿Faltaba un hueco para estos grandes periodistas que ya no aparecían en televisión?
Sí. Un claro ejemplo de esto es Olga Viza. Ella se encarga de la sección 'Puente Aéreo' en la que buscamos los problemas que compartimos las dos ciudades más importantes del país, Madrid y Barcelona. Lo hacemos para ver los distintos enfoques de cómo se van resolviendo en una ciudad y en otra.
Por el programa pasan infinidad de colaboradores distintos. ¿Cuesta moderarlos en los debates que se generan?
A veces sí. Hay momentos en los que es difícil interrumpirles, porque no puedes tampoco transmitir la sensación de que no les dejas dar su opinión. Pero claro, el objetivo es que el programa fluya y que puedas ir contando distintas cosas. Pese a ello, nunca tengo la sensación de que se rebasa el límite de lo que debe ser correcto en una tertulia de análisis. La gente que viene a este programa y que colabora en él puede hablar de todos los temas porque sabe que tiene que hacerlo y, por lo tanto, los ha estudiado. No estamos hablando de gente que da opinión, sino de gente que ha buscado información, que se lo ha leído todo y, por tanto, es capaz de hacer un análisis de lo que ocurre. Pero lo más importante es que esta gente se respete, que dentro de las diferencias se respete.
¿Es inadmisible en un formato que tú presentes el contar con un debate en el que la tensión y los gritos sean constantes, no?
Un debate debe tener un mínimo de orden y deben reflejarse todas las opiniones. La gente de la calle cuando pone la tele está buscando a gente que opine como él, que refuerce sus argumentos y aporte otros nuevos. No necesita que el otro le convenza a gritos, necesita escuchar más elementos que le permitan reafirmarse en lo que ya piensa. Esto hay que hacerlo desde el respeto porque una cosa es discrepar y otra cosa es ofender. Yo creo que nunca hemos superado el límite de la ofensa, siempre lo hemos conseguido parar a tiempo. La gente tendrá su opinión pero creo que es así.
Más allá de los debates, '120 minutos' destaca por sus entrevistas a personalidades muy importantes. ¿Tienes la sensación que eligen el formato como altavoz?
Es importante que nos tengan en cuenta porque somos una televisión pública. Aunque no compita al mismo nivel que los grandes grupos de televisión privada que arrastran grandes audiencias, tiene una audiencia que debe ser respetada. Aquí tenemos que escuchar todas las voces a nivel local y a nivel nacional, porque el gobierno está aquí, todo pasa por aquí. Agradezco a todos que encuentren el hueco, que no es fácil, porque televisiones hay muchas.
Pero cada vez que ha pasado algo importante los protagonistas han estado. Estuvieron, por supuesto, todos los candidatos del Partido Popular y estuvieron varios miembros del Gobierno después de la moción de censura, que es cuando nosotros empezamos el programa. Y seguimos escuchando los líderes políticos cuando tenemos que tratar temas importantes para todo el país. Y es que está bien que, tanto que los políticos hablan de la televisión pública y se les llena la boca de defenderla, luego sean coherentes cuando les llame la televisión pública, aunque no le vaya a arrastrar la misma audiencia por ser una televisión local, tengan un mensaje que compartir ahí.
María Rey
Muchos políticos están ahora visitando formatos de entretenimiento como 'El hormiguero' o 'Mi casa es la tuya'. ¿Ha cambiado la forma de comunicar de los partidos políticos? ¿Se ha apostado más por el entretenimiento?
Yo creo que es el signo de los tiempos. Cuando tú vas a un programa que tiene un gran eco en las redes sociales sabes que va a llegar a más gente. Los políticos cuando están en campaña tienen que buscar la manera de llegar a gente que no le interesa la política, que no buscan un programa de actualidad o análisis, que ni siquiera ponen un informativo. Es gente que llega a casa, que quiere desconectar y sólo pone entretenimiento. Tienen que conectar con ese público y tienen que demostrar que son personas atractivas en su parte privada.
Es normal, nosotros tardamos más en hacerlo que en otros países donde ya se habían incorporado los políticos incluso a concursos y a programas de humor. Aquí cada vez lo hacen más, y con ello se ve qué hay detrás de esa persona que se está presentando ante ti como un candidato. Yo creo que es interesante, es bueno para ellos y muy arriesgado. No todo el mundo sabe defenderse en esos ámbitos.
Como periodista que ha hablado con muchísimos políticos, ¿cuesta llegar a la persona que hay detrás del político?
Con el micrófono en marcha cuesta encontrar qué hay más allá del líder político. Porque en ese momento, es comprensible, él habla en su nombre, pero también en nombre de unas siglas y de una historia. El que sea te va a contestar con un argumentario o habrá estudiado muy detenidamente lo que te va a contar. Las grandes charlas que daban para profundizar en lo personal han ido quedando atrás porque cada vez la televisión es más rápida, cambia más rápidamente de contenidos y de temas. Lo que le dedicamos ahora a una entrevista es muy poquito tiempo como para detenerse un poco a escarbar en lo que mueve a una persona en la vida o cuáles son sus inquietudes más íntimas. La realidad es que ya casi no hay oportunidad y ellos mismos se protegen cada vez más, porque es verdad que las redes aumentan mucho la exposición que ya de por sí aporta la tele.
En su campaña, Pablo Iglesias está haciendo una dura crítica a los medios de comunicación y de dónde obtienen su financiación, ¿qué opinas de estas palabras?
A mí no me molesta nada que los políticos sean críticos con nosotros, nosotros lo somos con ellos y deben serlo. Cuando alguien pone el foco sobre un medio por algún trabajo que está mal hecho, no está mal. No me supone ningún problema. Pero yo sí cuestiono que le pongamos la lupa a quién está detrás de los medios de comunicación. Aquí hay leyes que protegen la competitividad entre los medios, que garantizan que las cosas se hacen de una forma correcta y entiendo que un empresario también tiene derecho a orientar una línea ideológica siempre que lo haga de una forma transparente y clara.
Yo he trabajado en un medio privado la mayor parte de mi carrera profesional y no me ha impedido hacer para nada mi trabajo de forma rigurosa. Que un empresario, unos accionistas o una empresa tenga acciones en un medio de comunicación no implica que ese medio de comunicación no sea fiable. Es más, la propia empresa también responde ante una junta de accionistas, es decir, hay sistemas. Pero más allá de eso, donde los políticos deben implicarse absolutamente es en las televisiones públicas para garantizarle a los ciudadanos que sus intereses partidistas no van a estar nunca por encima de los intereses objetivos de informar que defienden los periodistas en las televisiones públicas cada día a día en su trabajo.
A mí me gustaría que se pusiese mucho más el acento en el respeto a las televisiones públicas que siempre falta, porque cuando gobiernan unos, critican los otros y cuando gobiernan los otros critican los unos, y es algo que ha pasado con TVE aunque con Telemadrid no. Aquí se está dando un ejemplo en la forma en que los partidos representados de la asamblea han dejado trabajar a esta cadena desde que se transformó la ley. Ojalá lo pudieran hacer todos los demás con la misma libertad porque te aseguro que desde aquí trabajamos con mucho respecto y no estamos percibiendo que ningún partido político nos esté transmitiendo ningún tipo de presión. No ha sido así, ojalá pase con todas las televisiones públicas.
En Televisión Española sí ha habido criticadas desde la llegada de Rosa María Mateo. ¿Qué opinas de la nueva etapa de la pública?
Yo conozco a Rosa María Mateo y he trabajado muchos años con ella en Antena 3, pero ella hacía otra función. No tengo datos de su gestión al frente de TVE pero sí sé lo que pasa en el día a día en la cadena, tengo datos del trabajo de mis compañeros, conozco mucha gente en TVE, grandísimos profesionales que lo hacen lo mejor posible. Yo pongo la mano en el fuego por profesionales que están trabajando allí como Begoña Alegría, con la que he coincidido muchos años en el Congreso. Los he visto trabajar y son gente profesional. Cada día hay un "chorreo" de comentarios críticos sobre la forma en la que se manipula y sí, probablemente en algún momento se cometan errores pero me niego a asumir que esa gente con la que yo he trabajado sean manipuladores. Somos periodistas, por favor. Casi siempre que hay una gran denuncia, detrás hay un interés político.
Plató de '120 mintutos'
Deberíamos marcar la distancia entre lo que hacemos unos y lo que hacemos otros. Los periodistas cometemos errores, por supuesto pero la mayoría de las veces hacemos nuestro trabajo. Hay otras veces que hay periodistas que juegan a influenciar y quieren dirigir la política y hay políticos que quieren dirigir el periodismo. Mientras cada uno se mantuviera en su parcela, no pasaba nada. Yo todo mi respeto a los trabajadores de TVE de ahora, de antes y del futuro. Porque yo creo que ahí hay grandísimos periodistas y no oirás nunca por mi boca una crítica.
Es difícil aguantar las presiones políticas y ahora se avecinan dos meses con mucha actividad de este tipo. ¿Qué tipo de cobertura electoral realizará '120 minutos'?
La cobertura será en la línea de lo que hemos hecho hasta ahora, escuchando muchas voces y analizando lo que ocurre. Contándoselo en tiempo real a la gente, explicándolo y colocándolo en contexto pero con el elemento añadido de que estamos sometidos a una ley que regula que el trabajo de los medios de comunicación públicos, que establece unos límites de tiempo que hay que dedicarle a cada partido y que yo creo que desde el punto de vista periodístico es una absoluta barbaridad.
Creo que la información no debería medirse a peso. Habrá un día que un partido político tenga mucho protagonismo porque ha conseguido acaparar la atención y al día siguiente será el último de la cola y el que tendrá toda la atención será otro. Si hay que medir el tiempo que se le dedica debería ser en un cómputo de la campaña en total o por lo menos de semanas, no desde luego por minutos informativos dedicados. Creo que es un método totalmente anticuado y ojalá lo cambien. Pero desde luego si ese es el mecanismo establecido por ley, se va a respetar lo que nos marquen. Eso sí, escucharemos todas las voces como cada día. No queremos dirigir el voto de nadie, solo cuando a mí me permiten opinar siempre digo lo mismo: yo no pretendo dirigir el voto de nadie, sí que pretendo dirigir a la gente hacia las urnas. Los ciudadanos tenemos una responsabilidad de acudir a votar. Debemos hacerlo aunque sea en blanco, porque si tú quieres protestar tienes que primero haber participado.
¿Qué opinas del papel de los medios con VOX? ¿Crees que sí merecen tener hueco en medios escritos, digitales y de televisión?
Yo creo que el juego político se divide entre quienes optan a tener una representación. No creo que debamos discutir que VOX tiene un papel en esta campaña porque está claro que ha condicionado el gobierno de Andalucía y que puede condicionar el Gobierno de este país. Están organizando actos electorales a los que sí acude gente, es evidente que tienen un papel. Si nadie atendiese sus peticiones o si nadie mostrase su voluntad de votar a VOX, pues quizás podríamos discutir por qué le damos voz a VOX, pero es un actor político y creo que merece ser escuchado y debe ser respetado en la medida en la que ellos también respeten con los límites que marcan las leyes y la constitución.
A partir de ahí, no tengo ningún complejo. Yo creo que VOX por supuesto que tiene que formar parte del debate político, tiene un papel muy importante como en su día lo tuvieron Podemos y Ciudadanos pese a no tener representación parlamentaria. Hay que estar atento a lo que la gente quiere, y la gente ya no está diciendo entre dos y ni siquiera entre cuatro, ahora ya mayoritariamente en Madrid deciden entre cinco. Pues esos cinco tienen propuestas y esas cinco propuestas habrá que escucharlas.
Logo de '120 minutos'
'120 minutos', ¿qué te ha aportado personalmente y profesionalmente hablando?
Mucho más de lo que me hubiera imaginado. Sabía que esto era un reto personal ya que hasta ahora había estado en formatos mucho más encorsetados como los informativos. En cambio, ahora estoy en un espacio mucho más flexible, en el que nos adaptamos a todo lo que va pasando durante la mañana y en el que nunca se cumple lo planificado, todo cambia. Por ello hay que estar muy alerta y centrado. Ha sido un completo aprendizaje diario, lo sigue siendo además. Para mí es muy importante que cuando llegas a una etapa profesional de tu vida en la que has hecho algunas cosas muchos años, piensas que hay muchas otras cosas que te quedaban por aprender. Es muy importante en esta profesión, tener la sensación de que nunca terminas de hacerlo, de que tienes oportunidades de seguir haciéndolo. Si quieres hacer algo positivo tienes que estar en constante movimiento y esta es la oportunidad que me ha dado '120 minutos'.
¿Quién te queda por entrevistar en '120 minutos'?
Lo más leído
Me gustaría entrevistar a muchas, pero fíjate, no he conseguido entrevistar a Manuela Carmena, porque le gustan poco las entrevistas. A ella le gusta más el trabajo en la calle. Me hubiera gustado sentarme y charlar con ella detenidamente 120 minutos y no ha sido posible. Pero ella lo evita y las ha dado con cuentagotas y no nos ha tocado a nosotros. Así que espero que lo que me queda por delante de legislatura municipal antes que finalice, tenga la oportunidad de charlar un poco más para que también la gente tenga ocasión de conocer en otros registros a su alcaldesa.